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Aznar: "Soy una persona con sentimientos"

El expresidente agradece a Rajoy y a Rato lo que 'han hecho y hacen' por España. Reniega de los nacionalismos porque son 'malos gobernantes'

ANA PARDO DE VERA

El expresidente del Gobierno asistió satisfecho a un lleno absoluto del salón de actos del madrileño Hotel Intercontinental durante la presentación de la primera parte de sus Memorias, publicada por Planeta. Cerca de una hora duró la entrevista que el periodista Carlos Herrera hizo a José María Aznar y en la que éste fue desgranando algunos de los ingredientes de su libro, unidos todos ellos por una visión muy personal de los acontecimientos que le tocó vivir en política, desde la oposición o durante los ocho años que duró su mandato (vídeo).

'Soy una persona con sentimientos', confesó Aznar a su interlocutor, cuando éste le dijo que le extrañaba que no hablara mal de nadie. Incluso, apuntó Herrera, Felipe González apenas aparece en el libro.

'González está puesto en su punto justo', zanjó el expresidente del Gobierno, al que se vio que no deseaba dedicar más tiempo a quien se convirtió en su adversario más allá del terreno político durante los primeros años de oposición del PP.

A Aznar le desagrada que 'en política de agiten los sentimientos', por eso él no los incluye apenas en sus memorias, que no dejan de ser un relato mayoritariamente político, con alguna concesión a episodios íntimos, como el recorrido hacia su matrimonio con Ana Botella, alcaldesa de Madrid. 'La tarea racional es lo más importante', argumentó mientras recordaba con una connotación manifiestamente negativa que 'ahora' sí se están agitando los sentimientos, una referencia implícita al independentismo que marcó las elecciones catalanas del domingo

Las alusiones a la personalidad del hoy presidente de FAES por parte de Herrera y el protagonista mismo -'Soy un liberal y patriota razonable'- fueron lo más celebrado por el público, en donde sobresalía la presencia de Mariano Rajoy y Rodrigo Rato, los dos potenciales sucesores de Aznar.

Éste cuenta en su libro que acabó decantándose por Rajoy tras dos negativas de Rato. Cuando el ex vicepresidente económico estaba dispuesto, Aznar ya no dio marcha atrás y designó al hoy jefe del Ejecutivo. El líder conservador confirmó en el Intercontinental cómo escribió en su famoso cuaderno azul -'En realidad, había varios'- sólo el primer apellido del elegido y llamó al rey en un momento que pudo acabar en fatal desenlace: el avión 'carraca' -describió Aznar- que lo trasladaba en uno de sus viajes empezó a fallar y él creyó que su trayectoria y su vida podían finiquitar entonces, por lo que optó por poner al corriente al monarca de la existencia del cuaderno azul, aunque no de su contenido, que podría haber desaparecido para siempre. 'Siempre mantuve la esperanza de que no nos estrellaríamos', trasladó Aznar a Herrera.

El expresidente del Gobierno aseguró que nunca sintió 'melancolía del poder', aunque hubiera y 'todavía hay gente' que crea que quiere seguir mandando en la sombra. 'Si hubiera querido quedarme, una mayoría de mi partido me habría apoyado', aseguró. Aznar contó que le desagradan 'los países que dependen de las decisiones de una sola persona durante mucho tiempo'. Actualmente, sostuvo el cabeza de FAES, sólo 'mantiene esperanza y gratitud', porque debe 'mucho a mucha gente' que le ha ayudado a construir 'un partido indestructible'. Aznar se jactó de haber construido siempre equipos 'de gran relevancia en distintos niveles' y aseguró que 'siempre ha intentado contar con los mejores'.

Sobre su apuesta por Rajoy, Aznar confesó que siempre le quiso dejar claro -'Más en serio que en broma'- que, 'aparte de su mujer, la persona que más deseaba su éxito era yo; que la única persona que nunca le iba a pedir nada era yo'.

Precisamente, lo más granado de sus equipos y los de su sucesor se dieron cita en el hotel madrileño para asistir a la presentación del libro de su jefe: desde los citados Rato, Rajoy y Botella (con su madre y su hijo mayor), hasta los exministros Eduardo Zaplana, José Manuel Romay-Beccaría, Esperanza Aguirre, Juan Carlos Aparicio, Josep Piqué o Isabel Tocino; los ministros en ejercicio Ana Pastor, José Manuel Soria o Alberto Ruiz-Gallardón; los presidentes autonómicos Ignacio González, Alberto Fabra o Luisa Fernanda Rudi; el exportavoz del Gobierno Miguel Ángel Rodríguez; los dirigentes madrileños Javier Fernández-Lasquetty, Lucía Fígar, Miguel Ángel Villanueva o Pablo Casado: los directores de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, y de la Policía, Ignacio Cosidó, o empresarios como Arturo Fernández, Florentino Pérez o Fernando Fernández Tapias, entre otros dirigentes como las principales representantes de las víctimas del terrorismo, Mari Mar Blanco y Ángeles Pedraza.

La alusión a los recientes comicios catalanes y el desafío independentista que centró la campaña del 25-N era inevitable. Ante las preguntas del periodista, Aznar se reafirmó en el duro discurso que pronunció hace unas semanas en la entrega del Premio FAES de la Libertad a Mario Vargas-Llosa: 'España no se va a romper, antes se rompe Cataluña' y acusó a los nacionalistas de haberla 'fragmentado' como nunca, dijo aludiendo a los muchos partidos que hoy configuran el nuevo Parlament.

'Los nacionalismos son malos gobernantes' y aseguró que cuando logran el poder, su objetivo se centra en lanzar todo tipo de 'órdagos'. Así, mencionó el actual desafío de Artur Mas, el Pacto de Estella o el plan Ibarretxe, entre otros.


Con todo, Aznar quiso subrayar que 'todo el mundo tiene que extraer lecciones' de las últimas elecciones catalanas y pidió que se huyese de los 'triunfalismos' que él rechaza. Precisamente, la actitud que ha desplegado su partido con más énfasis desde el pasado domingo.

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