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"Gallardón no me ha contestado"

El biólogo apremia al alcalde de Madrid a que cumpla su promesa electoral: ampliar la institución dentro del gran eje cultural de la capital

MANUEL ANSEDE

Al elefante africano que recibe a los visitantes en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) no le salen las cuentas. La institución, en la que trabajó como becario el director de cine Luis Buñuel, posee una colección de diez millones de piezas y sólo dispone de 11.000 m2. En el decano de los museos españoles, fundado en 1752, cada pieza cuenta con una superficie expositiva de 11 cm2. Y ahí no cabe un diplodocus.

El alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, aprovechó las penurias espaciales de la institución para incluir la ampliación del MNCN en su programa electoral en las últimas municipales. Pero, de momento, no ha cumplido. El director del Museo, Alfonso Navas (Madrid, 1953), reivindica la labor del centro. Y pone ejemplos.

En los últimos meses, los investigadores del MNCN han descubierto que los neandertales podían hablar, han apuntado la posible existencia de linces en Madrid y Castilla-La Mancha, y han validado la hipótesis de Haldane, fundamental en la Teoría de la Evolución. Además, 200.000 visitantes contemplan cada año su megaterio: el primer mamífero extinguido cuyo esqueleto fue montado.

Por todo ello, Navas lo tiene claro: “Si fuéramos el Museo de Londres, nuestro elefante africano tendría una sala de 1.000 m2”.

¿Ha llamado a Gallardón para preguntar ‘qué hay de lo mío’?

Gallardón habló en marzo de su interés por ampliar el Museo a costa de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales. Yo le estoy muy agradecido por su interés, pero le remití una carta el pasado mes de julio para presentarle nuestras previsiones de futuro y los logros de la institución en investigación, y todavía no me ha contestado.

Parece difícil poner de acuerdo a Esperanza Aguirre, Gallardón y Zapatero...

Nosotros exigimos, con toda la cortesía necesaria, que las administraciones implicadas se pongan de acuerdo y faciliten el desarrollo potencial de este museo. El Prado nos da una envidia absoluta porque con esta institución no hay problemas de fondos. Allí se puede hacer lo que haya que hacer. Nos llama mucho la atención la falta de apoyo que tienen las instituciones científicas a la hora de ampliar el museo decano de todos los museos españoles.

¿Se nota que los políticos son de letras?

Se nota que son de letras y también la falta de consideración de que la ciencia también es cultura. Estamos en una sociedad científica y tecnificada, así que es fundamental apoyar instituciones encargadas de educar en el campo científico y tecnológico.

¿Y si Gallardón no cumple su promesa electoral?

El problema es que el MNCN y la Escuela de Ingenieros no dependen de Gallardón. Aun así, el alcalde de una ciudad que aspira a los Juegos Olímpicos de 2016 puede hacer muchísimo, utilizar su influencia para apoyar este museo. Ya hemos pasado todos los exámenes. Después de la Guerra Civil, el MNCN estuvo al borde de la desaparición y se mantuvo en un estado calamitoso hasta el resurgir de los ochenta. Creemos que ha llegado el momento. Hemos superado todos los exámenes y la sociedad debe implicarse para que Madrid tenga el museo de historia natural que se merece en el siglo XXI. Hay dinero para el soterramiento de la M-30 y para la ampliación del Prado, así que no es un problema económico.

A veces, más que por falta de voluntad, parece una cuestión de ignorancia científica, como demostró Rajoy con el cambio climático.

A mi modo de ver, Rajoy sólo ha expresado una controversia que también existe. En el PP, habrá gente que opine que el cambio climático es muy importante y otros pensarán que no lo es tanto. Pero en este tema es fundamental dejar hablar a los expertos. El error de Rajoy es no dar mayor consistencia a la opinión de los científicos.

¿Ha tenido que renunciar a donaciones por falta de espacio?

Sí, hemos renunciado a colecciones de cazadores, de geología, de moluscos... Hay colecciones que acogeríamos con mucho gusto si tuviéramos espacio.

¿Tiene sentido exponer pingüinos disecados en el siglo XXI si se pueden ver vivos en los zoológicos?

Siempre vamos a estar en el mismo debate. Ya no se naturalizan animales. Casi es de mal gusto matar para naturalizar. La cuestión es el significado que tienen las piezas antiguas que durante años han servido de ilustración y han creado una huella emocional en los ciudadanos. Esos animales naturalizados representan una época de los museos, en la que la taxidermia alcanzó un valor equivalente al del arte en España.

¿Veremos al último lince disecado en el MNCN?

No lo sé. En Castilla-La Mancha, acaban de reconocer la presencia física del lince, previamente detectada por los análisis hechos en el Museo de algunos excrementos. Y también hemos identificado como excrementos de lince unas muestras recogidas en Madrid por investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos. Puede que la situación no sea tan dramática.

Hace poco, hubo una gran polémica con el robo de mapas en la Biblioteca Nacional. ¿Un museo convive con los hurtos?

Sí, convive con los robos. El ejemplo de Bagdad es paradigmático. Hace dos años, me llamó un español para ofrecerme piezas del Museo de Bagdad. Nos ofrecen dinosaurios de Mongolia, huevos de dinosaurio de China... En Varsovia, hay un gran mercado de meteoritos. Nos los ofrecen por internet o directamente nos llaman. Hay mucho desaprensivo. Este comercio ilegal no existiría si no hubiera compradores.

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