Este artículo se publicó hace 16 años.
Rebeldes con remedio
Los geniales Van Persie, Mutu, Cassano y Anelka parecen enderezados tras un pasado errático
Era lo único que le faltaba al grupo de la Muerte: Van Persie (Holanda), Anelka (Francia), Mutu (Rumanía) o Cassano (Italia). Gente inclasificable que ha vivido la vida a su manera. Su biografía está marcada por días drásticos y amargos. Van Persie fue acusado de violación. Mutu, de positivo por cocaína. Anelka, de viajar a ninguna parte. ¿Y Cassano? Cassano es lo más parecido que queda a Gascoigne, a George Best o al peor de los que ustedes recuerden.
Hubo un tiempo en el que estos magníficos futbolistas parecían perdidos para la causa. Pero ahora florecen y prometen que nada volverá a ser lo que fue. Adrian Mutu, por ejemplo. Hoy, por fin, se siente realizado en la Fiorentina. Soy incomprable, asegura. No hay dinero que pueda moverme de aquí. Al fondo queda lo peor. El día en el que le expulsaron del Chelsea o la policía le detuvo conduciendo a una velocidad impronunciable por las calles de Bucarest. He cambiado, advierte. Soy padre de tres hijos.
Van Persie fue acusado de violación hace dos años
Hubo días peoresVan Persie, de 24 años, es más joven, pero tiene un historial que aprobaría Ridley Scott para American Ganster. Era un joven de reformatorio. Salió a tiros del Feyenoord. En 2006 fue acusado de violación. Y luego está la personalidad de uno de los zurdos que mejor recuerda a Chris Waddle por su facilidad para desbordar por la derecha. De repente, salta y se enfada con Robben porque es un chupón. Pero Van Persie promete que aquella desobediente leyenda es cosa del pasado. A Wenger, su entrenador en el Arsenal, se lo propuso: Debe creer en mí. Desde entonces, no ha vuelto a meter la pata.
Una promesa similar a la de Anelka, a día de hoy un hombre feliz en el Chelsea. Hace años no se le hubiese imaginado con una sonrisa ni en la boda de su hermana. Anelka llegó a sentirse un extranjero en París, su ciudad. Pero esos son los ecos de una biografía siempre antipática. Hoy es diferente. Anelka presume de su vida y Domenech lo ha reintegrado en el equipo nacional. Y lo motiva: Debe ser importante.
Adrian Mutu dio positivo por cocaína y fue expulsado del Chelsea
Es lo mismo que Donadoni ha hecho con Cassano, apuesta de altísimo riesgo esta. Su instinto más primitivo parece incurable. Igual escupe sin motivo que amenaza al árbitro o se queda en calzoncillos. Pero Donadoni es hombre de fe. Apela al talento de Cassano, al futbolista que impresionó en la Eurocopa 2004. Y en la duda, Cassano, tan sobrado como siempre, tranquiliza al personal: Esta vez no fallaré.
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