A la Agencia de Protección de Datos (AEPD) no le ha bastado con poder ojear los servidores de Google para analizar la información que recogieron sus coches de los ciudadanos. Quiere también que le entreguen los discos duros para que sus técnicos los examinen antes de decidir si sanciona o no al buscador.

Tras saberse que los vehículos de Google que recorren el mundo tomando fotografías para su servicio Street View también grabaron datos de las redes WiFi de los vecinos, la AEPD y otra decena de agencias de protección de datos de varios países abrieron investigaciones a la compañía por una posible vulneración del derecho a la privacidad. Google se comprometió a facilitarles un acceso online para que pudieran consultar qué tipo de información habían recogido, según ellos, debido a un error.

Los inspectores de la AEPD pudieron ver los datos a través de una plataforma montada al efecto en la sede española de Google, en la torre Picasso de Madrid. Pero a las principales agencias europeas no les ha bastado con esta conexión y quieren que Google les entregue una copia de los discos duros donde almacenan los datos. El director de la AEPD, Artemi Rallo, dijo en una entrevista a The New York Times que habían solicitado los discos la semana pasada. Este extremo fue confirmado ayer por Google en España. Su equipo legal está ahora estudiando el requerimiento. Las agencias de protección de datos de Francia y Alemania también los quieren.

Google ha reconocido que estos datos están alojados en los servidores de su sede central en Mountain View (California). Si se cumplen las reglas del peritaje informático, el buscador, que tiene registrada esta transferencia de datos personales ante la AEPD, tendría que copiar los discos duros y enviarlos a varias capitales europeas. Aunque los inspectores de la AEPD tienen la consideración de autoridad pública y la potestad de hacer registros en las empresas, su competencia no alcanza al territorio estadounidense.