El lehendakari, Patxi López, y el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, dieron este martes un primer paso para alcanzar la normalidad en las relaciones institucionales con el compromiso de actuar con 'lealtad'.

El encuentro tuvo lugar en Ajuria Enea, durante una hora y media, dentro de la ronda de contactos con las fuerzas políticas abierta mismo por el lehendakari socialista. Como era previsible, la cita no despejó los nubarrones que se han cernido sobre la relación entre el Partido Socialista de Euskadi y el PNV, sobre todo desde las elecciones vascas, pero sirvió para, al menos, poner un primer mojón de confianza y acabar con una larga etapa de incomunicación mutua.

Patxi López no realizó declaraciones al término del encuentro. Lo más que salió de Ajuria Enea, por boca de un portavoz, fue que la reunión había ido 'bien'. Sí se presentó, en cambio, ante los medios, el presidente del PNV en una comparecencia en su sede en Vitoria. En una declaración marcada aún por la desconfianza sobre las voluntades reales del lehendakari, Iñigo Urkullu dejó caer el único acuerdo alcanzado con López.

'Hemos quedado en que tiene que haber una relación desde la discrepancia o el acuerdo en cada caso, según sean las circunstancias, pero basada en la lealtad. Y nosotros, como PNV, no es que estemos condicionados por circunstancias del pasado, sino que miramos al futuro con un propósito de responsabilidad con la sociedad vasca', manifestó.

Con ánimo de lograr así con el Ejecutivo vasco 'grandes consensos de país', Urkullu le expuso uno a uno al lehendakari los 'diez ejes de futuro para Euskadi' del PNV, entre los que situó el blindaje del Concierto Económico, una 'posible actualización del Estatuto' y la paz, entre otros. El presidente nacionalista le expuso además otras 'preocupaciones', como la necesidad de tomar medidas contra la crisis, y le urgió también a dar respuestas claras a cinco temas polémicos para ambos: el pacto educativo, el futuro de EiTB, el euskara, la fuente de neutrones y la Diputación de Álava, reclamada a diario por el PP.

Al abordar este asunto, ya en el turno de preguntas, Urkullu hizo la declaración más crítica contra López. 'No me ha dejado tranquilo', dijo, antes de dudar de si la 'verdad' era lo que le había dicho a él o, el día anterior, al propio diputado general de Álava, en el sentido de que la moción de censura no era una prioridad.

El presidente del PNV se mostró esperanzado en que en la próxima reunión el lehendakari no acuda con un 'folio en blanco' y le dé respuestas.