Este artículo se publicó hace 12 años.
"Nos han insultado, nos han empujado, nos han vejado"
Los detenidos el 25-S presentan una denuncia colectiva por maltrato policial. Han estado más de dos días en el calabozo.
Todos los detenidos el 25-S, excepto uno -quien se encontraba en prisión provisional hasta hoy-, quedaron el jueves en libertad con cargos de atentado y resistencia a la autoridad, así como de delito contra las instituciones del Estado. A la salida de los juzgados de Plaza de Castilla, más de un centenar de personas, sobre todo familiares, amigos y compañeros de asambleas del 15-M, quisieron arropar a los imputados.
Los abogados que llevan los casos de los 35 arrestados han anunciado la presentación de una denuncia colectiva en la que exigen responsabilidades por las condiciones de las detenciones y por el "maltrato policial".
Al grito de "Estos son nuestros héroes", los presentes recibieron entre lágrimas y abrazos a los 34 detenidos puestos en libertad, quienes destacaron las malas condiciones de confinamiento a las que se han visto sometidos. "El trato ha sido pésimo: hemos estado esposados ocho horas, sin que nos dieran agua y sin dejarnos ir al baño", aseguró Roberto Muñoz, uno de los detenidos, al ser preguntado por Público. Roberto asegura además que fue golpeado injustificadamente en la cabeza y en las piernas durante su arresto.
Miguel Quinteiros, de 72 años, salía de los juzgados con el brazo vendado y en cabestrillo. "Hemos sufrido una humillación tras otra, pero es increíble la camaradería que se crea ahí dentro", afirmaba mientras sonreía a través de su barba blanca a los que se acercaban para darle ánimos. En el momento de su detención -explicó- estaba sentado en el suelo, cuando le agarraron entre varios agentes por el brazo y le arrastraron. "Me lo retorcieron y me provocaron un dolor terrible", asegura.
"Han sido detenciones al uso: la policía carga y en la confusión detienen a quien pueden, sin discriminar", dice un abogadoQuinteiros, a quien le acusan de haber pegado una bofetada a un agente y de tratar de quitarle la porra, es miembro del colectivo Attac y de la Plataforma por una Banca Pública, y vino de Galicia expresamente para participar en la manifestación. "Decidí venir porque quería protestar frente al Congreso por las medidas que está llevando a cabo este Gobierno", explica rodeado de cuatro compañeros de Attac Madrid de aproximadamente la misma edad que él.
Vídeo en el que se puede ver la detención de Miguel Quinteiros el pasado 25 de septiembre.
El abogado Daniel Amelang, que defiende a dos de los detenidos, acompañaba a la familia de uno de ellos minutos antes de que quedaran en libertad los arrestados. "Esto han sido detenciones al uso: la policía carga y en la confusión detienen a quien pueden, sin discriminar, y después se inventan los hechos para imputarles los cargos que ellos quieran", declaró.
Amelang señaló el "castigo" que suponen los dos días que han estado detenidos, ya que el periodo de detención "tiene que ser lo más breve posible". "Vamos a denunciar estos hechos, todos los abogados que estamos defendiendo a estas personas firmamos la denuncia. Hemos sufrido una falta total de información, ya que hasta las cinco de la tarde del jueves no nos han notificado en qué juzgado iban a declarar", lamentó.
Otra de las detenciones ha sido la de José Cosín, abogado y una de las caras más conocidas dentro del movimiento 15-M, que en estos momentos es el letrado que lleva la acusación popular contra Bankia, promovida por los indignados. "Cuando comenzó la carga me puse de rodillas y las manos en alto, pero con la avalancha caí y me quedé en el suelo en posición fetal", explicó. "En el suelo, noté cómo me agarraban bruscamente, y supuse que era la policía que trataba de protegerme, pero pronto me di cuenta de que la intención era otra", narró.
"Hemos estado más de dos días en los calabozos, algo que sólo se hace en casos de terrorismo", dice un detenidoCosín aseguró que el trato policial "comenzó siendo muy malo, pero fue mejorando a lo largo de estos dos días de detención". "Nos han insultado, nos han empujado, nos han vejado, incluso alguno ha perdido el conocimiento en comisaría", enumeró. "A una chica a la que le abrieron un ojo no le querían dar las gotas que necesitaba, así que nosotros gritábamos a coro "asistencia médica", pero no nos hicieron caso", apuntó.
El abogado contó también que durante el traslado desde la comisaría de Moratalaz hasta los juzgados de Plaza de Castilla, el conductor del furgón policial frenó de manera brusca en varias ocasiones, lo que ocasionó que los detenidos, que iban esposados unos a otros, comenzaran a dar vueltas y a golpearse entre ellos en el vehículo. "Al abrirnos la puerta, un agente nos dijo que sentía haberse pasado con el freno de mano", aseguró.
"Vamos a denunciar que hemos estado más de dos días en los calabozos, algo que sólo se hace en casos de terrorismo, mientras que el Ministerio de Interior ha intentado que a todos nos juzgase la Audiencia nacional, cuando había gente que en el momento de las cargas simplemente pasaba por el lugar", afirmó. Cosín señaló además a la jueza, que ha escrito los autos "en dos minutos, no ha tardado nada". "Y nos ha imputado el mismo delito a todos, sin discriminar. "Ha tirado por lo peor que nos podía imputar y listo", agrega.
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