Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.408 millones de euros en los primeros nueve meses del año, lo que supone un descenso interanual del 10,2% debido a "los ajustes en la fiscalidad por impuestos y tasas en España y Reino Unido", así como a los altos precios de la energía y a los menores extraordinarios.

Según la información remitida por la compañía, el beneficio neto ajustado sin incluir no recurrentes creció, en cambio, un 5,2% y ascendió a 2.688 millones.

Los resultados del periodo se han visto afectados por el real decreto-ley que el Gobierno aprobó el pasado 16 de septiembre para reducir el precio de la electricidad y rebajar la factura de la luz en hasta un 22% hasta final de año. Desde el Ministerio de Transición Ecológica calcularon que estas medidas iban suponer un coste de 2.600 millones de euros a las eléctricas hasta marzo de 2022, cuando se preveía que deje de estar en vigor.

Desde Iberdrola calculan que las medidas adoptadas por el Gobierno supusieron un perjuicio para la compañía de 114 millones de euros en los últimos 14 días de septiembre.

El negocio en España registra unos ingresos de 9.142 millones de euros en los nueve primeros meses del año, con un crecimiento interanual del 16,1%. Sin embargo, el beneficio neto cae un 87% en el beneficio neto, hasta los 76,3 millones, como consecuencia del mantenimiento de precios a los clientes con contrato fijo. "Estos consumidores se han beneficiado de ahorros por más de 2.000 millones de euros, frente al coste que les hubiera provocado los altos precios del pool", defendieron desde la compañía.

Eleva sus inversiones un 6%, hasta 7.000 millones

Iberdrola registró un "fuerte" desempeño de su actividad en los nueve primeros meses de 2021, con unas inversiones que se incrementaron un 6%, hasta los 7.036 millones de euros, destinando un 77% a los mercados internacionales.

Así, un 90% del total fueron dirigidas al desarrollo de nuevos proyectos renovables, almacenamiento y redes inteligentes. Las inversiones en redes se incrementan un 27%, hasta los 3.185 millones de euros.

Las inversiones en España ascendieron a 1.593 millones, un 21% más que en el mismo periodo de 2020 y han ido dirigidas al desarrollo de nuevos proyectos renovables por importe de 792 millones de euros; a redes inteligentes por 445 millones; y a mantenimiento de centrales y otras inversiones un total de 356 millones.

Los objetivos de los Gobiernos de todo el mundo para reducir las emisiones de carbono que calientan el planeta y el fuerte interés de los inversores por los negocios ambientalmente sostenibles han impulsado los planes de Iberdrola de gastar 150.000 millones de euros en triplicar su capacidad renovable global para 2030, a pesar de la volatilidad del mercado.

La compañía mantuvo sus previsiones financieras para todo el año y dijo que está acelerando la expansión de su negocio eólico marino, un sector nuevo y de rápido crecimiento que es clave para los planes de descarbonización de algunas de las mayores economías del mundo.

En la actualidad cuenta con enormes turbinas en alta mar con una capacidad combinada de 1,5 gigavatios y está construyendo otros 2,6 gigavatios en Francia, Estados Unidos y Alemania.