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Rajoy paga sus hipotecas

ERNESTO EKAIZER

La información publicada ayer por este periódico apuntaba, como ha quedado de manifiesto, en una dirección equivocada. Mariano Rajoy ha decidido exactamente lo contrario de irse  o de preparar una retirada ordenada: se presentará en junio a la reelección como presidente del PP para ser su candidato a la presidencia del Gobierno en las elecciones de  2012.      

Un examen de nuestras fuentes indica que el error no ha sido fruto de filtración interesada o manipulación alguna. Existía la impresión en los diversos contactos con los cuales Público mantuvo conversaciones después del pasado domingo que el líder del PP había decidido, incluso antes del desenlace de las elecciones del 9-M, abandonar en lugar de intentarlo por tercera vez. Muchos de esos contactos ha tenido y tienen regularmente acceso a información fidedigna.

Mariano Rajoy ha sido ayer meridianamente claro en la reunión del comité ejecutivo del partido y en la rueda de prensa posterior. En función de los avances en número de votos, porcentaje y escaños, el candidato derrotado por segunda vez estima que está en condiciones de dar la batalla una tercera vez.

Quienes le siguieron en la reunión de la comisión ejecutiva dijeron ayer a este periódico: “Rajoy parecía  estar cabreado. Dio la impresión de que estaba dando un puñetazo sobre la mesa. Fue la rebelión del nuevo Rajoy contra el viejo Rajoy. Como alguien que intenta romper el corsé en el que ha estado maniatado”. Esto liga con dos cosas. Rajoy ha anunciado que propondrá a la Junta Directiva Nacional en el mes de abril anticipar la fecha del congreso, previsto para octubre de este año, al mes de junio. Esto parece una formalidad y lo sería si Rajoy, al tiempo, no hubiese anunciado un congreso abierto, el primero que habrá en la larga historia del PP. Paradójicamente o quizá por ello mismo, el candidato elegido a dedo, quiere un congreso abierto.

“Yo me presentaré con mi programa y mi equipo porque creo que es el que apoyan los españoles. Lógicamente se puede presentar cada militante del PP proponiendo lo que quiera proponer”, dijo. En roman paladino: los que me critican que den la cara y se la jueguen.

Tras anunciar en la reunión del  comité ejecutivo su decisión, hubo, según fuentes consultadas, una larga ronda de intervenciones de respaldo formal. Entre las primeras destacó la del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quien respaldó calurosamente a Rajoy por haber conseguido un avance muy importante en las últimas elecciones y apoyo su decisión. Le siguieron otros dirigentes, quienes aplaudieron uno tras otro la iniciativa. La última en hablar fue la presidenta  de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien, según una de las fuentes,  apoyó la  iniciativa.

Ya en la rueda de prensa, preguntado Rajoy por si existía apoyo a su propuesta señaló lacónicamente: “Esto pinta bien”. Y como quiera que un periodista le preguntó si lo que viene tiene algo que ver con un proceso de “elecciones primarias” y si se percibía la posibilidad de otros candidatos, el presidente del PP señaló: “No he percibido nada. Lo único que sé es que yo me voy a presentar”. En esa línea, cuando los medios intentaron comprobar la firmeza de su propuesta y le señalaron que después del congreso del mes de junio según los estatutos debería celebrarse otro dentro de tres años, esto es,  teóricamente antes de las elecciones generales, y si no existía la posibilidad de que él pilotara la transición hasta entonces para dar paso a otra persona, Rajoy fue tajante: “Me presento para ganar yo las elecciones, no para estar,[me presento] para ser candidato a la presidencia del Gobierno”.

Fuentes consultadas dijeron que todas las opciones que tenía Rajoy ante sí eran difíciles, pero que en cierto modo mucha gente dentro del partido esperaba una renovación, algún tipo de  renovación. “Mariano ha sido muy claro hoy [por ayer]. Aquí no hay cartas ocultas. Él se presenta para volver a ser el candidato en  las próximas elecciones. Le resultaba muy duro tirar  literalmente la toalla, abandonar al partido en estas circunstancias, después de los buenos, aunque insuficientes, resultados electorales”, explicó una fuente del PP a este periódico. 

Otra fuente señala: “Será el quien ahora haga la lista de la nueva comisión ejecutiva, quien formará su equipo y quien corte definitivamente el bacalao”Precisamente, a preguntas de la prensa sobre su nuevo equipo, Rajoy fue tan celoso con su nueva independencia que apuntó: “Lo anunciaré un día antes del congreso”. Lo mismo sobre el portavoz del grupo parlamentario: “Lo anunciaré el primer día de la reunión del grupo”. Es el mismo tono que uso cuando dijo que en su momento aclarará el destino de Eduardo Zaplana.¿Encontrará Rajoy rivales en el congreso de junio? ¿Se puede dar en el PP un proceso similar al del PSOE tras su pérdida del poder?

Los dirigentes del PP se dividen ante esta pregunta. Unos piensan que sí y otros que no. “¿Por qué no? Para algunos dirigentes se han cometido errores. Y esos fallos explican parte de lo que ocurrió en estas elecciones. Ahora un nuevo Rajoy quiere romper con las hipotecas que heredó tras ser nombrado a dedo”, señala otra fuente del PP.  “El congreso abierto es fundamental para sellar la ruptura con esas hipotecas”, añade.Pero tanto uno como otro dirigente coinciden, al menos, en un punto. Y es éste:  no creen que  los  candidatos in pectore, a saber, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, vayan  a entrar en liza con  Rajoy.  “No sería bien visto. Todavía tenemos una cultura que deriva del ordeno y mando de Aznar. No estamos preparados. Una rivalidad  en el congreso de junio sería calificada como traición a la unidad del partido”, dijo  otra fuente.  “Lo que vale es que ahora existe la posibilidad aunque nadie vaya a dar el paso al frente. Antes, nunca”, señala el otro dirigente consultado.

El nombre de José María Aznar, precisamente, fue mentado por Rajoy en la comisión ejecutiva.  Explicó a sus miembros lo siguiente: “Aznar no interviene en la vida del partido. Se ha portado como un señor, que es lo que es”. Un dirigente apostilla: “Es esa ironía de Rajoy  difícil de entender. Quiere ajustar cuentas definitivamente con Aznar agradeciendo sus servicios prestados”.A sus 53 años el próximo 27 de marzo, Rajoy ha resumido su operación así: “Esto es lo que hay”.

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