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¿Quién critica al Papa?: sectores conservadores atacan a Francisco por su posición ante la guerra

Aunque ha recibido numerosas críticas por su inacción, el Vaticano asegura que son varios los intentos que el pontífice ha hecho para mediar en el conflicto.

12/04/2022 - El papa Francisco muestra una bandera de Ucrania que fue enviada desde la localidad de Bucha durante la audiencia semanal en el Salón de Pablo VI en el Vaticano.
El papa Francisco muestra una bandera de Ucrania que fue enviada desde la localidad de Bucha durante la audiencia semanal en el Salón de Pablo VI en el Vaticano. Ettore Ferrari / EFE

La invasión rusa a Ucrania comenzó el 24 de febrero de 2022, y ha sido considerada como el mayor ataque militar convencional en suelo europeo desde las guerras yugoslavas. El panorama internacional tiene la mirada puesta allí, tras la amenaza que supone para Occidente y por las grandes consecuencias humanitarias, económicas y sociales que se está saldando el conflicto. El pretexto de esta 'operación específica militar', así tildada por el presidente ruso Vladimir Putin, ha sido el intento de Ucrania por formar parte de la organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Ante este contexto, el Papa Francisco ha tratado desde el principio de la guerra mantener una relación diplomática con Ucrania y con Rusia. El objetivo a fin de cuentas es que ambos países llegaran a un acuerdo lo más pacífico posible. No obstante, esta acción es criticada en ciertos ambientes católicos y por algunos de los medios de países poderosos. Esto es así, porque el Papa nunca se ha dirigido al presidente ruso Vladimir Putin, pero sí condena cada día la guerra en Ucrania como "monstruosa" y "repugnante".

Como primer Papa jesuita y latinoamericano de la historia, Francisco Bergoglio fue criticado desde el principio de su pontificado. Fue elegido en 2013 y ya en 2017, un grupo de estudiosos católicos lo acusó de "hereje" por lo que había escrito en su exhortación apostólica Amoris Laetitia (2016) entre otras, porque habló de dar la comunión a los divorciados.

Entre sus opositores más importantes se encontraban el cardenal estadounidense Raymond Burke y el nuncio apostólico italiano (representante papal) Carlo M. Viganò, quien le pidió a Bergoglio que renunciara. Y cuando convocó el sínodo (asamblea de obispos escogidos de las distintas regiones del mundo) en 2019 sobre el Amazonas en la Santa Sede, se abordó la posibilidad de que indígenas casados pudieran ser sacerdotes. Por lo tanto, las críticas no cesaron. A esto se suma los juicios contra los curas que habían abusado sexualmente en algún momento de su vida, que impulsó el Papa, y el juicio, todavía en curso, contra exempleados y a un cardenal por malversación de fondos del Vaticano.

Los católicos estadounidenses más conservadores vieron a Francisco siempre como un papa demasiado cercano a los pobres, y algunos hasta lo acusaron de ser "comunista".

El no-papel de la Organización de las Naciones Unidas

En la última audiencia general realizada esta semana en el Vaticano, el Papa habló de que la lógica dominante hoy en el mundo de la política es "la de la estrategia de los estados más poderosos para afirmar sus propios intereses y extender su influencia económica, ideológica y militar". Y claramente, aunque sin nombrarlos, se refirió a Estados Unidos, Europa, Rusia y China. Rusia, que si bien ocupa el 11º lugar entre las principales economías mundiales según datos de 2021, con esta guerra está tratando de aumentar su territorio para obtener beneficios económicos y retomar el liderazgo perdido con la caída de la Unión Soviética en 1989.

Siempre refiriéndose a la guerra, el Papa también destacó en estos días que la ONU ha sido completamente ineficaz. "Después de la Segunda Guerra mundial se intentó sentar las bases para una nueva historia de paz. Pero la vieja historia de las grandes potencias que compiten entre sí, no cambia. Y en la actual guerra en Ucrania asistimos a la impotencia de la ONU", dijo el Pontífice.

Las grandes potencias del mundo como Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China, entre otras, siguen teniendo el control de la ONU, al ser los únicos miembros permanentes del Consejo de Seguridad y sólo ellos tienen derecho a veto. Los demás miembros del consejo de seguridad, diez países que cambian periódicamente, no lo tienen. El Consejo de Seguridad es el máximo organismo de la ONU y el único que puede tomar medidas obligatorias para los 193 países miembros de la organización. Al inicio de la guerra se intentó sancionar a Rusia, pero esta puso su veto. Pese a todo, la asamblea de la ONU suspendió a Rusia del Consejo de Derechos Humanos por lo que está ocurriendo en Ucrania.

¿Mediación entre Rusia y Ucrania?

Francisco, desde el principio, trató de mediar entre Rusia y Ucrania. Si bien es cierto que no se hicieran públicas las intenciones del Papa, ciertos hechos provocaron que se revelase. Entre ellos, la visita que hizo, sin aviso previo, a la Embajada Rusa ante el Vaticano el 25 de febrero. Según publicó la prensa italiana, su objetivo era pedirle a Putin que terminara con los bombardeos. Su encuentro con el embajador ruso Aleksander Avdeev duró poco más de media hora. Pese a que el Papa conocía a Avdeev desde hace tiempo, la conversación no llegó a ningún puerto. Sin embargo, el Papa siempre repitió a la prensa: "estoy dispuesto a hacer todo lo que se pueda hacer". Y aclaró que la sección diplomática de la Santa Sede se está ocupando en particular el cardenal secretario de estado Pietro Parolin, (número dos del Vaticano) y  el monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.

"Están haciendo de todo, pero no lo podemos publicar por prudencia y por privacidad", señaló el Pontífice. El 23 de marzo, el cardenal Parolin recibió al embajador ruso Avdeev y el encuentro duró cerca de dos horas. Según el diario italiano Corriere della Sera, entre las cosas de las que hablaron estaba el viaje del Pontífice a Kiev, capital ucraniana. El Papa fue invitado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, días antes tras mantener una conversación telefónica. El hecho de que en su reciente viaje a la isla de Malta el Papa reiterase que no descarta la posibilidad de ir a Kiev, el diario señaló que es una advertencia sobre Putin. Si no cesa el conflicto por las buenas, el viaje podría transformarse como el último recurso para conseguir el alto al fuego.

Otro de los intentos por mediar la situación ha sido el encuentro que mantuvo con el líder de la Iglesia ortodoxa rusa, el Patriarca Kirill, quien apoyó abiertamente la guerra desde el principio. Kirill y Francisco se conocen desde hace tiempo, puesto que ambos participaron en un encuentro religioso internacional que se hizo en Cuba en 2016. Desde la elección del Papa Francisco en 2013, la Iglesia rusa y el Vaticano han mantenido cierta sintonía. Y, varias fuentes revelan que guarda cierta simpatía a Putin, quien al parecer, protegía las minorías cristianas en Medio Oriente.

Pero desde que se desencadenó la guerra en Ucrania, todo eso se vino abajo. El conflicto ha sido calificado como la primera guerra entre cristianos, ortodoxos rusos y ortodoxos y católicos ucranianos, que se ve en territorio europeo después de décadas de paz.

La compra de armas y la censura

El papa Francisco se ha manifestado siempre en contra de las guerras y sobre todo, contra el aumento de la carrera armamentística. Señala que mientras miles de familias en el mundo necesitan educación y alimentos básicos, ciertos gobiernos prefieren invertir el dinero en armas. El 25 de marzo fue un día especial en este sentido,  ya que se censuraron las palabras de Bergoglio sobre la condena a los países "locos" europeos que habían decidido aumentar su gasto en armas al 2% del Producto Interior Bruto de cada país. Rai Italia, canal de televisión internacional y emisora nacional italiana, decidió censurar el comentario del Papa en uno de sus tres canales, el ligado a los sectores más conservadores del país. 

Pero al parecer no fue solo la televisión quien lo censuró. Varios diarios importantes de Italia, tanto de Roma como de Milán, no publicaron las palabras del Papa. Otros lo hicieron, pero como noticia de segundo plano. La censura de las palabras de un personaje mundial como el Papa, muestra que ciertos sectores italianos se oponen a los pacifistas y antiarmamentistas como él.

El New York Times y otros diarios

The New York Times ha sido considerado por muchos como uno de los diarios más objetivos y de mejor calidad estadounidense. No obstante, tras sus últimas aportaciones, parece haberse pasado al 'otro bando'. Debido al tratamiento sobre cómo el Papa ha actuado intentando mediar la guerra, para el diario, Bergoglio ha sido "demasiado prudente", especialmente con Rusia. Algunas de las críticas que New York Times le hace al Papa son tales como que evita cuidadosamente nombrar al agresor (Putin), puesto que según el periódico "el Papa deplora la guerra en Ucrania, pero no al agresor".

En cambio, el diario estadounidense no hace mención a los esfuerzos de mediación no publicitados que está haciendo el argentino. "El Vaticano es consciente de que debe moverse con mucha atención y es importante que el papa Francisco mantenga un lenguaje por encima de las partes", escribió el escritor y periodista experto en el Vaticano Marco Politi, en el diario Il Fatto Quotidiano de Roma.

Otros periódicos han optado por recordar lo que hicieron Papas como Juan Pablo II, cuando en 2003 el presidente estadounidense George Bush decidió invadir Irak. Juan Pablo II trató de convencerle para que cambiara de idea, aunque sin éxito. Un buen número de católicos le acusó entonces de "pacifista" y "no realista". Años después, se demostró que el pretexto para la invasión, que era la supuesta posesión de armas de destrucción masiva, era mentira, tal y como reconoció públicamente el entonces secretario de estado de Bush, Colin Powell.

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