Pasionaria según Amparo Climent: "Su gran hito fue la ruptura con Stalin cuando descubrió sus crímenes"
El documental 'Dolores Ibárruri. Pasionaria' reivindica la figura del icono comunista y su lucha contra Franco.

Madrid--Actualizado a
Acunada en la cuenca minera vizcaína, Pasionaria se sacudió la tradición religiosa, el carlismo de su familia paterna, la falta de educación y el machismo imperante en la época para convertirse en una gran figura de la política española, cuyo ideario se forjó en la mina, en la huelga general de 1917 y en las casas del pueblo del PSOE y la UGT.
Dolores Ibárruri (Gallarta, 1895 - Madrid, 1989) adoptaría el seudónimo Pasionaria para publicar artículos en el periódico El Minero Vizcaíno y no incomodar a sus padres y hermanos, molestos con su matrimonio con Julián Ruiz, un minero socialista que la introdujo en el obrerismo y a quien dejó en Euskadi para trabajar en la redacción de Mundo Obrero.
Antes de instalarse en Madrid en 1931, trabajaba como ama de casa, aunque tuvo que sacar adelante a sus seis hijos cuando su marido, represaliado por la patronal, era encarcelado. Pasionaria no comulgaba con el estereotipo del ángel del hogar en un tiempo donde el hombre frecuentaba la taberna mientras la mujer permanecía en la cocina.
Esclavas sin derechos, ellas también debían tener un empleo y un sueldo, luchar contra la explotación laboral, transformar la vida de miseria a la que eran sometidos los mineros y, de paso, denunciar la situación de las mujeres, forzadas a apuntalar la casa a cambio de sufrimiento: el marido, los niños, la huerta y las bestias, un jornal de 24 horas sin salario.
Nace así Pasionaria, estandarte de la revolución marxista y la emancipación femenina, impulsora desde la Secretaría Femenina del Partido Comunista de España de la Agrupación de Mujeres Antifascistas, precursora del Frente Popular y, tras el golpe fascista de 1936, icono de la resistencia popular en defensa de la Segunda República.
Pasionaria es hermana, porque espolea a las mujeres para que voten a la izquierda y dejen de ser siervas del hombre, aunque también madre de la España roja, harta de que sus congéneres solo sean útiles "para procrear carne de cañón". Enlutada, ha perdido a cuatro hijas entre 1916 y 1928, mientras que Rubén moriría en la defensa de Stalingrado.
"Las mujeres de España estamos sufriendo y luchando y estamos preparadas para morir en lugar de permitir que el fascismo triunfe", escribe en Pravda un año después de estallar la guerra civil, donde cree que ellas también deben cumplir con los deberes que imponen las circunstancias, pero con los mismos derechos que los hombres.
Vicepresidenta de la Federación Democrática Internacional de Mujeres desde 1945, Dolores Ibárruri proyecta su discurso no solo hacia las españolas, sino también a las mujeres alemanas, inglesas o soviéticas. Hermana universal, pues, al tiempo que madre protectora de las milicias y tropas leales a la Segunda República, a las que arenga en el frente.
"Es la nueva Agustina de Aragón de la España antifascista", escribe Diego Díaz en el libro Pasionaria, la vida inesperada de Dolores Ibarruri (Hoja de Lata). Sin embargo, Mario Amorós, autor de la biografía ¡No pasarán! (Akal), matiza su feminismo, pues ella consideraba que el comunismo ya implicaba la lucha por la igualdad y los derechos de las mujeres.
Odiada por la derecha por encarnar la militancia comunista y la emancipación de la mujer, el PCE tampoco vio con buenos ojos su relación con el camarada Francisco Antón, más joven que ella, aunque tras su exilio a la Unión Soviética tomará las riendas del partido antes de regresar a España tras la muerte de Francisco Franco y ser elegida diputada por Asturias.
Una vez más, su figura vuelve a ser reivindicada por la documentalista Amparo Climent en Dolores Ibárruri. Pasionaria (Bowfinger) que incluye entrevistas a Cristina Almeida, Enrique Santiago, Carmen Calvo, Willy Meyer, Julieta Serrano, Mario Amorós, Irene Falcón o su nieta Lola Ruiz Ibárruri, hija de Amaya, fallecida en 2018.
- La mina vizcaína marca a Dolores Ibárruri. Sin ese poso obrero, ¿existiría Pasionaria?
- Sí, porque era una mujer con un pozo de lucha muy metido en las entrañas.
- Pero ella se politiza tras observar las condiciones en las que viven y trabajan los mineros y sus mujeres, "un existir animal" que no permite pensar "en nada más que en un yantar de bestias".
- Además, trabajaban en una mina a cielo abierto menos de la mitad de los días del año, por lo que el salario no alcanzaba. Como las mujeres se lamentan de que no es suficiente para sobrevivir, Pasionaria dice: "No hay que llorar, hay que luchar". Esa es su máxima para cambiar las condiciones laborales de los trabajadores, de los mineros y de las mujeres.
- De hecho, la propia Dolores Ibárruri deja de estudiar a los quince años para contribuir a la economía familiar.
- Y luego, cuando se casa, tiene que sacar a sus hijas adelante porque su marido es sindicalista y lo encarcelan continuamente. Entonces, hace lo que sea, desde servir hasta coser, para llevar la comida a casa. Y cuando cuatro de sus hijas (Esther, Amagoya, Azucena y Eva) fallecen en Gallarta en unas condiciones muy penosas, no tenía dinero ni para los ataúdes, por lo que las enterró en unas cajas que le dio el tendero. Su vida fue muy dolorosa.
- Aunque también sufrió el machismo dentro del PCE, ha sido admirada por la izquierda y generado el odio de la derecha. ¿Cree que también influyó que no solo fuese una destacada comunista, sino también una mujer?
- Por supuesto. Dolores Ibárruri no solamente luchaba por los derechos de los trabajadores, sino también por conseguir la igualdad para las mujeres, porque creía que estaban tan preparadas para las tareas políticas como los hombres. Cuando llegó al Parlamento, tuvo un enfrentamiento con el líder de la derecha más reaccionaria. Ella apenas había estudiado, al contrario que el resto de las diputadas, personas cultivadas y con carreras. Pese a ello, es capaz de enfrentarse a José María Gil-Robles en un debate muy profundo y contundente. La derecha la odiaba por ser comunista, por ser mujer y por su discurso tan potente.
- El 16 de julio del 36, Pasionaria rebatió en el Congreso el discurso del líder de la CEDA tras ser acusada de que su oratoria respondía a las instrucciones de Moscú. "Eso es una imbecilidad y una estupidez", comentaría años después en una entrevista. "En cualquier caso, mi oratoria llega de la iglesia. Porque yo era muy católica y asistía a todas las misas mayores donde los sacerdotes hacían los grandes discursos. Y además porque me gustaba mucho leer los discursos de las grandes gentes que había habido en nuestro país. Y aprendí un poco a hablar a la gente".
- Dolores era una mujer con una inteligencia natural brutal, lo que la lleva a observar, a escuchar y a absorber de los sacerdotes esos discursos, esos matices, esas pausas y esos giros en las palabras y en la voz. Sus grandes discursos le vienen de la iglesia, porque era católica, aunque además lee mucho y se empapa hasta de El capital, de Karl Marx. O sea, era una mujer muy inteligente, pero no había tenido posibilidades de estudiar, por lo que aprende de los grandes oradores que podía escuchar: los curas.
- Su alocución del "No pasarán" es considerado como uno de los grandes discursos políticos del siglo XX.
- Sí, es un discurso mítico a nivel internacional por cómo está escrito y narrado, así como por las imágenes que utiliza para animar a la lucha y a parar el fascismo, producto de esa energía y de esa verdad que tenía Dolores.
- Pese a que no se reconocía como tal, ¿podemos hablar de Pasionaria como una de las precursoras del feminismo o, al menos, de un feminismo socialista o comunista?
- El feminismo es feminismo, aunque en ese momento no se utilizara el término. Cuando todavía estaba en la mina de Gallarta, ya decía que las mujeres debían hacer lo mismo que los hombres y también gozar de sus derechos. Y cuando se va a Madrid, tiene un puesto de responsabilidad dentro del PCE y crea la Agrupación de Mujeres Antifascistas, se convierte en una precursora en los derechos de las mujeres.
- Denunció que la derecha quería a la mujer sometida "en la iglesia, en la cocina y en la cama", frente a los derechos que ella exigió durante la campaña electoral de febrero del 36: al trabajo, a la igualdad de salarios, a los permisos de maternidad, etcétera.
- Tenía muy claro que las mujeres debíamos ser libres y tener exactamente los mismos derechos que los hombres. La cultura del macho lo impedía y por eso lucha para que las mujeres disfruten, como seres humanos, de esos derechos.
"Pasionaria era una mujer con un pozo de lucha metido en las entrañas"
- Entre 1916 y 1928 perdió a cuatro de sus seis hijos. Y en 1942, a Rubén, su favorito y único varón, en la batalla de Stalingrado. Esa "maternidad trágica" está presente en su discurso político, donde apela a la solidaridad internacional entre las mujeres.
- La figura de Dolores Ibárruri cobra mucha fuerza a partir de la guerra civil. Los enviados especiales que la cubren ven a una mujer alta, grande, vestida de negro, con ese moño bajo, el pelo blanco y esos pendientitos, con una fuerza brutal en sus discursos, con esa energía y a la vez esa simpatía y cercanía… Con su sabiduría, apeló a todas las mujeres para ser libres y reivindicar sus derechos. Y, así, fascinó al mundo y atravesó todos los países.
- Cuando falleció, Julio Anguita se despidió de ella con estas palabras: "Duerme, compañera Ibárruri. Reposa, camarada Pasionaria. Descansa, presidenta. Sueña dulcemente, madre Dolores". Madre de los soldados republicanos durante la guerra y madre coraje que denuncia las injusticias contra el pueblo.
- Dolores nunca empuñó un arma, ni disparó un tiro. Sin embargo, se creía en la obligación de tener que animar a esos hombres y mujeres que estaban luchando para defender la Segunda República. Entonces, ella iba adonde hubiera que ir, incluido el frente de guerra, donde transmitía a los soldados una cercanía emocional y personal. Por eso la veían como una madre muy entrañable.
- El Frente Popular, la defensa de la Segunda República, la lucha contra el nazismo y el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, la oposición al franquismo, su regreso del exilio soviético en democracia, su llegada al Congreso con Rafael Alberti... ¿Cuál fue el gran hito de Pasionaria?
- Uno de los hitos más importantes fue la ruptura con Stalin, quien era un dios para el movimiento socialista. Sin embargo, cuando se descubren sus crímenes, ella inmediatamente rompe relaciones y nunca más vuelve a hablar de Stalin. Fue un paso muy importante, aunque también hay que destacar su papel durante la guerra civil y su lucha por la defensa de los trabajadores y de las mujeres.







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