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Elecciones Reino Unido Boris Johnson logra la mayoría absoluta

Los conservadores alcanzan un resultado histórico que permitirá a Johnson ejecutar el brexit en semanas. El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, anuncia que no volverá a ser candidato a primer ministro tras su abultada derrota.

El primer ministro de Reino Unido y ganador de las elecciones británicas, Boris Johnson junto a su pareja Carrie Symonds. / REUTERS

CRISTINA CASERO

A Boris Johnson le ha salido la jugada redonda. Se empeñó en convocar elecciones, logró que el resto de partidos le respaldaran y hoy tiene lo que quería: una mayoría absoluta que le garantiza cinco años en Downing Street para poner en marcha sus planes de gobierno; empezando por el brexit, el tema sobre el que Johnson había construido toda su campaña electoral.

Su repetido hasta la saciedad “acabemos con esto y cumplamos con el brexit" bajo la promesa de que con él al frente del país la salida de la Unión Europea se producirá antes del 31 de enero ha convencido a la mayoría de los británicos, que le han otorgado una victoria histórica.

Escrutados ya todos los escaños, el Partido Conservador cuenta desde hoy con 365 diputados en la Cámara de los Comunes, 39 por encima de la mayoría de 326 y 50 más de los que Johnson tenía hasta ahora.

Es el resultado más abultado para la formación desde 1987, con Margaret Thatcher. Como él mismo ha comentado a su equipo durante la celebración de la victoria esta mañana, los conservadores han “provocado un terremoto y cambiado el mapa político de este país”.

Corbyn no dimitirá aún, a pesar de la derrota

Los conservadores crecen mientras los laboristas menguan. Para la bancada de enfrente los resultados también son históricos pero en el sentido contrario. Los laboristas se quedarían con 203 diputados después de haber perdido 59 escaños en los Comunes. Son los peores resultados para el partido desde 1935. La jornada electoral deja a la formación sumida en una crisis

Su líder, Jeremy Corbyn, ha reconocido sentirse “muy decepcionado” y aunque ha anunciado que no volverá a ser el candidato a primer ministro del Partido Laborista, ha descartado presentar su dimisión inmediatamente.

Corbyn ha reconocido sentirse "muy decepcionado"

El plan de Corbyn es seguir al frente del partido durante lo que ha denominado un “proceso de reflexión sobre este resultado y sobre las políticas que el partido seguirá en adelante” con el objetivo de “garantizar que el debate se lleve a cabo y que sigamos adelante”. En los cinco años que lleva al frente de los laboristas, Jeremy Corbyn ha encajado dos derrotas en sendas elecciones generales y una tercera en el referéndum del brexit. Son ya nueve años sin un laborista en el 10 de Downing Street.

Y Trump ya se frota las manos

Al presidente estadounidense le ha faltado tiempo para mostrar su euforia, felicitar a su colega Boris Johnson y casi reclamar su parte del pastel. Al poco de confirmarse la mayoría absoluta de los conservadores, Trump enviaba a través de Twitter: "Felicitaciones a Boris Johnson por su gran VICTORIA" y apuntaba que "Gran Bretaña y Estados Unidos serán ahora libres de alcanzar un nuevo acuerdo comercial masivo después del BREXIT que tiene el potencial de ser mucho más grande y lucrativo que cualquier acuerdo que se pueda alcanzar con la UE”.

Una líder sin escaño para los liberal demócratas

En cuanto al resto de partidos, los liberal demócratas tampoco tienen esta mañana motivos para la celebración: se quedan con 11 diputados después de perder un escaño, el de su líder, Jo Swinson, que apenas llevaba unos meses al frente de la formación, incluso ha perdido su escaño. La formación ha confirmado que en las próximas semanas elegirán nuevo líder.

Partido Nacional de Escocia se presenta como otro de los grandes vencedores

Su escaño se lo ha arrebatado el candidato del Partido Nacional de Escocia (SNP), que se presenta como otro de los grandes vencedores de esta noche, habiéndole arrebatado escaños en sus circunscripciones tanto a conservadores como a laboristas. Su resultado final ha sido de 48 diputados, lo que supone 13 más de los que tenía hasta ahora. Mal resultado también para al Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte; quienes acabaron siendo socios de Theresa May tras las anteriores elecciones de 2017 pierden ahora dos escaños incluido uno muy representativo, el de su portavoz en Westminster. Los Verdes ganan un escaño, los galeses del Plaid Cymru, cuatro y el Partido del Brexit de Nigel Farage sigue fuera del Parlamento.

La sombra de la independencia de Escocia

El SNP se confirmaría como la tercera fuerza política en los Comunes. Su líder y ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ya había advertido al resto de candidatos que “antes de Navidad” escribirá al nuevo primer ministro reclamando las competencias necesarias para la celebración de un nuevo referéndum de independencia.

Esta noche lo ha confirmado: "Boris Johnson ha recibido el mandato de sacar a Inglaterra de la UE, pero debe aceptar que yo tengo el mandato de darle a Escocia la opción de un futuro alternativo”.

Mayoritariamente los escoceses quieren permanecer en la Unión Europea; son la nación británica donde esta opción logró el mayor apoyo en la consulta del brexit con un 62% de votos, y aunque Johnson ha dejado claro que no autorizará un nuevo referéndum secesionista en el territorio, Sturgeon recordaba hace sólo unas horas “la importancia de que Escocia pueda elegir”. ”Escocia ha enviado un mensaje muy claro: no queremos un gobierno de Boris Johnson y no queremos dejar la UE”, insistía.

¿Que ha fallado en el Partido Laborista?

Durante toda la noche la pregunta a la que los periodistas británicos han sometido a los candidatos laboristas ha sido la misma una y otra vez: “¿Quién es el responsable de este fracaso: Corbyn o el brexit?”

El número dos del partido, John McDonnell, tenía la respuesta clara: la causa “no está en Corbyn sino en el brexit”, decía. Pero no todos sus compañeros han contestado lo mismo. A la vista de os resultados y las reacciones, lo más acertado sería apuntar el origen de este fracaso ha sido una mezcla de ambos elementos, intrínsecamente ligados entre sí.

McDonnell: " La causa no está en Corbyn, sino en el brexit"

Que Johnson ha acertado centrando toda su campaña en el brexit es un hecho demostrado -sólo hay que ver cómo su partido se ha impuesto en históricos feudos laboristas pro-brexit- y la confirmación de que Corbyn ha fallado pasando de puntillas por el tema, subestimando los efectos que ha generado en los británicos la incertidumbre por este asunto y prometiendo retrasar la salida de la UE, por mucho que ello implicara la celebración de un nuevo referéndum.

Pero la figura de su líder tampoco habría remado a favor. Ganar unas elecciones, o incluso lograr un buen resultado, con un candidato falto de carisma -todavía hoy sigue apareciendo por detrás de Theresa May en las listas de popularidad- se antoja un reto difícil de superar, por mucho que él se haya esforzado por cambiar esa idea.

De hecho, para muchos en sus filas esto no ha sido una sorpresa. Uno de sus candidatos, Ian Murphy, tuiteaba al poco de conocerse los primeros sondeos que presagiaban esta derrota: “mi equipo y yo hemos llamado a 11.000 puertas y todas hablaban de Corbyn. No brexit sino Corbyn; y llevo años diciendo esto”, aseguraba.

Y en Bruselas respiran aliviados

En las sedes de las instituciones europeas, donde estaban muy pendientes de lo que pasara en Londres, a esta hora respiran aliviados. A Bruselas les interesaba que el resultado electoral dejara un Parlamento con mayoría suficiente para poder legislar con comodidad sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Que pusiera fin a la incertidumbre y el bloqueo que ya ha obligado a retrasar el proceso nueve meses más allá de lo previsto.

Con Johnson al frente de ese gobierno en mayoría, la salida de Reino Unido de la UE se prevé más sencilla, dado que éste ya alcanzó un acuerdo de salida con sus responsable que, de hecho, ya superó una primera votación en Westminster y ahora no debería tener problemas para concluir su tramitación parlamentaria.

Otra cosa serán las negociaciones que tendrán que llevarse a cabo durante el periodo de transición -que debería concluir en diciembre de 2020- y que no sólo harán plenamente efectiva la salida sino que establecerán los términos de la futura relación entre ambos territorios.

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