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Familias y banca se juegan 10.000 millones en la disputa entre UP y Calviño sobre la congelación de las hipotecas

La subida de dos puntos y medio del euríbor en el último semestre dispara los intereses de tres de cada cuatro créditos para la compra de vivienda mientras el BCE prepara nuevas subidas y las entidades financieras presentan resultados de récord.

Nadia Calviño y Yolanda Díaz en una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 28 de abril de 2022, en Madrid.
Nadia Calviño y Yolanda Díaz en una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 28 de abril de 2022, en Madrid. Eduardo Parra / Europa Press

La polémica sobre la procedencia de congelar o no las hipotecas no se reduce a otra de las diferencias ideológicas entre los socios de Gobierno, con Yolanda Díaz e Ione Belarra como principales voces de UP y con Nadia Calviño por parte del PSOE, sino que tiene implicaciones de calado para las economías domésticas: se trata de una disputa sobre si la banca ha de cobrar o las familias deben no pagar una factura (creciente) de en torno a 10.000 millones de euros anuales en intereses.

"Es muy difícil de soportar" cuando el aumento medio de las cuotas mensuales está superando los 250 euros, señaló este miércoles la vicepresidenta Díaz ante la evidencia de que eso supone que la factura anual de las familias hipotecadas se está incrementando en 3.000 euros en un país en el que la renta media de los hogares es de 30.552 euros pero cae a 19.192 en los monoparentales y a 16.660 en los unipersonales.

La organización de consumidores Asufín (Asociación de Usuarios Financieros) estima el aumento para una hipoteca de 100.000 euros a 25 años gravada con el euríbor más un diferencial del 1% en 2.291 euros anuales (191 mensuales), encarecimiento que sus previsiones sitúan por encima de los 2.600 para el mes de junio, cuando calculan que ese indicador puede alcanzar el 4%.

Sin embargo, desde el Ministerio de Economía que dirige Nadia Calviño no se plantean poner en marcha nuevas medidas para paliar el impacto de las subidas de los tipos de interés en las economías familiares tras la puesta en marcha a comienzos de año del nuevo código de buenas prácticas, que permite en determinados casos, aunque solo si se cuenta con el beneplácito de la entidad financiera, reducir la carga de intereses o aplazar la amortización, aunque con una prolongación de la vida del crédito con la que el banco puede recuperar con creces (hasta 16.000 euros de más, estima Asufín) el grueso de lo 'perdonado' ahora.

La propuesta de los morados, lanzada inicialmente por Díaz hace ya unos meses después de que fuera planteada por los responsables de CaixaBank y que fue secundada por el resto de la coalición, consiste en suspender las revisiones de las cuotas de las hipotecas de interés variable desde el mes de julio de este año, antes de que el BCE (Banco Central Europeo) comenzara a subir los tipos de interés tras haberlos mantenido congelados en el cero una década y desatara con ello una espiral alcista del índice hipotecario.

"Hicimos esa propuesta después de que la lanzara CaixaBank, aunque luego el 'lobby' bancario impidió que saliera adelante", señalan fuentes próximas de UP.

La polémica se reabre cuando el BCE acaba de aplicar otra subida de medio punto a los tipos de interés que sitúa en el 3% el precio oficial del dinero y en plena tanda de presentación de los resultados anuales de la gran banca del Íbex35, que alcanzan magnitudes de récord en el caso de sus gigantes multinacionales, BBVA y Santander, y mejoras que en el caso de menor avance se sitúan en el 28% (Bankínter) y en otros superan en 60% (Sabadell) y llegan a acercarse al 90% (Unicaja).

El euríbor a doce meses, que es el principal indicador para la revisión de las cuotas de las hipotecas con interés variable, había comenzado el 2022 en un -0,5%, llegaba el 1 de julio al +0,961%, se situaba en el +0,942% cuando el 1 de agosto entraba en vigor la subida de tipos y entraba en febrero al +3,414%, según los datos del BCE.

Los hogares tienen contratado más de medio billón en hipotecas

Esa subida de 2,47 puntos entre el 1 de agosto y el 1 de febrero va a suponer al cabo del año para los bancos, como poco, unos ingresos extra de 9.500 millones de euros, que es la misma cantidad que, de no haberse aplicado las subidas del euríbor desde entonces en las revisiones de las hipotecas, se ahorrarían las familias.

¿De dónde sale esa cifra? De aplicar a las cifras sobre endeudamiento de las familias que recogen las estadísticas del Banco de España, y en las proporciones que maneja el sector inmobiliario, esas subidas del euríbor.

El saldo pendiente de amortización de las hipotecas que tienen contratadas los hogares españoles ascendía al cierre del año pasado a 510.994 millones de euros, de los que, pese al cambio de tendencia de los últimos años, frenado en los últimos meses por las propias entidades, el cálculo de los intereses de tres de cada cuatro sigue siendo variable, lo que afectaría a un volumen de entre 380.000 y 390.000 millones de euros.

El diferencial de casi dos puntos y medio que acumula el euríbor entre agosto y febrero generaría una horquilla de ingresos extra de 9.500 a 9.750 millones de euros, volumen que se dispara a otra de entre 14.900 y 15.200 si se tiene en cuenta el conjunto del año y que superará los 17.000 si se cumplen las previsiones de Asufín.

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