En siete días el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón se enfrentará a una petición de pena de 17 años de inhabilitación y a otra de 20 años. En ambos casos, por prevaricación. El Tribunal Supremo rechazó ayer el recurso de súplica presentado por su defensa para tratar de evitar que el juicio de las escuchas de la Gürtel se celebre el próximo 17 de enero y también se supo que el Alto Tribunal ha fijado para el día 24 de ese mismo mes el inicio de la vista oral por haberse declarado competente para investigar los crímenes del franquismo.

El Supremo había fijado el juicio de las escuchas para hoy mismo, pero la recusación de seis de los siete magistrados que formaban el tribunal obligó a la Sala a aplazarlo a enero. Y ante el intento de la defensa de posponerlo se ha mostrado inamovible, al ni siquiera admitir a trámite el recurso de súplica presentado por el abogado de Garzón en esta causa, Francisco Baena Bocanegra.

En este procedimiento Garzón ha recusado a seis de los siete magistrados previstos para juzgarle. El magistrado designado instructor, Miguel Colmenero, remitió ayer a la Sala del 61 los incidentes presentados contra los jueces, informa Europa Press. La Sala Especial tiene que pronunciarse antes de la fecha fijada para la vista oral para evitar un nuevo aplazamiento. El fiscal apoya la de los cinco jueces que resolvieron los recursos presentados contra la instrucción, que es la que tiene más posibilidades de prosperar, porque se basa en los mismos motivos que la que se estimó en junio y que ha llevado al Alto Tribunal a modificar las normas de admisión y tramitación por las que hasta ahora se regía.

El viernes, la Sala notificó qué magistrados formarán el tribunal en caso de que las recusaciones sean estimadas. Uno de los siete designados es Luciano Varela, quien instruyó la causa de la memoria histórica por la que Garzón será juzgado el 24 de enero.

Las escuchas se juzgarán el día 17 y el 24, la causa de la memoria histórica

Precisamente ese es el motivo esgrimido por Garzón para tratar de apartar a uno de los magistrados previstos en un principio para juzgarle por las escuchas de la Gürtel. La imparcialidad de Manuel Marchena para sentarse en el banquillo es cuestionada por Garzón por ser el instructor de la tercera causa abierta en su contra: el patrocinio de los cursos que impartió en Nueva York.

De todas las recusaciones presentadas por Garzón, el fiscal sólo se ha opuesto a esta, al igual que las acusaciones que ejercen en esta causa el exfiscal Ignacio Peláez y los principales imputados del caso Gürtel, Francisco Correa y Pablo Crespo, quienes solicitan que el juez sea condenado con hasta 17 años de inhabilitación. Del futuro que corra la recusación de Marchena podría depender la estrategia a seguir por la defensa respecto a Varela, quien llegó a dictar siete resoluciones en un solo día y abrió juicio oral contra Garzón justo cuando anunciaba su marcha a La Haya como asesor de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional.

La recusación de seis magistrados del TS debe ser todavía resuelta

Mientras el juicio de las escuchas puede depender de la rapidez con la que la Sala del 61 resuelva las recusaciones, el que será inamovible será el de la Memoria Histórica.

La Sala, compuesta por Carlos Granados como presidente, y los magistrados José Ramón Soriano, Andrés Martínez Arrieta, Julián Sánchez Melgar, José Manuel Maza y Miguel Colmenero, ha fijado para el 24 de enero las cuestiones previas. Será la última hipotética posibilidad de Garzón de evitar un juicio en el que se enfrenta a una petición de 20 años de inhabilitación por parte del autodenominado sindicato de funcionarios Manos Limpias, de tendencia ultraderechista.

La vista oral propiamente dicha, con la declaración de Garzón y de los pocos testigos que fueron admitidos como prueba, comenzará el día 31.