'Los expertos de la Unión Europea están realmente impresionados con las medidas, la transparencia, y la comunicación de Alemania en esta crisis'. Con estas palabras, el comisario de Salud de la UE, John Dalli, defendía ayer los pasos que han dado las autoridades sanitarias y el Gobierno federal de Angela Merkel en su gestión del brote de E. coli, durante un encuentro que reunió en Berlín a los titulares germanos de Sanidad y Consumo y a sus homólogos regionales.

Dalli, quien comenzó su discurso expresando sus condolencias hacia las familias de los fallecidos, calificó la política de las autoridades alemanas de 'clara, rápida y transparente', e insistió en que se han puesto al alcance de la investigación todos los recursos necesarios. El comisario dio así un giro completo e inesperado al discurso expresado hace apenas días desde Bruselas, por el que se exigía a Alemania que dejara de lanzar alertas precipitadas y sin pruebas contundentes.

Asimismo, Dalli subrayó que lo más importante es ahora trabajar de forma conjunta y, por encima de todo, 'hacer todo lo posible por garantizar la seguridad de los alimentos'. Al ser preguntado de nuevo por las acusaciones infundadas de las autoridades de Hamburgo contra el pepino español, el comisario Dalli lo justificó así: 'Hay situaciones en las que hay que tomar decisiones de inmediato'. Para el ministro alemán de Sanidad, Daniel Bahr, aquella falsa alarma no responde a un error de comunicación, ya que había indicios científicos sólidos. 'La salud de los ciudadanos es la mayor prioridad', añadió.

Por último, ante el debate sobre si estas crisis deben gestionarse de forma estatal o regionalizada, el Ejecutivo alemán sigue empeñado en defender la gestióndescentralizada.