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El Vall d' Hebron empieza a aplicar los días de cierre

Catalunya estrena el plan de recortes que paraliza por jornadas los hospitales

PAU RODRÍGUEZ

El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, buque insignia de la flota de hospitales catalanes, amaneció ayer como si fuera un festivo: con las consultas externas cerradas y los quirófanos clausurados. Y, en consecuencia, con la anulación de las operaciones previstas. Ayer fue la primera ocasión en la que un gran centro hospitalario aplicaba esta medida de ahorro impulsada por el conseller de Sanitat, Boi Ruiz. Antes de que acabe el año aún deberá aplicarse en cuatro jornadas más en Vall d'Hebron y en cinco ocasiones en los restantes siete hospitales que forman parte del Institut Català de la Salut (ICS). Con ello, el departamento de Sanidad prevé ahorrar cerca de un millón de euros de los 77 que anunció que reduciría de su presupuesto.

Decenas de pacientes se presentaron en el hospital alegando que tenían visita y que desde el centro no se les había avisado que la jornada de ayer era considerada festiva. En el departamento de oncología, según fuentes de la administración del centro, hasta 15 pacientes llegaron por la mañana al hospital sin saber que todas las visitas estaban anuladas. Desde el hospital aseguran que, a estas alturas, las 2.700 visitas anuladas ayer ya están reprogramadas, pero no lo ven del mismo modo desde la junta de personal. 'A muchos de los usuarios afectados no se les ha dado hora de visita y han puesto una reclamación', afirmó Marcela Güell, una de las portavoces de la junta. 'De todos modos, el simple hecho de que se les aplace la consulta, en algunos casos hasta dentro de meses, ya representa un agravio', agregó.

Las consultas externas y los quirófanos estuvieron cerrados

La clausura de las consultas y de los quirófanos llevó ayer a un centenar de trabajadores, usuarios y vecinos a concentrarse en las dependencias de la dirección del hospital, en la que resultó ser la enésima protesta contra los recortes en sanidad en Catalunya.

Las protestas transcurrieron durante toda la mañana en las inmediaciones del hospital en un clima de crispación que culminó con la entrada en el despacho de la dirección por parte de algunos manifestantes, que antes habían cortado los laterales de la Ronda de Dalt una de las principales arterias de la ciudad durante cerca de media hora.

Antes de que acabe el año los grandes hospitales deberán cerrar' cinco días

Ante la presencia del director de Procesos Médicos y gerente en funciones del centro, Joan Fernández, los usuarios y trabajadores hicieron saber que no abandonarían su despacho hasta que no se les diera cita con la gerencia. Y lo consiguieron. Tras una larga discusión, Joan Fernández entregó a los manifestantes una carta firmada que emplazaba a cuatro o cinco de los presentes a reunirse con el director gerente el próximo lunes.

La protesta recibió el apoyo ya habitual de algunos miembros del 15-M, que desde el sábado pasado acampan en los jardines del Hospital Vall d'Hebron y que se han erigido como un eje transversal de las reivindicaciones por los recortes en los diferentes hospitales catalanes. O como altavoz de algunos pacientes afectados por los ajustes, como en el caso de Ester Perona. 'Mi marido hace casi un año que espera un transplante de médula', explicaba Ester, cansada de que su esposo languidezca en las listas de espera. En abril le extirparon un tumor en el bazo y hace poco que ha finalizado el tratamiento de quimioterapia.

El director asistencial de Vall d'Hebron, Jaume Roigé, justificó la clausura de los servicios no urgentes y aseguró que se trata sólo de un incremento de la eficiencia, dado que los cinco días laborables que se considerarán festivos ya 'tenían prevista menos actividad'.

Pese a la sucesión de protestas dentro y fuera del hospital, representantes del centro destacaron la 'normalidad absoluta' que imperó en la actividad de los servicios abiertos, sobre todo en el caso de las urgencias.

 

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