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Usan terapia hormonal para corazón aún con evidencias en contra

Reuters

Un análisis de datosnacionales de Estados Unidos reveló que las mujeres con riesgocardíaco más alto son más propensas a haber dejado la terapiade reemplazo hormonal (TRH) después de que se demostrara que noprotege de la enfermedad cardiovascular.

No obstante, las mujeres con menor riesgo no abandonaron demanera tan notoria esta terapia que podría resultarperjudicial.

El equipo de la doctora Angela Hsu, del Centro MédicoPresbiteriano de Columbia, halló que el 28 por ciento de lasmujeres con cardiopatías usaba TRH en 1999-2000, comparado conel 8 por ciento en el 2003-2004.

En las mujeres con bajo riesgo cardíaco esa disminución delconsumo fue mucho menor: del 20 al 17 por ciento.

A comienzos de los 90, recuerda el equipo, se consideraba ala TRH como una forma efectiva de reducir el riesgo deenfermedad cardíaca en mujeres posmenopáusicas.

Sin embargo, en el 2002, investigadores suspendieron ungran estudio sobre la terapia llamado Women's Health Initiativetras observar que las hormonas potenciaban el riesgo deenfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y emboliaspulmonares por coágulos sanguíneos.

Al difundirse los riesgos de la TRH, su uso bajó de 11millones de mujeres de 45 a 74 años en 1999-2000 a 6 millonesen el 2003-2004. El equipo opina que la mayoría que dejó deusarla habría sido el grupo con más riesgo cardíaco.

De hecho, el uso de hormonas disminuyó un 70 por cientoentre las mujeres con enfermedad cardiovascular y casi un 50por ciento en pacientes con dos o más factores de riesgo, comohipertensión o diabetes.

Pero, en las mujeres con uno o sin factores de riesgo, lareducción fue de apenas del 15 por ciento, lo que no fueestadísticamente significativo.

La disminución más importante se registró en las mujeresblancas no hispanas, que habían sido las más propensas a usarla terapia.

Las pacientes negras no hispanas y las hispanas fueronmenos propensas a usar la TRH que las blancas y en esos gruposno hubo una reducción significativa del uso de la terapia.

Y mientras que esa disminución se dio en todos los niveleseducativos y económicos, la más importante se registró entrelas mujeres más ricas y educadas.

A pesar de todo eso, el 8 por ciento de las mujeres conenfermedad cardíaca y el 14 por ciento de las que tienen dos omás factores de riesgo seguían usando la TRH en 2003-2004.

El equipo concluyó que los resultados sugieren que lasmujeres con enfermedad cardíaca o alto riesgo de desarrollarlatendían a usar la TRH para reducir el riesgo cardíaco, "aunquenunca se demostró su utilidad para esa indicación y terminódemostrando su falta de efectividad".

FUENTE: American Journal of Public Health, diciembre del2009

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