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Instituto de Crédito Oficial La banca coloca 135.000 millones en créditos con los avales del ICO, que movilizan más dinero del que se volatilizó con la pandemia

El Gobierno recupera el mecanismo público de creación de moneda a través del sistema bancario por segunda vez en dos años para mantener a flote el sistema productivo, primero con la crisis sanitaria y ahora con la del encarecimiento de la energía y las materias primas, al tiempo que habilita un balón de oxígeno para el renqueante sector financiero.

Placa con el logo del ICO (Instituto del Crédito Oficial), en una de las puertas de acceso de la sede, en el Paseo del Prado de Madrid. E.P./Eduardo Parra
Placa con el logo del ICO (Instituto del Crédito Oficial), en una de las puertas de acceso de la sede, en el Paseo del Prado de Madrid. Eduardo Parra / EUROPA PRESS

El Gobierno parece decidido a recuperar los avales públicos como herramienta monetaria para crear dinero e inyectar liquidez en el sistema productivo en situaciones de crisis. O en esa dirección apunta al menos el hecho de haber incluido en el Plan de Respuesta a la escalada de precios de la energía y las materias primas su intención de habilitar una línea de afianzamiento de créditos de 10.000 millones de euros, que debe ser previamente aprobada por la UE, para lo que queda de año.

Esta, para la que cambian algunas normas, llega después de que la primera, la habilitada en las primeras fases de la pandemia y el parón de la actividad, haya movilizado una cantidad de dinero superior a la que se volatilizó del sistema productivo y comercial español en el primer año de la crisis sanitaria.

La primera, cuyos plazos de vencimiento y de carencia podrán ser ampliados para acoplarse a las refinanciaciones que los deudores pacten con los bancos, supuso la emisión de 1,14 millones de avales por valor de 103.032 millones de euros para 721.873 empresarios y autónomos, que accedieron con ellos a créditos por valor de 135.383, según indica el Ministerio de Economía en su respuesta a una pregunta parlamentaria del senador malagueño del PSOE Miguel Ángel Heredia.

Esos más de 135.000 millones de euros en créditos, contratados en un 98% por pymes y autónomos, superan con claridad a los 124.781 en los que quedó fijada la contracción del PIB en 2020, el primer año de la pandemia.

Autónomos y micropymes cierran tres de cada cuatro operaciones

Las líneas de avales, de los que en el cambio del año quedaban pendientes de liberar paquetes por valor de 13.200 millones, "han permitido ofrecer un elevado grado de flexibilidad a las empresas y autónomos españoles, al haber favorecido de forma especialmente intensa la concesión de financiación a largo plazo, mejorando la estructura de financiación de las empresas, el perfil de vencimiento de la deuda y una reducción de su coste medio", sostiene el Gobierno en su respuesta.

Esos algo más de 135.000 millones de euros suponen a la quinta parte del volumen de préstamos colocados por la banca española en los dos últimos años

Aunque no han sido esos sectores los únicos beneficiados por esta medida, que ha generado un notable aumento del volumen de negocio del renqueante sector financiero español: esos algo más de 135.000 millones de euros suponen a la quinta parte del volumen de préstamos colocados por la banca española en los dos últimos años entre las empresas del país, que según los datos del Banco de España ascienden a 656.625, o un 15,8% del crédito privado contratado por sociedades y hogares, que se elevó a 850.529, incluidos los 103.396 de hipotecas y los 55.019 de consumo.

"El 74,2% de las operaciones aprobadas han beneficiado a autónomos o micropymes con menos de 10 empleados, lo que pone de manifiesto la capilaridad de la línea de avales", destaca Heredia, que llama la atención sobre cómo esta herramienta ha convivido con episodios como en de la devolución por la Junta de Andalucía de 370 millones al Gobierno central por "incapacidad manifiesta".

"La Junta de Andalucía tuvo que devolver todo ese dinero al Estado porque no fue capaz de tramitarlo, y 37.000 empresarios andaluces perdieron 370 millones de ayudas", señaló.

En la nueva línea aprobada este martes, "el Gobierno elimina el requisito de la caída de la facturación para la ampliación de los créditos", apuntó.

"Es una 'patada hacia adelante' que tiene todo el sentido"

Para el economista Carlos Sánchez Mato, la línea de avales "es una 'patada hacia adelante', aunque tiene todo el sentido en una fase de zombificación de empresas" como la que se dio con la paralización de la actividad económica con la pandemia. "No solo fueron los ERTE, sino también una financiación plana, lo que permitió salvar empleos y empresas", anota.

El dinero se crea mediante la deuda y el crédito y su existencia se compensa con la producción y la prestación de servicios que permite devolverlo

Esa política monetaria consiste, básicamente, en crear dinero y ponerlo en circulación en el sistema productivo, con la deuda de las empresas y autónomos como contrapartida y con el sistema financiero como principal beneficiario como destinatario final de esos fondos que, además, recibirá con intereses en el mejor de los casos y con una merma máxima del 20% al 30% en el peor, ya que entre el 70% y el 80% de los préstamos cuenta con la garantía del Estado. El crédito no sale en ningún caso de los depósitos que custodia el banco ni del capital que lo respalda.

"Hace años que esa vía del proceso monetario de creación de dinero no se utilizaba, ya que esa tarea estaba cubierta por la actividad financiera: el dinero se creaba por el crecimiento del balance de los bancos", explica el economista.

Sin embargo, esa vía comienza a obturarse a partir de 2007, aunque se ve compensada por las compras de deuda pública y privada del Banco Central Europeo. Las operaciones del ICO han hecho que esa fórmula vuelva: el dinero se crea mediante la deuda y el crédito y su existencia se compensa con la producción y la prestación de servicios que permite devolverlo, ya que lo que se inyecta, en este caso mayoritariamente entre autónomos y pymes, es un dinero que no existía.

Y ahí está una de las claves pendientes de desenlace: "las medidas de política monetaria nunca tienen la capacidad de resolver los problemas de una economía si después no hay producción y actividad, pero también es cierto que, como ocurrió en 2008, sin políticas monetarias de este tipo lo que se hace es añadir al escenario otro factor que ahoga al sistema productivo".

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