La Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid es hoy el escenario del concierto del cantautor valenciano Raimon, dentro de las jornadas conmemorativas del Mayo francés. Las invitaciones para el concierto se han agotado, pero los que no puedan asistir en persona podrán verlo a través de Internet. En 1968, Raimon se presentó por primera vez en la Complutense. La Facultad de Económicas fue testigo de un acontecimiento multitudinario, cuyo recuerdo se ha convertido en uno de tantos lugares comunes repetidos, a veces despojados de todo significado.

Raimon, Ramon Pelegero Sanchis, nace en Xátiva (Valencia) en 1940. Estudia Historia en la Universidad de Valencia y toca la guitarra. Montado en una moto y sintiendo el viento en la cara, compone una canción juvenil y religiosa, Al vent, que se convertirá en emblemática y casi en éxito.

Raimon la canta con toda su alma en un estilo claramente influenciado por el urlatore italiano Domenico Modugno. El sello Edigsa, dedicado a la música y la palabra hablada en catalán, lo editará en single en 1963, y Radio Penínsular de Barcelona lo programará con cierta insistencia. Escuchar una canción en catalán en las ondas era tan inusual que hubo oyentes catalanes y valencianos que pensaron que se trataba de un cantante occitano.

Poco después, la juventud cantaba a gritos Al Vent y Diguem no por todas partes: en el patio de los colegios de monjas, en los fuegos de campamentos... y hubo muchos que aprendieron a tocar la guitarra para cantarlas.

Paco Clavel, cantante entretenedor y especialista en los años sesenta, recuerda: Cantando en catalán, aquí la gente no le entendía y muchos le confundían con De Raymond, el facha (ahora de Los Españolisímos). Pero yo recuerdo en Madrid a los estudiantes de colegios universitarios cantando Al vent en catalán con las guitarras en plan misa postconciliar.

En la época yeyé, continúa, fue conocido por ganar el Festival, pero al final se oyó mas Sen va anar, por Salomé, aunque Raimon tuvo mas repercusión en Valencia y Catalunya.Era un símbolo de la lucha contra el franquismo.

Raimon se convirtió en un fenómeno multitudinario, llenado paraninfos, palacios de deportes y convocando a multitudes en celebraciones catalanistas. Actuó en Nueva York y la CBS francesa le editó dos discos que no salieron aquí, además de los dos de Le Chante du Monde, sello más musicológico. En 1970, descubre la poesía de Ausiàs March, que le inspira algunas de sus mejores melodías e, ironías del destino, a partir de 1974, edita sus discos en Movieplay, sello del Opus.

En los setenta, ir a un concierto era una manifestación, recuerda Álvaro Ruiz, director de Festimad. Me acuerdo, por ejemplo, del Recital de los Pueblos Ibéricos en la Autónoma, en 1976, o cualquier concierto en los colegios mayores, que muchas veces acababa en manifestación y en enfrentamiento con la Policía. Hoy, el sistema de consumo absorbe cualquier contestación, concluye. Hoy, Raimon recordará cómo contestó hace 40 años.