Este artículo se publicó hace 2 años.
La gran banca se prepara para llevar a los tribunales el nuevo impuesto a los beneficios extraordinarios
Bankinter, Caixabank e Ibercaja son las entidades con mayor disposición a recurrir el gravamen, mientras Santander y BBVA no han tomado una decisión todavía. Cualquier recurso del sector contra el Gobierno constituiría un movimiento legal sin precedentes.
Las principales entidades financieras españolas han vuelto mostrar este lunes su frontal oposición al nuevo impuesto que gravará temporalmente los ingresos del sector (todavía en trámite parlamentario), e incluso han adelantado que están dispuestas a recurrir en los tribunales. Cualquier recurso del sector contra el Gobierno constituiría un movimiento legal sin precedentes.
El Gobierno pretende recaudar más de 3.000 millones de euros con el impuesto, sobre el cual también ha mostrado sus reservas el Banco Central Europeo, que ha advertido sobre sus posibles efectos adversos en la economía y el impacto negativo en la solvencia de los bancos. La semana pasada, el proyecto de ley que regula este impuesto extraordinario a la banca (junto con el de las empresas energéticas y el de las grandes fortunas) superó su primer obstáculo en el Congreso de los Diputados, y ahora continúa su tramitación en el Senado.
Bankinter, Caixabank e Ibercaja son las entidades que mayor disposición tienen para recurrir el impuesto, según han manifestado este lunes sus principales directivos, en un encuentro bancario organizado en Madrid por la firma KPMG y el diario Expansión.
En la jornada, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, que ha asegurado que su banco recurrirá el impuesto "al día siguiente de pagarlo". "Claro que lo vamos a recurrir. Es injusto, discriminatorio y confiscatorio", ha declarado Dancausa. La liquidación de la primera parte del pago del nuevo gravamen, según la legislación, sería en febrero, por lo que para esa fecha sería cuando el banco lo llevase a los tribunales.
Por su parte, , consejero delegado de Caixabank (el mayor banco en España por activos), Gonzalo Gortázar, ha manifestado qeu si "el texto final contiene elementos que desde el punto de vista de las obligaciones fiduciarias (...) no es conforme a derecho, en ese supuesto evidentemente nuestra obligación como gestores será recurrirlo". "Pero vamos a esperar a ver el texto final para tomar las decisiones", ha agregado.
Igualmente, el número dos de Ibercaja Banco, Víctor Iglesias, ha advertido de que, si la tasa sigue adelante, es "muy probable" que la recurran, pues consideran que se basa en argumentos inciertos, ya que el sector no tiene beneficios caídos del cielo y está por ver si los mayores tipos de interés se traducen en más beneficios.
También han sido muy críticos los responsables de los dos mayores bancos, Santander y BBVA, aunque no han terminado de aclarar si también recurrirán el impuesto. El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, ha dicho que el nuevo gravamen será perjudicial para el crecimiento económico de España, y ha acusado al Gobierno, sin mencionarlo explícitamente, de querer restringir la actividad de la banca, que es lo que se persigue cuando se ponen nuevas tasas a un sector determinado. Genç ha comentado que su banco analizará las implicaciones de la propuesta de impuesto bancario y "decidiremos en su momento si la recurrimos".
Por su parte, el consejero delegado de Santander España, António Simões, ha dicho que la tasa "no es la mejor forma de combatir la inflación" y que será mala "para la economía española". Según sus estimaciones, los 3.500 millones adicionales en impuestos que se quieren recaudar equivalen a 50.000 millones menos en crédito a la economía real que podrá conceder el sector, por lo que se trata de una decisión "equivocada" en un momento en el que banca tiene que estar preparada para apoyar a la economía, ha dicho. Para el directivo del Santander, esta medida se produce en un momento en el que la banca "tiene que ser parte de la solución". "Nos parece la medida equivocada", ha sostenido.
También ha sido muy crítico el consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, que ha acusado al Gobierno de articular la tasa "con prisas" y no caer, por ejemplo, en la contradicción que supone que el texto prohíba trasladar el gasto a la clientela, y que el supervisor europeo, la EBA, les aconseje que lo hagan siempre que afronten gastos extraordinarios.
El consejero delegado de Unicaja Banco, Manuel Menéndez, también ha dicho que la tasa no está justificada porque, entre otras cosas, la subida de los intereses no implica aumentos de los beneficios, ya que también influye el coste del riesgo, por no hablar de los años en los que las entidades han tenido que hacer negocio con unos intereses negativos.
En jornada también ha intervenido presidenta de la patronal de la banca española, la AEB, Alejandra Kindelán, quien ha insistido en que este no es el momento más acertado para gravar al sector con un nuevo impuesto, que ha calificado de negativo "para la seguridad jurídica".
Y desde el punto de vista del supervisor europeo del sector, la EBA, el presidente del organismo, José Manuel Campa, ha dicho que aunque se tienda a pensar que con mayores intereses los bancos obtendrán más beneficios -la tesis del Gobierno para impulsar la tasa- la realidad puede ser muy diferente. Y es que, el "deterioro constante de la economía puede suponer un menor flujo de crédito", con lo que el negocio bancario se reduce, y además, tendrán que asumir mayores costes de financiación y el contexto económico actual afectará también a la calidad de activos, con un aumento de la morosidad tanto en hogares como en empresas.
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