Este artículo se publicó hace 13 años.
Quique pide no ser destituido
El técnico, coreado por el Calderón, que cargó su indignación contra el palco
Quique Flores demoró su comparecencia en la sala de prensa del Calderón. Allí se presentó encendido tras la quinta derrota consecutiva del Atlético, algo que no sucedía desde 1942: "Me siente fuerte y feliz. Quiero estar en el barro y quiero dejarme los huevos. Si alguien me odia, de verdad, que me odie, pero que no me destituyan. Sería lo cómodo, pero el sufrimiento está aquí".
"Estoy ratificado por el presidente y por el dueño del club", dijo sin que nadie le preguntara por su continuidad. Cuando fue preguntado por ella elevó su tono y se les vislumbró acelerado, con ganas de descargar contra la prensa: "Retiro lo dicho, no me siento ratificado, no necesito ratificación alguna. Ahora la atención no tengo que ser yo, no soy más importante que el Atlético, por favor, dejen trabajar con tranquilidad".
El entrenador rojiblanco agradeció a la hinchada que coreara su nombre pese a la derrota. Las quejas de la afición fueron contra el palco desde que se marcó el 1-2. "La afición es cojonuda, desde el primer día me ha respetado", aseguró Quique, que no pudo ocultar la depresión del vestuario: "No me preocupa la táctica, mepreocupa el estado de 25 tíos que se entrenan con mucha rabia y no le dan la vuelta a esto".
Por último, instó a que alguien levante la voz contra los árbitros: "Yo no hablo de los árbitros, pero si alguien puede sin ser sancionado que lo haga. Se trata de proteger a los nuestros. Al Kun y a Reyes los revientan a patadas". El que sí se quejó de Borbalán fue Godín: "Mi expulsión ha sido una vergüenza."
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