El número de parados registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se redujo en marzo en 33.956 personas respecto al mes anterior, hasta los 3.255.084 desempleados, de forma que marcó su peor dato en un mes de marzo desde 2014.

No obstante, hay que tener en cuenta que la Semana Santa, que suele animar el mercado laboral, se celebra este año en abril, mientras que en 2018 tuvo lugar en marzo.

De acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, en el último año el paro bajó en 167.467 personas (con un ritmo de reducción interanual del 4,89 %), lo que también supuso la menor reducción desde 2011.

Por sectores de procedencia, el desempleo se redujo en los servicios (32.401 personas), la construcción (4.555) y la industria (4.000), pero se incrementó en la agricultura (1.722) y entre el colectivo que no ha trabajado con anterioridad (5.278).

En términos desestacionalizados, es decir, sin tener en cuenta las diferencias estacionales y de calendario, el desempleo bajó en 12.692 personas durante marzo.

De los 33.956 parados menos de marzo, 21.328 eran hombres y 12.628, mujeres, lo que recortó el desempleo masculino a 1,33 millones de personas y el femenino a 1,91 millones.

Por edad, el desempleo de jóvenes menores de 25 años se redujo en 1.661 personas.

Entre los extranjeros, el desempleo disminuyó en 2.692 personas, hasta los 402.683, de los que 141.808 proceden de un país comunitario.

El paro sólo se incrementó en La Rioja (119 personas), en tanto que disminuyó en las dieciséis comunidades autónomas restantes, encabezadas por Andalucía (8.040 parados menos), Comunidad Valenciana (5.002) y Baleares (3.364).

El número total de contratos registrados durante marzo fue de 1.709.848, es decir, 138.831 más que en febrero y 63.002 más que hace un año.

De ese total, 1.530.027 fueron temporales y 179.821 fueron indefinidos (el 10,5% del total) y, por duración de la jornada, uno de cada tres fue a tiempo parcial.