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Netflix 'Paquita Salas', reinventándose y divirtiendo en su tercera temporada

Netflix estrena este viernes la tercera temporada de ‘Paquita Salas’, en la que Javier Calvo y Javier Ambrossi se proponen, consiguiéndolo, divertir y hacer reflexionar a partes iguales.

Brays Efe interpretando a Paquita Salas. / NETFLIX

Tras la montaña rusa que supuso la segunda temporada de Paquita Salas, la representante de actores con más mala suerte y mejor corazón del panorama seriéfilo regresa con las pilas cargadas, su agenda prácticamente vacía y una buena dosis de temas candentes sobre los que reflexionar.

Punto de partida, aquel mazazo emocional que supuso el último episodio de Paquita Salas hasta hoy fue un auténtico viaje a la desolación y la tristeza más absolutas. Tras una temporada mucho más intimista que la primera y menos festiva, la fundadora de PS Management decidió tirar la toalla. Junto a ella, viviendo sus fracasos profesionales y personales uno tras otro, el espectador aprendió que a veces no queda otra que rendirse y gritar "hasta aquí, ya no puedo más". Y no pasa nada, porque reconocer la derrota no tiene por qué considerarse un acto de cobardía, sino todo lo contrario. Paquita demostró ser una persona tremendamente valiente cuando más tocaba serlo. Con su vida en una caja, emprendió el camino del cambio. Todo quedó en el aire. Y después… ¿qué?

Toca reinventarse para volver al ruedo. La vida de jubilada no va con ella

A ese ‘después’ convertido en ‘ahora’ se le hace frente en el arranque de una nueva temporada que recupera la personalidad arrolladora y por momentos cómica de la mujer que siempre ha sido su motor principal para lanzarse de nuevo al vacío de intentarlo una vez más. Toca reinventarse para volver al ruedo. La vida de jubilada no va con ella. No le faltan ganas y fuerzas pero sí apoyos y actores a los que representar, como le echan en cara sus compañeros de profesión. Pero Paca está dispuesta a dar más guerra. Y una cosa tiene clara, a esfuerzo no le gana nadie.

PS Management muta en Nuevo PS. Si en los tiempos que corren lo que se lleva son los youtubers, los influencers y los cortometrajes, pues será lo que haga. Pero reinventarse, y más cuando se es una mujer de cierta edad, no resulta sencillo. El primero de los tres episodios facilitados por Netflix a los medios antes del estreno gira en torno a eso, al resurgir de Paquita Salas y de su vida como representante. Al mismo tiempo, con la aparición del personaje de Macarena Gómez, se explora la inseguridad en el mundo del espectáculo y esa crisis que afecta a ¿todos? los actores en algún momento de su carrera. Se recupera el humor, las frases que hacen tan genuina a su protagonista y, aunque no hay torreznos, si hacen acto de presencia churros y porras.

Una vez expuesto por dónde van a ir los tiros en este regreso a pequeña escala -ella lo llama gourmet- y con solo dos representadas en su cartera -las inefables Lidia San José y Belinda Washington-, la serie creada por Javier Calvo y Javier Ambrossi se mete de lleno en terrenos tan peliagudos como interesantes. Se lanza a ellos de cabeza y, además, sale de airosa, reforzada y dejando un poso de crítica y debate realmente potente. Sin casi darse cuenta, en el segundo episodio, Edwin, el espectador se encuentra inmerso en la polémica que genera que la historia de un transexual sea interpretada por una actriz no transexual. ¿A alguien le suena la historia de Scarlett Johansson y el papel que acabó declinando?

De regalo, en el mismo capítulo y en menos de media hora de metraje, una ventana a todo ese odio e infierno gratuito en el que puede convertirse Twitter. Algo que los Javis han sufrido en carne propia en más de una ocasión. Saben de lo que hablan y por eso el tema es abordado de una manera tan eficaz y sincera abriendo en canal el problema para exponerlo tal y como es. La forma tan única de Paquita Salas de vivirlo sin comprenderlo convierte esa escena en una de las mejores. Una parte de ella está en el tráiler. ¿Haters? Ella no los llama así. “Yo los llamo hijos de puta”, grita. Así, con todas la letras y sin paños calientes, como es ella.

El siguiente capítulo, B-Fashion, supone la recuperación de uno de los personajes más sorprendentes de la segunda temporada, Bárbara Valiente (Terelu Campos). Con él el guion se mete de lleno en aspectos tan íntimos como la confianza en uno mismo y en el talento propio con un mensaje claro que lo da uno de los mejores cameos de la primera mitad de este regreso. Básicamente lo que viene a decir es que no se haga demasiado caso a las opiniones de los demás sobre el trabajo propio y que si se está satisfecho con él, adelante. Eso y que lo intenso no tiene porque ser mejor y más artístico que lo cómico.

Nuevas y viejas caras conocidas

Entre las novedades que sí se pueden contar de esta tercera temporada de Paquita Salas se encuentra la participación en la misma de Isabel Pantoja, que presta su voz a la sintonía tomando el relevo de Rosalía y Sergio Dalma. Este hizo una versión especial para uno de los episodios de la segunda. Los arreglos son de Luis Cobos. Una cabecera con el singular estilo de la tonadillera que incluye su imagen animada, como todas las demás, por el ilustrador Ignasi Monreal.

En cuanto al reparto, no faltan los habituales Brays Efe (Paquita Salas), Belén Cuesta (Magüi), Lidia San José (como Lidia San José), Anna Castillo (Belén), Álex de Lucas (Álex) y Yolanda Ramos (Noemí Argüelles) y cobran especial importancia en la trama capitular de la primera mitad de la temporada Macarena García, Lydia Bosch y Úrsula Corberó. Los cameos, que cada uno los descubra. Algunos responden más casi a un ‘pasaba por allí’ o ‘anda, ¿has visto a este o aquella?’, pero hay otros especialmente significativos.

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