El mundo al revés. Después de año y medio negándose a renovar el Consejo General del Poder judicial y cuatro meses bloqueando la sustitución de cuatro miembros del Tribunal Constitucional, de ignorar las peticiones de todos los grupos del Congreso al respecto, el PP trató ayer de darle la vuelta a la tortilla.

Ignacio Astarloa, portavoz de Justicia del PP acusó a los socialistas de paralizar la renovación de los órganos judiciales. Su argumento: los conservadores siguen esperando respuesta al documento que trasladaron sobre modernización de la Justicia, un tema que vinculan a la renovación de las dos instituciones.

Hay otro desencuentro clave entre los dos partidos. El PP sigue empeñado en adelantar la sustitución del magistrado fallecido Roberto García Calvo a las otras cuatro pendientes en el Alto Tribunal y a la de los veinte vocales del CGPJ. El PSOE se niega. Desde un principio, los socialistas marcaron la renovación en bloque como una de las líneas rojas de la negociación y parece poco probable que cedan terreno.

Astarloa entró incluso en descalificaciones a sus adversarios políticos. Según él, la intención del PSOE de achacar a la 'situación del PP' el bloqueo de las negociaciones solo demuestra una cosa: la 'deslealtad y falta de categoría de los socialistas'. 'Es falso', sentenció y se reiteró en que su grupo espera respuesta para empezar las conversaciones.
Por parte de los socialistas, fue Julio Villarrubia quien se encargó de quitar hierro a las quejas conservadoras. El portavoz de Justicia aseguró que continúan los 'contactos discretos' entre ambos partidos y que no descarta llegar a un acuerdo antes de verano. En todo caso, justificó, el borrador elaborado por el PP no será más una base para trabajar, por lo que no consideran que obligue a ninguna respuesta formal.

Igual que Astarloa, Villarubia reiteró la 'firme voluntad' de su grupo para alcanzar un acuerdo. Incluso con las conversaciones en dique seco, al menos de cara a la galería ambos partidos siguen abogando por cristalizar un pacto de renovación antes de finales de junio.

El portavoz socialista también quiso dejar constancia de que su grupo no ha cometido ninguna 'deslealtad' en la negociación. 'Queremos llegar a un acuerdo y no romper ningún puente', proclamó. Aun así, antes de terminar dejó un recado a su homólogo conservador. Según él, esas 'pequeñas excusas' del PP sobre los desacuerdos en Justicia quizá escondan 'cuestiones internas'.