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Un hombre queda en libertad tras encerrar a su mujer 18 meses

El matrimonio, de nacionalidad marroquí, residía en Viladecans (Barcelona)

L. D. P.

La noche del pasado jueves, los Mossos dEsquadra recibieron una llamada de alerta: una mujer podría estar secuestrada en su propia casa de Viladecans (Barcelona). 'En estos casos, no se espera, la ley permite entrar en el piso lo más rápido posible, sin orden judicial', explican fuentes cercanas a la investigación. Y dicho y hecho. Los agentes se dirigieron al apartamento de la pareja, 'que son los bajos del inmueble', y encontraron a una mujer 'encerrada: sólo podía acceder a la cocina y al baño', según las mismas fuentes. Además, 'en las ventanas había rejas y las demás puertas de la casa estaban cerradas con cadenas'.

La mujer, de 27 años y nacionalidad marroquí, no hablaba ni español ni catalán, 'ni ninguna lengua comprensible para los agentes', así que la llevaron a la comisaría para que, con la ayuda de un intérprete, explicara cuál era su situación.

Las ventanas y rejas estaban cerradas con cadenas y rejas

La secuestrada corroboró lo que ya se sospechaba: desde hacía 'unos 18 meses', su marido, también de nacionalidad marroquí y 12 años mayor que ella, había decidido retenerla mientras él entraba y salía de la casa a voluntad.

Los agentes trasladaron a la víctima al Hospital de Viladecans, donde le hicieron un reconocimiento médico. Posteriormente, el consistorio se encargó de que la víctima pudiese ingresar en un centro de acogida para mujeres maltratadas.

Hasta el sábado pasado, los agentes no localizaron al presunto agresor, que pasó a disposición judicial en el Juzgado número 7 de Gavà (Barcelona), donde se le imputó un delito de detención ilegal. El juez tomó declaración al imputado, a la víctima y a algunos testimonios. Una vez terminadas las declaraciones, el magistrado decidió decretar libertad provisional para el acusado, aunque como medidas cautelares estimó oportuno que se presente ante el juez los días uno y 15 de cada mes. También se le retiró el pasaporte.

Una vez terminadas las primeras diligencias, el juez traspasó el caso al Juzgado de Violencia contra la Mujer de la misma localidad.

Según la agencia de noticias ACN, el imputado niega todas las acusaciones y mantiene que su esposa podía moverse sin el permiso de él.

Fuentes policiales comentaron ayer a Público que localizar casos como el de Viladecans es muy difícil, ya que no hay grupos policiales especializados 'en el ámbito privado'. Además, 'para entrar en una vivienda', los agentes tienen que tener muchos indicios de que se está cometiendo una ilegalidad en su interior.

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