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Premio Planeta 2019 Javier Cercas, ganador del Premio Planeta: "Si no hubiese pasado lo que ha pasado en Catalunya, no hubiese escrito este libro"

A la misma hora que empezaban las cargas policiales en Barcelona, comenzaban a llegar los invitados al Premio Planeta, que este año celebraba su 68ª edición.

El escritor Javier Cercas ha sido el ganador del LXVIII Premio Planeta de Novela. EFE/Andreu Dalmau

Queralt Castillo Cerezuela

Con la sentencia del procés de trasfondo y una Catalunya molesta, en llamas (en el sentido metafórico) y cabreada, el Premio Planeta ha pasado de largo de la situación política del momento. Ajenos a las agresiones que simultáneamente se daban en la Delegación del Gobierno y los contenedores que ardían en Paseo de Gracia, la jet set de la cultura nacional se reunía en uno de los iconos de la ciudad condal: el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), a tan solo unos metros donde fue, precisamente este martes hace 79 años, asesinado el presidente de la Generalitat Lluís Companys. Nueva ubicación, ya que siempre se solía celebrar en el Palacio de Congresos.

A la misma hora que empezaban las cargas policiales en Barcelona, comenzaban a llegar los invitados al Premio Planeta, que este año celebraba su 68ª edición. Ha contado, el galardón, con una participación algo menor que en otras ediciones (de las 642 novelas presentadas en 2018 a las 564 presentadas este año) y con un cambio importante. Parece que este año se han dejado atrás las novelas relativas a la guerra civil y los participantes han optado por las historias policiales, como El principito secuestrado, de Joaquín Guerrero Casasola, Dios no baja los infiernos, de Luis Aleixandre Giménez o Cristales rotos, de Melchor Marín (seudónimo). También se han presentado historias de suspense y terror, como La rosa de Jericó, de Salomé Becerra (seudónimo) o El diario de Shara Clayton, de L’omertá (seudónimo); e historias sociales, como La familia es una guerra de guerrillas, de Mercedes Gallagher (seudónimo), El músico del metro, de Viviana Rivero o 5.749 días, de Ana Sánchez (seudónimo).

Terra alta, presentada bajo el título Cristales rotos, del escritor Javier Cercas (bajo el pseudónimo Melchor Marín) se ha alzado con el galardón, y los 601.000 euros del premio. Manuel Vilas, bajo el pseudónimo de Viveca Lindfors ha quedado finalista con Alegría (presentada como Tal como éramos) y se ha llevado 150.250 euros.

Impasible ante la sentencia

Tres horas después de saberse la sentencia del procés, unos de los acontecimientos políticos más importantes de la historia reciente y mientras el aeropuerto de El Prat se empezaba a llenar con miles de manifestantes, Jordi Creuheras, el presidente de Planeta aseguraba en la rueda de prensa anterior al premio que confiaban en la separación de poderes y la democracia, aludía al “máximo respeto a las decisiones judiciales” y sentenciaba: “España es un país afortunadamente democrático. Es un estado de derecho”. Hace dos años Planeta trasladó su sede jurídica como consecuencia de las circunstancias políticas entre Catalunya y España. No ha vuelto. Estaban contentos en Planeta: “El sector del libro goza de buena salud”, las ventas de ensayo y novela continúan creciendo y el libro electrónico no ha triunfado. Se continúa vendiendo más el papel y este año el gigante editorial celebra su 70 aniversario. Todos contentos.

"Me consta que los Mossos están cargando contra esas personas y yo les doy todo mi apoyo y toda mi solidaridad"

En la gala, todos parecían estar tranquilos. Antes de la cena, Xavier García Albiol dejaba clara su postura respecto a la sentencia del procés: “A mi me parece muy triste que por un lado, en estos momentos Barcelona sea la capital del mundo de la cultura y que por otro, los independentistas estén reventando la imagen de Barcelona. Espero una respuesta democrática como la que dieron el lunes la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra. Frente aquellos que intentan reventar la imagen de Barcelona, la convivencia y la libre circulación, creo que la respuesta tiene que ser contundente, tanto desde un punto de vista democrático como por parte de las fuerzas de seguridad. Me consta que los Mossos están cargando contra esas personas y yo les doy todo mi apoyo y toda mi solidaridad".

Asimismo, ha señalado: Lo que me gustaría y deseo es que si, finalmente, intentan otra vez, ocupar una infraestructura básica para una ciudad como es el aeropuerto, el Gobierno de Pedro Sánchez no lo permita y esté a la altura. Tiene que evitar que se lleguen a dar las situaciones que vivimos el lunes. Yo apoyo las cargas que hubo en Barcelona, pero eso no evita que quizás se hubiese tenido que haber evitado que esas personas entraran en el aeropuerto. Sabiendo que puede volver a ocurrir, espero que Pedro Sánchez, de Torra no lo podemos esperar, esté a la altura”.

"Espero que la política ejerza de nuevo el liderazgo que le corresponde, porque esto desde las calles no se arregla"

A pocos metros del político del Partido Popular se encontraba Santi Vila, exconseller de Empresa y uno de los habituales de la gala, condenado en la sentencia por desobediencia y absuelto por malversación. Se lamentaba por las duras penas que les habían caído a sus excompañeros: “Creo que la sentencia ha sido muy desproporcionada. Se confirma que la política no hubiese tenido que eludir nunca su responsabilidad. Se hubiese tenido que encarrilar las cosas mejor porque a golpe de código penal, no arreglaremos lo que está pasando en Catalunya. Es todo triste y doloroso. Ahora entraremos en unas semanas de contienda electoral y hasta que no termine el ciclo, no se podrán serenar los ánimos. Espero que la política ejerza de nuevo el liderazgo que le corresponde, porque esto desde las calles no se arregla”.

Casi al final de la cena y antes de que se fallase el premio, saltaba la noticia entre las mesas: Ada Colau se marcha. En las redes sociales se sucedían las imágenes de contenedores ardiendo, pero en la gala nadie mencionó nada. Sólo algunos periodistas estuvieron pendientes del comunicado de la Moncloa. ¿Ley de Seguridad Nacional? Nadie sabía nada. “La Moncloa se reserva la potestad de garantizar la seguridad con firmeza, proporcionalidad y unidad (…) es evidente que no estamos ante un movimiento ciudadano pacífico, sino coordinado por grupos que usan la violencia en la calle para romper la convivencia”. Y se falló el premio.

Trazos del 'procés' y búsqueda de uno mismo

“Es la primera vez que me presento a un premio literario y este es un libro especial. Los escritores tenemos el peligro de repetirnos. Terra Alta es un intento de reinventarme, de convertirme en otro escritor. Quiere ser un libro distinto a todo lo que he escrito hasta ahora, pero también fiel a mis trabajos anteriores. La novela cuenta la investigación de un crimen múltiple y atroz y sus consecuencias imprevisibles y desvela el pasado tremendo y oscuro del protagonista. Por esa doble vía la novela quiere ser una reflexión de asuntos que me interesan: el valor y el sentido de la ley, la legitimidad de la venganza, el valor de la justicia. Quiere ser una epopeya de un hombre en busca de su lugar en el mundo”, dijo Javier Cercas durante la recepción del premio.

Dejó claro, Cercas, que la novela no trata del procés, pero que lo que ha ocurrido durante estos años en Catalunya ha influido en la creación del libro. “Si no hubiese pasado lo que ha pasado en Catalunya, no hubiese escrito este libro. La novela surge de mi estado de ánimo, de mis angustias y de mis preocupaciones”. Preguntado por si a partir de ahora iba a publicar con Planeta (la casa de Cercas de Penguin Random House), el principal rival de Planeta, Cercas se mostró un tanto molesto: “Claro que voy a continuar publicando con Random”, pero puntualizó que el futuro es incierto.

"La novela surge de mi estado de ánimo, de mis angustias y de mis preocupaciones"

Alegría, de Manuel Vilas, es una historia de un hombre en la madurez de su vida; un hombre que se da cuenta de que la alegría es el sentimiento más importante de la vida, que la alegría es más importante que la felicidad. Mi protagonista se da cuenta de que la alegría y la memoria son lo mismo (…) Es una novela sobre los sentimientos familiares, los afectos profundos, raíces y el misterio del amor. También trata un tema ancestral que siempre me ha interesado: la relación entre padres e hijos. Es una novela sobre los viajes en la que también se habla del presente social y político de España y del mundo”. Vilas aseguró que la novela pretende centrarse en la búsqueda de sentimientos puros en tiempos de desesperación colectiva.

Terminó la gala, sin Colau, que se había marchado, pero que tuiteó: “Somos una ciudad de paz y diálogo. No queremos prisiones injustas ni cargas contra la gente pacífica. Tampoco queremos incendios como los de esta noche en Barcelona: son inaceptables y ponen en riesgo la seguridad de los vecinos. Merecen un rechazo unánime y es necesario que todas las instituciones hagan un llamado a la calma”.
A la salida, Nuria Marín, alcaldesa de L’Hospitalet (PSC) no quiso comentar nada acerca de la sentencia, Vila y Albiol sí tenían ganas de hablar y atendieron a los medios. Collboni se escabulló, también Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno en funciones y Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados.

La exconsellera Clara Ponsatí exigía por las redes sociales la dimisión del conseller de Interior, Miquel Buch. Fuera del MNAC, la ciudad lucía imponente, con las columnas de Cadafalch guardando la plaza España y, en el cielo, una luz roja. El helicóptero de los Mossos.

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