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Soluciones a prueba en Anoeta

Mourinho reconoce que el equipo ha encontrado respuestas para neutralizar la presión de los rivales a Alonso y para tocar mejor

LADISLAO J. MOÑINO

Mourinho derrapa ante los elogios. 'El fútbol es traicionero, hay que estar equilibrado', soltó ayer. Los halagos han llovido sobre el juego de su equipo en la última semana, pero no se fía, aunque reconoce las mejorías: 'Estamos jugando muy bien'.

El Madrid se presenta esta noche en Anoeta un estado ideal para el libreto de su entrenador. Un momento que le permite reafirmar su teoría sobre que los picos de rendimiento no existen y que se puede descansar durante los partidos. Mourinho mantiene la teoría de que durante la competición, cuando un equipo está engrasado y es capaz de resolver los partidos con rapidez, los minutos restantes pueden permitir a sus futbolistas economizar esfuerzos: 'Si haces esto tienes la posibilidad de controlar el partido de otro modo'.

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También ha conseguido Mourinho que la estructura no se resienta si juega Benzema o Higuaín, Kaká u Özil. Con todo, prefiere no fiarse: 'Ya nos tocará sufrir o tener que remontar. Me parece que este tipo de partidos como el de la Real no vamos a ganarlo en 45 minutos'. Teme Mourinho, independientemente del juego plano de la Real, que en Anoeta le espere un partido guerrillero.

En ese concepto de clan con el que maneja todo, para el portugués hay un punto de inflexión patriarcal en el renacer del equipo desde el balón: 'Se han escrito tonterías para justificar la razón por la que el Madrid ha pasado de un periodo negativo al actual. Yo me quedo con el final de Santander, donde habíamos perdido el quinto punto en tres días y en el vestuario vi a un presidente tranquilo, diciendo que tiene confianza sin límites en el equipo. Este tipo de tranquilidad en el momento negativo era lo que necesitábamos'.

Aclarado ese aspecto anímico, Mourinho también dio argumentos futbolísticos para explicarse otro fútbol que ahora enseña su equipo: 'El equipo está pensando mejor colectivamente y, defensivamente, está ganando metros porque presionamos más arriba, al mismo tiempo la intensidad de la presión acompaña a esos metros ganados'. Otro argumento de esa versión más lírica del Madrid tiene que ver con lo que es capaz de hacer con el balón: 'Estamos saliendo con una circulación más rápida, estamos más seguros en la posesión y más pacientes para que el adversario se abra.Antes éramos un equipo que perdía muchos balones en primera cuando Xabi Alonso era bloqueado. Ahora ya no es un problema. Somos un equipo con más opciones, ya no somos tan previsibles'. Una de esas soluciones que ha encontrado Mourinho es hacer jugar a Di María por dentro. Le hace moverse de un lado a otro, casi en horizontal. Si descarga un pase en corto, acompaña la circulación, sigue la jugada de cerca, igual que Kaká. El resultado es que ahora el Madrid sí junta jugadores alrededor de la pelota en poco espacio.

Ese Di María más interior que extremo y las bandas, para los laterales son algunas de las soluciones para que a su equipo no sólo le fluya el juego en las contras y mejore su fútbol. Aunque tampoco se olvida de su veta resultadista: 'Ganar y ganar es la mejor medicina'.

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