La presente ola de covid-19 y la expansión de la nueva variante ómicron han despertado las alarmas en muchos países europeos. Hace apenas un mes que Austria anunciaba un confinamiento total para sus ciudadanos y ahora el Gobierno de Países Bajos ha declarado la misma medida, así como el cierre de la actividad no esencial.

Por su parte, los asesores del Gobierno británico también optan por la implantación de medidas más restrictivas.

Los motivos serían detener el alza de las hospitalizaciones, pues según ha revelado la BBC, estas pueden llegar a 3.000 por día a causa de la variante ómicron.

El desacuerdo con las nuevas restricciones han llevado a dimitir a David Frost, el negociador británico del Brexit. Figura clave en las negociaciones con la Unión Europea, entregó al parecer su carta de renuncia al primer ministro, Boris Johnson, la semana pasada, según los medios británicos, si bien el político no ha comunicado oficialmente su dimisión.

El tabloide británico The Mail on Sunday señala que Frost quiere marcharse de manera amistosa y que se le ha convencido para que permanezca en su puesto hasta el próximo enero. Al parecer, según algunos medios, el negociador decidió apartarse del Ejecutivo por el denominado Plan B, que establece la obligatoriedad de llevar mascarilla en el transporte público y tiendas, así como la introducción de certificados covid para entrar en grande eventos.

Nuevas medidas en el Reino Unido

Las medidas actuales en el Reino Unido incluyen la obligatoriedad de llevar mascarilla en el transporte público y espacios cerrados, así como presentar un pase covid para entrar en grandes eventos, demostrando que la persona está vacunada o tiene un test negativo. Pero, según los medios británicos, las medidas que se analizan incluyen la prohibición de reuniones en interiores y que restaurantes y bares limiten sus servicios a exteriores durante dos semanas después de Navidad.

Según las últimas cifras oficiales, el número de contagios por coronavirus en el Reino Unido marcó este viernes otro récord desde el inicio de la pandemia, por tercer día consecutivo. Se alcanzaron 93.045 casos en 24 horas, unos 5.000 más que el día anterior, mientras que las hospitalizaciones se han disparado un 8,1% en los últimos siete días.

Para combatir esta expansión se ha acelerado la campaña de vacunación reabriendo los grandes vacunódromos en estadios de fútbol para cumplir el objetivo de administrar dosis de refuerzo a toda la población adulta antes de final de año.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, declaró este sábado el estado de "incidente grave" por la situación en la capital británica debido a la ausencia de personal en servicios públicos tras el rápido aumento de los contagios de la covid-19. "El aumento de los casos de la variante ómicron en nuestra capital es tremendamente preocupante, así que una vez más estamos declarando incidente grave por la amenaza de la covid-19 en nuestra ciudad", señaló Khan en una declaración a los medios. 

Vacunación en Francia

El Gobierno francés está actuando de una forma similar, imponiendo una dosis de refuerzo a los sanitarios y a los bomberos para evitar que se creen focos de contagio. Esto sucederá a partir del 30 de enero. 

El ministro de Sanidad, Olivier Véran, indicó que "si todo va bien", la vacunación de todos los niños de 5 a 11 años, con carácter voluntario, podrá empezar en Francia "el día 22 por la tarde".

El titular de Sanidad subrayó este sábado en una entrevista a la emisora France Inter que hay que acelerar la vacunación ante la variante ómicron, que es "mucho, mucho, mucho más contagiosa" que la delta, y que podría ser mayoritaria en Francia dentro de dos semanas.

Desde su departamento calculan que las cifras de ómicron se sitúan entre el 7 y el 10% del total de contagios y que, dada la velocidad de propagación, ese porcentaje subirá al 25-30% en una semana y a más del 50% en dos.

Al término de un Consejo de Defensa presidido por Emmanuel Macron, el primer ministro francés, Jean Castex, anunció este viernes que en enero su Gobierno llevará un proyecto de ley al Parlamento para convertir certificado sanitario en certificado de vacunación. Eso significa que ya no se podrá recurrir a los test para validar el certificad.

Por su parte, el Ayuntamiento de París ha decidido anular los tradicionales fuegos artificiales y los conciertos de Nochevieja que en tiempos normales reunían a decenas de miles de personas en la calle, siguiendo las directrices del Gobierno de Emmanuel Macron para limitar las explosión de contagios que se prevé por la variante de la covid ómicron.

La incidencia en Alemania sigue descendiendo

Pese a situarse en un nivel alto, la incidencia en Alemania sigue descendiendo. Esta se sitúa en 321,8 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en siete días, frente a 331,8 ayer, 402,9 hace una semana y 336,9 hace un mes, según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología actualizados la madrugada del viernes. 

Las autoridades sanitarias verificaron 42.813 nuevas infecciones en 24 horas y 414 muertos con o por covid-19, frente a 53.697 y 510 hace una semana, mientras la cifra de casos activos asciende a 932.000.

La tasa acumulada de ingresos en siete días se sitúa en 5,10 por cada 100.000 habitantes y la ocupación en las ucis de pacientes con covid-19 es del 22,4% de las camas disponibles en las unidades de críticos para la población adulta.

Una de las problemáticas a las que se enfrenta el país y que arrastra desde hace semanas es a la falta de exactitud en los datos. En declaraciones a la edición dominical del diario Welt, la presidenta del Bundestag, Bärbel Bas, exigió un registro nacional de vacunados al criticar la falta de datos sobre la pandemia del coronavirus y subrayó la necesidad de contar con "cifras exactas".

Sobre la mesa también está la implantación de la vacuna obligatoria en el país. 

Medidas más estrictas para entrar en Alemania

Los ministros regionales de Sanidad exigieron este sábado en una reunión extraordinaria con el titular federal de esa cartera, Karl Lauterbach, medidas más estrictas para el ingreso en Alemania con el fin de contener la propagación de la variante ómicron, informan los medios.

Así, los ministros piden endurecer las condiciones de ingreso para viajeros a partir de seis años que en los últimos diez días hayan estado en un país considerado zona de riesgo por variante del virus y exigirles un test PCR negativo de no más de 48 horas, sin opción de presentar una prueba de antígenos. Consideran que esta regla debe aplicarse también a viajeros que únicamente hagan escala en un aeropuerto alemán para continuar su viaje.

Además, los ministros quieren que el Gobierno federal declare a Reino Unido zona de riesgo por variante, debido a que en ese país la variante ómicron se extiende de manera muy notable, según argumentó el presidente de la conferencia de ministros de Sanidad, el titular bávaro de esa cartera, Klaus Holetschek.