Un mamarracho patético o un tipejo de voz ridícula: Franco, un personaje (malo) de película
Un mamarracho patético, un tipejo de voz ridícula o un individuo con violentos arranques de ira, Franco ha sido un personaje recurrente en el cine español, que con los retratos que ha hecho del monstruo ha denunciado y revisado tantos años de represión y muerte. Ahora vuelve en 'La cena', de Gómez Pereira.

Madrid--Actualizado a
Franco firmó más de diez condenas a muerte al día durante los diez primeros años de dictadura. Los muertos en la guerra, los que terminaron sus vidas en las cárceles y en los campos de concentración, los asesinados en los siniestros paseíllos… engordan esta lista aterradora. Víctimas de un monstruo y de sus secuaces, mujeres y hombres a los que todavía hoy una parte de la derecha española no quiere hacer justicia. El cine sí la ha hecho.
"La sátira es el arma más eficaz contra el poder: el poder no soporta el humor", decía Darío Fo. Y Manuel Gómez Pereira, como otros han hecho antes, echa mano ahora de la comedia para revisar, y denunciar, esos tiempos franquistas de represión y de muerte en La cena, adaptación de una obra de José Luis Alonso de Santos (La cena de los generales), basada en hechos históricos.

Franco quiere celebrar el final de la guerra con un banquete para sus generales en el Hotel Palace. Medina, un joven teniente, y Genaro, el maître del hotel, tienen que preparar la cena en tiempo récord. El segundo consigue convencer al primero de que necesitan a los mejores cocineros de Madrid, pero estos son todos de izquierdas y están en la cárcel. Mientras se pone en marcha el festín, los prisioneros organizan en la cocina un plan de fuga. "El caudillo se entera siempre de todo, lo ve todo, lo vigila todo". Se dice en esta comedia, en la que las risas llegan con Mario Casas y Alberto San Juan, y donde Francisco Franco es un tipejo de voz y bigotito ridículos.
Mamarracho y adefesio
Mamarracho esperpéntico, adefesio patético, el Franco que creó el actor Ramón Fontseré en ¡Buen viaje, excelencia! (Albert Boadella, 2003) era divertidísimo, una venganza cómica para tanta muerte y dolor, un repaso delirante por los últimos meses de vida del dictador que provocaba carcajadas tonificantes y sanadoras.
Justo diez años antes, había sido Juan Echanove el que había contagiado alegría y jolgorio con la fantástica interpretación de Franco que hizo en Madregilda, de Francisco Regueiro. Le valió el Goya al mejor actor principal, la Concha de Plata en San Sebastián, el premio Ondas y el Sant Jordi. Reconocimientos de un público feliz de poder troncharse con lo que había desencadenado tanto sufrimiento.
"Y estoy en todos los sellos y en todas las pesetas y en todos los duros y en todos los cuadernos de las escuelas y si yo digo que le levanten a usted una estatua, pues van y se la levantan", decía aquel Franco de cine a su padre (Fernando Rey), que le preguntaba "¿Y qué eres ahora?". "Caudillo / No conozco ese cargo / Es un cargo nuevo".
En la piel de un comunista
Habían pasado 11 años desde la muerte de Franco, cuando éste apareció como personaje protagonista en una película de ficción y fue Juan Diego, un comunista convencido, actor comprometido con la izquierda hasta el final, quien se puso el uniforme de dictador en Dragon Rapide (1986), la película de Jaime Camino que narraba la preparación de la insurrección del 17 de julio del 36.
Antes, había sido un personaje, en manos del actor Bartomeu Olsina, en Companys, proceso a Cataluña (Josep Maria Forn, 1979) y en la insultante… Y al tercer año, resucitó, una película de 1980, de Rafael Gil, sobre el libro de Fernando Vizcaíno Casas, en la que José Nieto encarnó a Franco. Afortunadamente, ni resucitó ni lo hará, a menos que sea en la ficción.
Probándose unos suspensorios
Ha habido unos cuantos Francos más en las ficciones españolas. El dictador interpretado por Xavier Deltell se probaba unos suspensorios en Operación Gónada (Daniel F. Amselem, 2000), el argentino Pepe Soriano hacía doblete, era Franco y su doble, en Espérame en el cielo (Antonio Mercero, 1988), Juan Viadas le daba vida en la excesiva Balada triste de trompeta (Álex de la Iglesia, 2010) y el papel recaía en Santi Prego en Mientras dure la guerra (Alejandro Amenábar, 2019).
En televisión, Franco ha estado en manos de intérpretes como Manuel Alexandre (20-N: los últimos días de Franco), Carlos Areces (Tarancón: el quinto mandamiento), Francisco Merino (Adolfo Suárez, el presidente), Eduardo McGregor (Sofía), Jesús Castejón (Carta a Eva) o Francisco Vidal (Alfonso, el príncipe maldito).
Y muy pronto volverá al cine en la película que rueda estos días Gerardo Herrero, Carta blanca, una historia de locura y muerte en la Guerra del Rif.







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