De dólares estadounidenses a dirhams marroquíes, pasando por liras turcas, francos suizos... y, por supuesto, euros. Las Fuerzas de Seguridad intervinieron en 2009 a las bandas de narcotraficantes dinero en efectivo por valor de 30 millones de euros. No fue lo único. Además les requisaron 11.153 armas, 3.582 vehículos de todo tipo y 15.432 objetos diversos.

Así aparece recogido en el último balance de la lucha contra el tráfico de drogas elaborado por el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), organismo dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad, al que ha tenido acceso Público. Según los datos de dicho informe, la moneda preferida por los narcos es, con diferencia, el euro. La Policía intervino 22.408.855 euros en efectivo. Además, requisó otros 71.405 euros en billetes falsos.

Tras el euro, la más requisada fue la lira turca (diez millones, que equivalen a algo más de cinco millones de euros), seguida del peso colombiano (2.414.950, al cambio 944 euros), la libra esterlina (524.895, por un valor de 617.912 euros) y el dólar norteamericano (47.270, equivalente a 37.118 euros). Aunque también se han encontrado 89.777 dirhams marroquíes y 2.473 bolívares venezolanos, entre otras monedas. Incluso se incautaron 35 libras irlandesas y 10.000 pesetas, ambas monedas fuera de circulación.

Junto al dinero, también se requisaron más de 11.000 armas entre ellas 29 sables y un auténtico parque móvil compuesto de 3.582 vehículos de todo tipo: un helicóptero, 2.948 automóviles, 44 camiones, 48 yates, 14 pesqueros, seis bicicletas... A todo ello se sumaron 15.432 objetos diversos, como 5.557 teléfonos móviles, 427 equipos informáticos, 2.744 joyas, 533 equipos de imagen y sonido, tres obras de arte y 1.131 balanzas para pesar droga.

Todos estos bienes se encuentran bajo control judicial a la espera de una sentencia firme. Si los narcos que poseían estas propiedades son absueltos, se les deberán reintegrar. Si son condenados, los objetos pasarán a engrosar el Fondo de Bienes Decomisados, según detallan desde el Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD). Sólo en ese momento pueden ser subastados.

El Gobierno prepara sin embargo un cambio legislativo, ya anunciado, para que todos estos objetos puedan ser enajenados antes del juicio. El objetivo es impedir que el deterioro que los bienes sufren durante los años que dura el proceso judicial termine por devaluar o, incluso, eliminar su valor. Además, su venta rápida permitirá al Estado ahorrarse el alto costo de su custodia.

No obstante, algunos no llegan a ser subastados y los jueces los entregan directamente a las Fuerzas de Seguridad para que los utilicen contra el crimen. Se trata, sobre todo, de coches, embarcaciones y medios aéreos. Por ejemplo, el avión que la Policía utiliza para trasladar a España terroristas fue incautado en 2003 a una red de narcos.

Todos los meses, el PNSD celebra subastas de bienes incautados a los narcos. Todo a precio de ganga, aunque en ocasiones su estado no es el mejor, ya que se entregan tal cual fueron requisados.

Gracias, en parte, a estas subastas, en 2009 el PNSD destinó 22 millones de euros a planes de prevención de las toxicomanías y de lucha contra el tráfico, destaca Carmen Moya, delegada del Gobierno para el Plan sobre Drogas. Moya asegura que la ley española que fija desde 1995 la actuación sobre los bienes decomisados 'es una referencia en todo el mundo' y recalca que países de Europa y América Latina 'ya la han imitado'.

Como ejemplo de su eficacia, la delegada cita el destino dado al Pazo de Bayón, símbolo del poder del narco Laureano Oubiña. El Pazo ha sido el único bien del narcotráfico sometido a concurso público para 'evitar que cayese en manos de otros delincuentes', apunta.

La cooperativa vinícola que se lo adjudicó se comprometió, entre otras acciones, a financiar con el 5% de su facturación anual programas de prevención de la drogadicción. Además, el PNSD ingresó por el Pazo más de 15 millones de euros.