El coordinador federal de Izquierda Unida y ministro de Consumo en funciones, Alberto Garzón, dejará la política tras la conformación del Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar, según ha comunicado el propio dirigente a través de una carta remitida este viernes a la militancia de su partido.

Garzón anunció en junio que dejaba la primera línea de la política y, de hecho, no concurrió en las listas electorales del 23J. Sin embargo, el líder de IU siguió al frente de su organización y comenzó a trabajar en el equipo de economistas de Sumar designado por Yolanda Díaz. También continuó al frente del Ministerio de Consumo (en funciones desde el inicio del proceso electoral).

Ahora, su decisión es la de abandonar totalmente la política, después de más de siete años como coordinador federal de Izquierda Unida (un cargo que desempeña desde junio de 2016) y tras liderar un departamento ministerial en la anterior legislatura, la primera del Gobierno de coalición.

En la carta remitida a la militancia de IU, Garzón explica que tras el 23J “disipamos la amenaza de un gobierno reaccionario la misma noche electoral, pero lo que quedaba por delante era una complicada negociación que, afortunadamente, ha terminado bien. Ahora la política española pasa a una nueva fase, con un nuevo gobierno y con muchos retos que abordar”.

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“Con este cambio de fase quiero completar el paso al lado que anuncié en junio. Eso significa que no solo cederé el testigo dentro del Consejo de Ministros, sino que también cesaré en mi responsabilidad como coordinador de Izquierda Unida”, añade. 

Una “unidad bien construida”

El coordinador federal de IU hace un balance de la década en la que ha liderado la organización (como cabeza electoral y principal activo parlamentario, primero, y como coordinador federal desde 2016) y se muestra satisfecho con su actual situación, después de sortear muchos momentos de “abismo” en los últimos años.

“Gracias a nuestros esfuerzos colectivos la situación hoy dista mucho de parecerse a la de hace diez años. Nuestra nave está prácticamente reparada y sigue navegando con soltura siguiendo la brújula que apunta al socialismo. IU está hoy no sólo consolidada, sino que es una fuerza con un capital político imprescindible para el futuro de este país. La seriedad, la experiencia y la responsabilidad de IU es una garantía para nuestra sociedad, pero también es una herramienta fundamental para ensamblar nuestro tan complejo ecosistema de fuerzas de izquierdas”.

En este sentido, Garzón desea que “ojalá todas estas fuerzas no olviden en lo venidero la importancia de una unidad bien construida. Y, a ser posible, tejida sobre la fraternidad y no sobre la simple y bruta correlación de fuerzas”. El líder de IU defiende que uno de los principales objetivos de su coordinación ha sido la de preservar la paz interna en un partido que había vivido anteriormente importantes choques y enfrentamientos en su seno.

“IU había vivido en su historia demasiadas disputas fratricidas, y uno de mis objetivos ha sido siempre preservar la paz interna sobre la base del respeto mutuo. Espero que incluso aquellos que nunca han votado favorablemente mis posiciones políticas puedan al menos compartir este punto”.

“No obstante”, prosigue, “no puedo dejar de reconocer que sé que he cometido errores. Algunos de ellos los conozco ya, pues he tenido tiempo para meditarlos, pero otros probablemente los descubriré con el paso del tiempo. Solo espero que sean muchos más los aciertos y que el saldo final permita a la militancia reconocer una contribución positiva de mi paso por la coordinación”.

“Como no puede ser de otra forma, seguiré haciendo política, que es para mí el noble arte de transformar la sociedad, desde la humilde y necesaria trinchera que ofrece el militante de base de una organización como la nuestra. Intentaré, con tantas herramientas como pueda, seguir contribuyendo a construir una sociedad ecosocialista; el único freno viable y democrático ante el avance de la barbarie y la destrucción ambiental”, se despide Garzón.