Los misterios sobre hallazgos están a la orden del día en este mes de febrero. A los tres objetos no identificados –conocidos como globos espía– sobrevolando los cielos de Estados Unidos y Canadá, hay que sumarle una nueva aparición: una esfera de unos 1,5 metros de diámetro apareció este miércoles en la playa de Enshu, en la ciudad de Hamamatsu, en la costa pacífica de Japón. 

Una mujer que paseaba por la playa fue quien localizó este extraño objeto a pocos metros de la orilla, generando interés e incertidumbre en los habitantes de la zona. Tanto es así que las autoridades tuvieron que acordonar la zona 200 metros alrededor de la bola porque la posibilidad de que fuera una mina perdida.

Las autoridades, por tanto, solicitaron la presencia de expertos en explosivos, ataviados con ropa de protección, para que pudieran investigar el objeto. La policía comenzó a inspeccionar la bola de color café anaranjado y con manchas de óxido aparentemente más oscuras, mediante tecnología de rayos X. Los agentes tranquilizaron a la población al asegurar que el hallazgo no iba a explotar porque el interior del objeto estaba hueco.

Tras el análisis de los expertos, fuentes policiales aseguraron que desconocen el misterio de la aparición de esta bola de hierro. Por su forma y la presencia de dos asas elevadas en la superficie de la esfera, intuyeron los agentes, podría tratarse de una boya de anclaje que se soltó y salió a flote.

Otros habitantes de la zona especularon que la bola de hierro se parecía a las famosas bolas de dragón de la popular serie Dragon Ball, mientras que otros creían que se trataba de un ovni caído del cielo.

Sin embargo, a un residente local que corre habitualmente por la playa no le sorprendió este hallazgo, al asegurar que la bola "lleva ahí un mes", según aseguró a la cadena pública NHK. Este vecino trató de empujarla, "pero no se movía".

Las imágenes de televisión del objeto suscitaron especulaciones también en las redes sociales, poco después de que Japón indicara que "sospechaba firmemente" del avistamiento de varios globos espía chinos sobre su territorio en los últimos años, según recoge el diario The Guardian.