Este artículo se publicó hace 13 años.
El avión más grande del mundo llegará al espacio
Paul Allen presenta un proyecto para el transporte de pasajeros a la órbita terrestre
Paul Allen, cofundador de Microsoft, tiene un plan para llegar al espacio. Su propuesta es construir el avión más grande del mundo y adosarle un cohete que, a la altura precisa, encenderá sus propulsores para abandonar la Tierra mientras la nave nodriza vuelve a casa. Allen explicó el martes en rueda de prensa que, a finales de esta década, su nave funcionará como vehículo para llevar al espacio cargamento y personas.
"Quiero seguir forzando las fronteras de lo posible", dice Allen en la web de Strato-launch Systems, la compañía que ha fundado para llevar a buen puerto el proyecto.
La iniciativa llega tras la jubilación este año de los transbordadores de la NASA, la única nave tripulada made in USA capaz de llegar al espacio. El testigo lo están tomando compañías privadas que planean cohetes y naves para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) o para poner en órbita satélites públicos o privados, lo que aporta beneficios más jugosos. El avión de Allen tendrá una envergadura de 117 metros, con lo que batirá al HughesH-4 Hercules, que con 97,5 metros entre alas es el actual campeón.
El H-4 fue construido por Howard Hughes, otro magnate de la ingeniería y el cine de Hollywood. El objetivo de la nave era llevar gran cantidad de tropas y material desde EEUU a Europa durante la II Guerra Mundial. Estaba hecho de madera (lo apodaron "el ganso de pino") y lo movían ocho motores. El colosal proyecto se terminó ya finalizada la contienda y sólo voló una vez.
Allen se enfrenta ahora a una empresa más ambiciosa, aunque llega con buenas referencias. En 2004, él y su socio Burt Rutan lograron el primer vuelo privado al espacio a bordo del SpaceShipOne, que, como entrenamiento, rompió por primera vez la barrera del sonido el 17 de diciembre del año anterior, cuando se cumplía un siglo del primer vuelo en avión de los hermanos Wright. Aquella nave iba acoplada al White Knight, un avión encargado de elevar bajo su panza la nave espacial a la altura suficiente para abandonar la Tierra.
El nuevo artefacto de Stratolaunch es similar, pero de talla XXL. El avión nodriza pesará casi mil toneladas que se elevarán gracias a seis motores prestados de dos Boeing 747 que la empresa de Allen tiene previsto adquirir. A unos 9.000 metros de altura, el avión se desprenderá del cohete que lleva bajo su única gran ala y que va a fabricar SpaceX, compañía impulsada por otro magnate, en este caso de internet (Elon Musk), y que ya tiene contratos con la NASA para realizar vuelos espaciales de prueba a la ISS en sus cohetes Falcon-9.
"La idea es reducir al máximo el coste, así que prescindir de la primera etapa de un cohete, que es la más cara, supone un precio por misión mucho menor", explica a este diario un ingeniero espacial español. Al contrario que los cohetes, el avión de Allen es 100% reutilizable y podría despegar desde varios sitios, lo que ofrece más versatilidad. Allen explicó el martes junto a su socio Rutan que el avión estará listo para su vuelo de prueba en 2015. Un año después, se lanzará el primer cohete.
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