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La Policía desmantela una red mafiosa de origen ruso que operaba gracias a funcionarios y empresarios corruptos

El operativo, que ha acabado con 23 detenidos, se inició en 2013 en el marco de una investigación secreta. La trama, según la Policía, había logrado "una perfecta infiltración en las instituciones de nuestro país para llevar a cabo sus negocios con impunidad, recurriendo al cohecho y al tráfico de influencias".

El comisario Hernández Muñoz y Alexey Shirikov.
El comisario Hernández Muñoz y Alexey Shirikov.

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La Policía Nacional ha desmantelado una red de mafias de origen ruso presuntamente dedicadas al blanqueo de dinero en España. Los agentes han detenidos a 23 personas, tras siete años de investigación. Ésta ha sido llevada a cabo en el más absoluto secreto, dada la amplia trama de infiltrados que los acusados tenían y que incluían a abogados, funcionarios, políticos, policías, empresarios y hackers informáticos. Entre los detenidos está Alexey Shirikov, que como ya contó Público en su día es amigo del comisario de Benidorm, según han confirmado a este diario fuentes policiales. 

La Fiscalía Anticorrupción y contra el Crimen Organizado echó el ojo a la presunta red allá por 2013, cuando detectó una anómala intensificación de las actividades de grupos empresariales rusos en Alicante e Ibiza, quienes, por medio de testaferros, hacían inversiones continuadas con capital extranjero. El dinero que entraba en España procedía de organizaciones criminales de la antigua Unión Soviética y era invertido principalmente en discotecas, restaurantes y en el sector inmobiliario de la costa española, según han informado los investigadores. Los agentes, que recibieron ayuda de la EUROPOL, han acreditado que las "ingentes cantidades económicas" que introducían en nuestro país tenían como fines subsidiarios el blanqueo, la corrupción y la infiltración en instituciones públicas.

Los agentes han requisado entre las ciudades de Alicante, Ibiza, Madrid y Tarragona 300.000 euros, diamantes, coches de lujos y una gran cantidad de armas (fusiles de asalto, escopetas, pistolas) y han bloqueado numerosas cuentas bancarias y activos patrimoniales por valor de millones de euros. La Policía estima que se trata de la investigación de mayor calado contra las mafias del este de Europa en nuestro país en los últimos 10 años, debido a la alta posición jerárquica de los objetivos investigados y los miembros infiltrados localizados.

Estas organizaciones, cuyas actividades delictivas incluyen el asesinato, la extorsión, el tráfico de drogas, armas y la trata de seres humanos, mantienen múltiples ramificaciones en toda Europa, extendiendo su actividad también a Sudamérica y los EE.UU.

Cargos comprados

La Policía ha destacado la pluralidad de delitos que se les imputa a la organización, cuya impunidad solo se explica porque "estaba profundamente enraizada en la sociedad española". Para ello gastaba buena parte del dinero en comprar a funcionarios y políticos en sectores estratégicos. Los investigados habían desplegado una potente red clientelar dentro de la Administración española, "logrando una perfecta infiltración en las instituciones de nuestro país para llevar a cabo sus negocios con impunidad, recurriendo al cohecho y al tráfico de influencias", según la Policía.

De esta forma, conseguían protegerse de investigaciones policiales y judiciales, facilitando asimismo la adquisición de la residencia española a todos los clientes de la red desmantelada. Y mientras unos pasaban inadvertidos para actuar en la sombra, "otros eran activos en la política y la esfera pública, manteniendo un contacto estrecho y fluido con representantes de la Administración pública de distintos perfiles a quienes trataban de captar para su red de influencias", señalan los investigadores.

"El alto grado de enraizamiento en las instituciones del Estado proporcionaba a la organización una amplia protección contra la investigación policial, que hubo de ser desarrollada con la máxima reserva por el peligro de filtraciones", según ha señalado la Policía.

Durante los siete años de investigación se ha podido acreditar cómo los líderes criminales contactaban con los investigados para ejecutar operaciones de blanqueo de capitales, llevándose a cabo diversos proyectos de inversión, adquiriendo terrenos para desarrollar promociones inmobiliarias de lujo, restaurantes, naves industriales, parcelas, barcos, etc. También proyectaron la compra de una de las principales discotecas de la isla de Ibiza con el claro propósito de estas organizaciones criminales de apoderarse del sector del ocio nocturno y la restauración, tanto en la costa levantina como en las islas baleares.

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