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Refuerzo del Plaseqta de Tarragona con nuevos sensores

Por Alexandre Garcia
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La Generalitat instalará 519 sensores de sustancias químicas en el sector químico de Tarragona para crear una barrera de detección de nubes tóxicas en caso de accidente. Esta actuación, que se enmarca en el Pla d'Emergència Exterior del Sector Químic de Tarragona (Plaseqta), contempla la instalación de 142 sensores en el polígono norte y 377 en el polígono sur. Se sumarán a los 56 que ya se instalaron en una prueba piloto, de modo que, una vez estén todos en funcionamiento, habrá un total de 575 sensores de detección de escapes.
La barrera de detección, que se ubicará este 2023 entre las industrias químicas y los barrios que tienen a su alrededor, equivalen a más de 46 quilómetros en total, sumando las diversas mallas para detectar los diversos productos (15.600 metros en el polígono norte y 30.850 metros en el polígono sur). La barrera transcurre por nueve municipios, cuatro de ellos en el sur (Tarragona, La Canonja, Reus y Vila-seca) y cinco en el norte (la Pobla de Mafumet, el Morell, Perafort, Constantí y els Pallaresos).

Mayor protección para casi 100.000 personas
Si a esta nueva malla se añade la anterior correspondiente a los 56 sensores (33 de sulfuro de hidrógeno y 23 de cloro) de la prueba piloto iniciada en 2021, las diversas tramas de sensores cubren una superficie de más de 50 kilómetros lineales. Se sitúan entre las industrias y las más de 96.000 personas que residen en la zona más inmediata a ellas. En concreto, 88.500 viven cerca del polígono sur y 8.000 del norte, según los datos obtenidos del censo.
El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, afirma que, "en caso de producirse una fuga tóxica de las industrias y que el viento la empujara hacia estas zonas habitadas, la malla de sensores debería permitir detectarla y dar aviso de confinamiento a la población en coordinación con los ayuntamientos afectados". Los nuevos sensores detectarán dióxido de azufre (102), óxido de etileno (93), sulfuro de hidrógeno (57), cloro (70), amoníaco (48), cloruro de hidrógeno (51), fosgeno (67) y acrilonitrilo (31).
La distribución de los sensores se ha decidido en función de la situación de las industrias y los productos que elaboran o almacenan, y de los estudios de accidentalidad elaborados por los responsables de seguridad industrial y la dispersión de tóxicos que contemplan. Se instalarán en farolas de alumbrado, torres eléctricas, palos de hormigón de torres de electricidad, palos de madera del cableado de electricidad y en paredes de edificios.
Medidas para sensibilizar a la población
Desde que el Govern aprobó la actualización del Plaseqta en 2020, se han llevado a caso acciones de implantación del plan para garantizar su funcionamiento en caso de emergencia química, siguiendo el programa previsto en el propio plan. Entre sus frutos ya figura el primer simulacro del Plaseqta, que tuvo lugar el 2 de noviembre de 2022 con el objetivo de practicar el confinamiento real de la población.
El ejercicio, que simuló un escape de cloro en el polígono sur de Tarragona, implicó unas 65.000 personas de cinco municipios: Tarragona (Barris de Ponent), La Canonja, Vila-seca (núcleo urbano y La Pineda), Salou (urbanización Covamar y urbanización Mirador) y Reus (parte del polígono industrial). La prueba se inició a las 18.30 h con la activación de 20 sirenas de riesgo químico, que llamaron al confinamiento de los vecinos y vecinas de la zona afectada. El conseller Elena la valoró como "un éxito de participación e implicación", y añadió que el simulacro fue "solo el inicio del despliegue del Plaseqta".
Además de la instalación de nuevas sirenas de riesgo químico y de la barrera de sensores, se han sacado adelante acciones relacionadas con la sensibilización a la población en el riesgo químico y las medidas de autoprotección en caso de emergencia. También se han puesto a punto las estructuras operativas y de coordinación previstas en el plan.

Las medidas dirigidas a la ciudadanía incluyen una mesa de diálogo, una escape room virtual para jóvenes y un documento de 80 preguntas y respuestas sobre cómo actuar. Interior recuerda que la huida en caso de emergencia química es una actuación de alto riesgo porque supone quedar más expuesto a los efectos químicos (radiación, sobrepresión o toxicidad) y al mismo tiempo puede colapsar las calles y carreteras impidiendo la llegada de los servicios de emergencia.

