Público
Público

Netflix 'Space Force' convierte una idea de Trump en una sátira contra él y los suyos

Netflix estrena este viernes la comedia de Greg Daniels y Steve Carell basada en la idea de la Fuerza Espacial de Trump

Space Force. / NETFLIX
‘Space Force’ hace de una idea de Trump una comedia sobre el miedo a ser el hazmerreír. / NETFLIX

Cuando el actual presidente de los Estados Unidos lanzó la idea de crear una Fuerza Espacial hubo quien lo aplaudió, quien creyó que era solo una ‘ocurrencia’ más del inquilino de la Casa Blanca y quien se lo tomó a guasa haciendo infinidad de chistes sobre el asunto. Entre estos últimos se encuentran, a tenor de lo visto en Space Force, Greg Daniels y Steve CarellS. Guionista y actor cogieron el proyecto de Trump y decidieron explorarlo y ampliarlo convirtiéndolo en una sátira del ‘trumpismo’ al tiempo que desgranan el miedo de sus protagonistas a convertirse en el hazmerreír. El resultado de todo esto llega hoy a Netflix.

Sin mencionarlo ni una sola vez –nunca se escucha el nombre de Donald Trump en los 10 capítulos de los que consta la primera temporada–, este está muy presente a través de continuas referencias a su política y su forma de actuar y pensar.

Para hacerse una idea, el líder de ese Estados Unidos que retrata la serie es un tipo que tuitea de manera compulsiva, con tendencia a las erratas y que está casado con una Primera Dama que diseña uniformes poco prácticos para quienes tienen como misión explorar el espacio. Las alusiones a personajes del mundo y la política real son un goteo constante. Desde ese jefe de prensa de apellido italiano a congresistas en los que se a ve de manera más que obvia la parodia a Nancy Pelosi y Alexandria Ocasio-Cortez, por ejemplo.

El líder del EE.UU que retrata la serie es un tipo que tuitea de manera compulsiva y con tendencia a las erratas

Percatarse de todas ellas forma parte de la diversión de ver Space Force, que no ha gozado de críticas a su favor unánimes al otro lado del charco. Quizá los críticos americanos esperaban otra cosa. ¿Algo con más mala baba? Es cierto que a veces el ritmo de la comedia decae y que, dado que parte de una idea de Trump, se podía haber hecho ‘más sangre’ en ese sentido. Sin embargo, la fotografía completa tras 10 episodios es satisfactoria. Primero, por la premisa de la que parte. Segundo, por los ya mencionados anclajes con el mundo real. Tercero, porque goza de algunas líneas de guion realmente delirantes. Y cuarto y último, por el reparto.

De los creadores de 'Upload'

Uno de los grandes atractivos de Space Force reside en los nombres involucrados en ella. Uno de sus creadores es Greg Daniels. Asociado a The Office en su versión estadounidense y a Parks and Recretation, es responsable también de la reciente Upload, estrenada este mismo mes en Amazon y que ha cosechado el aplauso del público con una segunda temporada ya confirmada. Ha sido un gran mes para Daniels después de años desaparecido de la primera línea de escritura. En esta comedia para Netflix une fuerzas y talento con Steve Carell, que, además de ejercer como creador y productor, se mete en la piel del general Mark Naird, un tipo al que no le faltan buenas intenciones y tesón.

Los personajes

No es sencilla la vida de Naird –el chiste fácil, que se hace, está en que su apellido suena muy similar a ‘nerd’–. Sus cuatro estrellas lo colocaron como el mejor candidato para liderar el proyecto de la Fuerza Espacial obligándolo a él y a su familia a abandonar Washington para mudarse a Denver. Un poco estirado, obsesivo, cabezota y con tendencia a creerse más ingenioso de lo que en realidad es, Carell logra que su personaje llegue a infundir cierta empatía cuando las cosas le salen mal. Algo que, por otra parte, le sucede a menudo.

Steve Carell, además de ejercer como creador y productor, se mete en la piel del general Mark Naird

Además, en casa no tiene una situación familiar fácil. Su mujer Maggie (Lisa Kudrow) está ausente y su hija Erin (Diana Silvers) le recrimina día sí y día no que la arrancase de su ciudad, de su vida y de su círculo de amigos para arrastrarla al desierto. A eso hay que sumar la situación de sus padres, ambos seniles, y la rivalidad que mantiene con el militar al que da vida Noah Emmerich (Kick Grabaston), deseoso de que falle para arrebatarle el puesto y siempre presto para ponerle la zancadilla.

John Malkovich en Space Force. / NETFLIX
John Malkovich en Space Force. / NETFLIX

La dificultad de hacer comedia con una situación real que ya es cómica de por sí y que aún así siga resultando divertida requiere cierto manejo del género y habilidad en la escritura que Space Force demuestra tener. Aunque a veces pinche, la relación entre el capitán Naird y el doctor Adrian Mallory como personajes es muy sólida. La química entre Carell y John Malkovich no puede negarse y juntos regalan algunas de las mejores escenas de toda la serie. Son como el agua y el aceite y sus visiones chocan continuamente provocando situaciones ridículas y absurdas.

No quieren convertirse en el hazmerreír de todo un país.

Aunque lo mejor de la relación que se establece entre militar y científico es que, pese a estar en polos opuestos y parecer en ocasiones que no respetan el trabajo del otro, tienen un objetivo común: cumplir la misión de llevar a Estados Unidos a la Luna de nuevo. Ambos se juegan su carrera, su prestigio y su autoestima. No quieren convertirse en el hazmerreír de todo un país. Ni ellos, ni el resto de personajes que pululan a su alrededor.

Más allá de ellos dos, la plantilla de esta división del Ejército de Estados Unidos cuenta con una piloto de helicóptero llamada Angela Ali (Tawny Newsome) con muchas ganas de marcar la diferencia y hacer historia; un asesor en redes sociales de nombre F. Tony Scarapiducci (Ben Schwartz) que es el típico bufón metepatas y otro científico, Chan Kaifang (Jimmy O. Yang), que tiene sus pequeños momentos de gloria en algunos episodios.

Steve Carell en Space Force. / NETFLIX
Steve Carell en Space Force. / NETFLIX

En cuanto a las tramas, tratándose de una sátira espacial, no podía faltar una carrera por ver quién llega antes a la Luna. En esta ocasión la rivalidad no es con los rusos –presentes en Space Force a través de un espía con poco talento para el espionaje–, sino con los chinos. Ellos también quieren establecer una base lunar con su bandera bien grande y están dispuestos a hacer lo que sea para conseguirlo. Incluso a fichar a un astromono estadounidense varado en el espacio tras una misión de reparación fallida. Porque, por rocambolesco que parezca, Space Force cuenta con todo un capítulo dedicado a un astromono y a un astroperro que es de lo más divertido de esta primera temporada.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?