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Día de Muertos Mariachis, altares a mujeres destacadas y calaveras: así celebra México su gran fiesta

Las calaveras, los altares, el pan dulce y las flores son los protagonistas de estos días en el país, que recuerda a sus difuntos a ritmo de comparsas y mariachis. México celebra el Día de Muertos desde la alegría y la memoria hacia los que ya no están.

Dos personas disfrazadas en Puebla. FOTOS: QUERALT CASTILLO CEREZUELA

Las flores de cempasúchil, de naranja intenso, quizás incluso ocres, se apoderan de las floristerías estos días. En las casas huele a pan de muerto (o pan dulce) y las familias mexicanas preparan los mejores tapetes para los altares. Se cocina, y mucho: los muertos tienen que estar contentos. Aquellos que ya no están, hoy reviven entre nosotros, más presentes que nunca. Con la fiesta del Día de Muertos, tal y como lo practicaban las comunidades indígenas, se celebra el retorno transitorio a la tierra de los familiares y seres queridos fallecidos. Para facilitar el retorno de las almas a la tierra, se esparcen pétalos de flores, se colocan velas y ofrendas, y se preparan los manjares favoritos del difunto. La fiesta del Día de Muertos es considerada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco desde 2008.

En Oaxaca de Juárez, en el estado de Oaxaca, las comparsas han ensayado toda la semana. En las calles, trompetas, trombones y tambores se preparan para el desfile. También ha habido concurso de catrinas e incluso de disfraces de perros, talleres, espectáculos de danza y teatro. Todo vale para celebrar los días más importantes del año (el 1 y 2 de noviembre) en el país norteamericano. En los altares, lucen las fotos, los recuerdos, los dulces y la fruta; las entradas de las iglesias rebosan de jazmines, gardenias y rosas olorosas. Cruces y arcos naranjas habitan la ciudad.

Puebla: altares dedicados a mujeres destacadas

A 336 kilómetros de Oaxaca, o 390, según la ruta que se coja, en Puebla (oficialmente Heroica Puebla de Zaragoza), el 28 de octubre, las autoridades dan el pistoletazo de salida e inauguran los altares instalados en los edificios públicos, conocido como corredor de ofrendas. Hay veinte repartidas por toda la ciudad, la cuarta más grande del país. En esta ocasión, los altares institucionales están dedicados a veinte mujeres poblanas destacadas (cada año, los altares están dedicados a un motivo en particular).

En el Ayuntamiento, en el mismo edificio donde se encuentra una de las bibliotecas más bellas e importantes del mundo -por ser la primera biblioteca pública de América-, la Biblioteca Palafoxiana (fundada por el obispo Juan de Palafox y Mendoza en 1646 e incluida desde 2005 en la Unesco como parte del Programa Memoria del Mundo), se rinde tributo a Altagracia Calderón (1837- 1917).

También conocida como La Charra o La Cabra, Calderón luchó en la batalla del 5 de mayo (la batalla de Puebla entre los ejércitos de la República Mexicana y el Segundo Imperio Francés y que resultó en una victoria para los mexicanos) a las órdenes del general Ignacio Zaragoza. También se ocupó de los heridos en batalla, entre ellos al general Porfirio Díaz. Sin embargo, su legado continúa siendo poco conocido. Una mujer olvidada más. Hoy, Puebla le rinde un merecido homenaje.

Altar Altagracia Calderón. QUERALT CASTILLO CEREZUELA

A pocos metros del ayuntamiento, se encuentra el Museo Amparo, donde hay un altar en homenaje a Ángeles Espinosa Yglesias (1942-2007), mecenas de obras sociales, culturales y humanitarias en México. Su obra cultural más significativa fue, precisamente, la creación del Museo Amparo, abierto en 1991, actualmente el recinto cultural más importante del estado de Puebla y uno de los más destacados del país, donde se pueden encontrar valiosas piezas prehispánicas.

Desde el centro de información turística de Puebla se anima a mexicanos y mexicanas, pero también a los turistas que estos días visitan la ciudad, a conocer a todas estas mujeres a través de los altares. “Es importante que se conozcan. Por ejemplo, las hermanas Serdán participaron en la revolución mexicana del 18 de noviembre de 1910. También es importante que se reivindique la figura de Paulina Bucher o que re recupere la obra de Elena Garro”, dice Mayra Colula García, de la oficina de turismo de la ciudad.

Precisamente, de Elena Garro habla muchísimo la escritora y editora Luna Miguel en su último libro El coloquio de las perras (Capitán Swing, 2019). En Puebla, todo el mundo espera con ansias el desfile del 2 de noviembre, que pasará, precisamente, por el Bulevar 5 de mayo. “Aquí en Puebla son muy característicos los alfeñiques [las calaveritas hechas de azúcar]; por el resto, celebramos como el resto del país”, asegura Carol Brito, también de la oficina de turismo.

En la calle, hay quien anda un poco confundido. Alejandro Vega, que aún no ha visitado los altares institucionales, cree que este año están dedicados a los feminicidios. “Creo que está bien que se dediquen altares a mujeres, pero no hay que olvidar las estadísticas: en México mueren más hombres que mujeres, aunque es cierto que ellas son más vulnerables”. Tendrá hasta el 3 de noviembre para pasear por los altares y conocer a todas las mujeres heroicas a las que la ciudad rinde tributo este año.

Comparsa en Oaxaca. QUERALT CASTILLO CEREZUELA

Mariachis y picnics en los cementerios

Anna Cynthia Uribe es una periodista mexicana afincada en Rotterdam, pero recuerda bien las costumbre de su país: “En todo México las tradiciones son más o menos las mismas, aunque donde más se celebra el Día de Muertos es en el centro, desde Ciudad de México hacia Michoacán y hacia el sur, ya que son las zonas donde había mayor presencia indígena. El Día de Muertos es una respuesta indígena al día de Todos los Santos, al 1 de noviembre católico. En Guadalajara, de donde soy yo, se monta un mercado para decorar los altares. Se cocina lo que a los muertos les gustaba, pones el altar y preparas la casa para que ellos regresen".

"Esta es la parte más privada del ritual; luego hay una parte más pública: la gente visita los cementerios y limpia los panteones y tumbas de sus difuntos. Se les llevan flores y comida. La gente hace un picnic en los cementerios, hay mariachis o bandas de norteñas y se celebra el retorno del muerto. Son actos multitudinarios", agrega Uribe. "Desde hace tres o cuatro años, se celebra en Guadalajara Calaverandia: se arma un gran parque temático dedicado al Día de Muertos, muy en la linea de Coco, una película que cayó muy bien en México. Se celebra en un descampado y es algo muy espectacular. Lo que nadie comenta es que el precio de las flores se cuadriplica esos días”, recuerda Ana Cynthia de sus días como reportera en México.

Comparsa en Oaxaca. QUERALT CASTILLO CEREZUELA

El gran desfile de Ciudad de México

En la capital, todo está preparado para el gran desfile del 2 de noviembre. A la una del mediodía, decenas de comparsas se encontrarán en el zócalo para celebrar el retorno de los muertos. Las catrinas avanzarán al repique de los tambores y los más fiesteros acudirán a las fiestas de disfraces programadas en toda la ciudad. Mientras tanto, en el metro y en las calles ya se ven cicatrices y zombies. Se ven varios spiderman y payasos de It. Algunos niños piden dulces y portan cestitas en forma de calabaza, producto made in the US.

Estando tan cerca, era imposible que Halloween no colonizase también estas tierras. En la Estación de Autobuses del Norte, desde donde salen las lanzaderas hacia Teotihuacán, el conjunto arqueológico más visitado del país, algunos empleados atienden con la cara empolvada de blanco y los ojos negros. Los vendedores ambulantes hacen su agosto con el pan de muerto.

Y todo parece una fiesta, y lo es. Pero en la Casa Refugio Citlaltépel, en colonia Condesa, se alza un altar dedicado a los periodistas asesinados. Es el memorial Javier Valdez (1967-2017), uno de los tantos periodistas que perdieron la vida en el ejercicio de su oficio. México es actualmente el país sin guerra más peligroso para ejercer el periodismo, por detrás de Siria y Afganistán, según el último en informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF). En lo que llevamos de 2019, diez periodistas han muerto asesinados. Porque, si bien es un día para recordar a los muertos, también es un día para recordar que no van a volver.

Comparsa en Oaxaca. QUERALT CASTILLO CEREZUELA

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