La absorción del Banco Sabadell por el BBVA, si finalmente sale adelante, va a alumbrar el segundo mayor banco por activos en España (596.481 millones de euros a 30 de septiembre), pisando los talones a la nueva CaixaBank, fruto de su fusión con Bankia (665.470 millones), y muy por delante del Santander (352.296 millones).

El primer accionista de la entidad resultante será el controvertido fondo buitre estadounidense BlackRock, que al cierre del último ejercicio lo era tanto del BBVA, del que controlaba un 5,08% del capital, como del Sabadell, con un 5,21%. Esta última participación la ha ido rebajando en 2020 hasta quedarse en el entorno del 3%.

BlackRock está presente en el accionariado de todos los grandes bancos cotizados tras haber comprado un 4,3% de Bankia el pasado mes de mayo. A 31 de diciembre de 2019 tenía también el paquete más significativo del Santander (5,08%), el segundo de CaixaBank (3,07%) y el tercero de Bankinter (3,65), según los datos en poder de la CNMV.

Sus participaciones sumaban a finales del año pasado 5.742 millones de euros, equivalentes al 4,64% del capital conjunto de las cinco entidades a las que correspondían (123.670 millones). Ahora el valor es menor, debido la caída de la Bolsa durante la pandemia, aunque se ha recuperado algo tras el anuncio de la absorción del Sabadell por el BBVA.

BlackRock, en tanto que socio destacado, ha sido perceptor de una parte también importante de los dividendos repartidos por los bancos en los que participa.

Desde que en 2015 amplió sus posiciones en el sector, coincidiendo con el inicio de la recuperación, se ha embolsado nada menos que 650 millones de euros por ese concepto.

Sólo otros dos accionistas de las grandes entidades financieras han cobrado más dividendos que BlackRock en los últimos seis años: la Fundación "la Caixa", propietaria del 40% de CaixaBank (2.000 millones de euros), y el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB), que controla el 60,18% de Bankia (1.200 millones).

Las inversiones de BlackRock no llevan aparejadas ahora presencia alguna en los consejos de administración de los bancos, lo que no quiere decir que el fondo carezca de toda capacidad influencia en la gestión.

Si va a tener representantes en la cúpula del BBVA tras la operación con el Sabadell es una incógnita, aunque en el mercado consideran que esa circunstancia muy poco probable.

Tampoco es seguro que vaya a entrar en el consejo del BBVA el principal accionista del Sabadell desde el repliegue de BlackRock: el mexicano David Martínez, que desde hace dos años se sienta en el del banco de origen catalán, del que posee un 3,5%. Él será el primer accionista persona física de la entidad resultante de la fusión.