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El BCE espera que los salarios aupen la inflación, pero mantendrá todavía los estímulos

Mario Draghi pide en el Europarlamento crear una autoridad europea contra el lavado de dinero

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, antes de su comparecencia de la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo. EFE/ Olivier Hoslet

EFE

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo este lunes que espera que la inflación aumente impulsada por el alza de los salarios, pero confirmó que mantendrán su programa de compra de bonos hasta final de año y los bajos tipos de interés actuales durante el verano de 2019.

En una comparecencia en la Eurocámara, Draghi explicó que prevén que la inflación, que en agosto se situó en el 2%, alcance el 1,7% cada año desde ahora hasta 2020, un "perfil estable" detrás del cual se encuentra un "aumento relativamente vigoroso de la inflación subyacente".

El presidente del BCE indicó que esperan que la inflación subyacente -que mide la evolución de los precios de consumo excluyendo los de alimentos y energía- "aumente más en los próximos meses conforme el endurecimiento del mercado de trabajo eleva los salarios".

El crecimiento anual de los salarios negociados aumentó del 1,5% en 2017 al 1,7% en el primer trimestre de 2018 y al 2,2% en el segundo, y el BCE confía en que el aumento continúe, dijo Draghi.

Aunque "débil", señaló, la inflación subyacente "ya ha estado aumentando" por la mayor presión de los precios domésticos.

A la vista de estos desarrollos, el ente emisor europeo decidió este mes reducir el ritmo de sus compras de activos a 15.000 millones de euros al mes a partir de octubre y hasta final de año, cuando pondrá fin al programa de compra de bonos si se confirman sus expectativas.

"Anticipamos que, si los próximos datos confirman nuestra perspectiva de inflación a medio plazo, pondremos fin entonces a nuestras compras", indicó Draghi.

Con todo, el dirigente del BCE insistió en que "esto no significa que nuestra política monetaria dejará de ser acomodaticia" y subrayó que mantendrán también los tipos en los niveles actuales históricamente bajos "al menos durante el verano" de 2019.

"Para que nuestras expectativas de un aumento de la inflación se materialicen, tenemos que seguir siendo pacientes, prudentes y persistentes a la hora de calibrar nuestra política monetaria", incidió.

El BCE mantiene el tipo de interés al que presta a los bancos a una semana en el 0%, cobra a los bancos un 0,4% por el exceso de sus reservas a un día (facilidad marginal de depósito) y les presta a un día al 0,25% (facilidad marginal de crédito).

En cuanto a la situación de la economía en la eurozona, Draghi señaló que el BCE espera que está siga creciendo "con una base amplia", pese a que la institución rebajó este mes sus previsiones de crecimiento al 2% para 2018 y al 1,8% en 2019, en ambos casos una décima menos que en junio.

El jefe del ente emisor destacó que los riesgos para la eurozona son "en general equilibrados", "aunque las amenazas de proteccionismo, vulnerabilidades en mercados emergentes y volatilidad en los mercados financieros se han hecho más prominentes recientemente".

Si bien las turbulencias en economías emergentes como Argentina o Turquía no representan un "riesgo material" para el conjunto de la eurozona, el impacto de las medidas proteccionistas no se podrá evaluar totalmente "hasta que se conozca el alcance de la escalada" entre países, indicó Draghi.

En otro orden de cosas, el presidente del BCE abogó por crear una autoridad europea para vigilar el lavado de dinero, puesto que el sistema actual, en el que el control está en manos de las diferentes autoridades nacionales, "no funciona".

"Debería haber una autoridad contra el lavado de dinero europea para asegurar la visibilidad total de lo que está ocurriendo en la eurozona", dijo Draghi al ser preguntado por los recientes escándalos de lavado de dinero en bancos de Letonia y Estonia.

Consideró que "está bastante claro que el sistema actual no funciona" y abogó por un "sistema fuertemente coordinado" en el que las autoridades intercambien información.

Draghi recordó, sin embargo, que el BCE no es responsable de prevenir o hacer cumplir las normas europeas contra el lavado de dinero, y su capacidad para cambiar la situación "es relativamente limitada". 

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