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'Las Bárbaras', una mirada al feminismo cumplidos los 65

Lucía Carballal estrena en el Teatro Valle-Inclán su última obra, una reflexión sobre la importancia de la amistad y un homenaje a una generación de mujeres que hubo de enfrentarse por primera vez a dilemas todavía en disputa. 

Un instante en 'Las Bárbaras'.- marcosGpunto (CDN)

Esta es la historia de Carmen, Susi y Encarna, todas rondando los 65 años. Nos falta Bárbara, la más joven de este grupo de amigas, fallecida con tan sólo 35 años. Su muerte les dejó sin compañera de mus y, lo que es peor, con un puñado de interrogantes de esos que te hacen mirar el espejo para ver en qué te has convertido.

Renuncias, dilemas, frustraciones, deseos insatisfechos y alguna que otra esperanza, desfilan por Las Bárbaras, un retrato sobre esa generación de mujeres que rompieron con patrones cuando el feminismo estaba en ciernes en nuestro país. Un feminismo escrito a tientas, sin alharacas, ajeno todavía al necesario rearme que vivimos en la actualidad.

Con texto de Lucía Carballal, y con dirección de Carol López, se estrena en el teatro Valle-Inclán, dentro de la programación del Centro Dramático Nacional, una obra que indaga en las luces y sombras de una generación –la del baby boom– que hubo de enfrentarse por primera vez a dilemas todavía en disputa. "Fueron ellas las pioneras a la hora de decidir cómo colocarse frente al trabajo, la maternidad o el matrimonio, interrogantes a los que, en cierto modo, seguimos respondiendo", explica Carballal. 

Amparo Fernández, Mona Martínez, Ana Wagener y María Rodés (que será sustituida los días 20 y 24 de octubre por Tulsa) componen el elenco de una representación que, contra todo pronóstico, pone bajo los focos a unas protagonistas harto inusuales: "Apenas se habla de ellas, muy pocas veces su voz y sus historias suben a nuestros escenarios, cuando curiosamente son nuestras más numerosas espectadoras y lectoras".

'Las Bárbaras'.- marcosGpunto (CDN)

'Las Bárbaras'.- marcosGpunto (CDN)

A modo de espoleta, la muerte de Bárbara desencadena una catarsis sobre las tablas. Aquellas mujeres educadas bajo el franquismo, que vivieron su madurez durante la Transición, se enfrascan en dudas y reafirmaciones en torno a un bagaje no siempre tenido en cuenta. "Muchas mujeres de esta edad sienten que la generación posterior no ha reivindicado lo suficiente lo que ellas han hecho, como si las hubieran relegado a una cierta invisibilidad", apunta Carballal.

Es ahora, en plena eclosión del movimiento feminista, cuando sus biografías buscan un reflejo del que no siempre se sale bien parado. Una mirada atrás que incumbe también a las nuevas generaciones, no en vano sus hallazgos y conquistas fueron roturando un terreno en su día baldío. "No pretendo con esta obra plantear una crítica al feminismo actual, sino entrar en los matices y en las dudas que muchas mujeres de mi edad podemos tener, como si a través de estas protagonistas intentara reflexionar por qué es tan difícil que una vida sea modélica bajo el escrutinio del feminismo".

Y frente a ese examen de conciencia nadie está libre de pecado. Saldar cuentas con uno mismo y con lo que fue nunca está de más, Carballal lo sabe bien y somete a sus protagonistas a las preguntas que no quisieron (o no pudieron) hacerse. Lo hace consciente de que no hay grandes verdades, ni heroínas que no carguen con un palé de contradicciones. "No quería dar una respuesta unívoca a todas las cuestiones que plantean los personajes, y que de algún modo siguen estando vigentes para las mujeres de mi generación, tales como la maternidad o las decisiones profesionales, también sobre el feminismo, un feminismo que nos exige esa revisión constante de nuestras decisiones y apuestas vitales”, apostilla la autora.

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