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Filipinas Duterte reconoce haber abusado sexualmente de una empleada doméstica

"Levanté la manta [...] Intenté tocar lo que estaba en la ropa interior. Cuando se despertó y me fui", ha relatado de manera pública.

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte. EFE

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El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha reconocido que cuando era adolescente abusó sexualmente de una empleada doméstica. La noticia, revelada por el propio político, ha provocado la indignación de gran parte de la sociedad y de las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, que le acusan de hacer apología del machismo.

"Levanté la manta e intenté tocar lo que estaba en la ropa interior. Cuando se despertó, me fui"

Según informa la agencia AFP, Duterte habló en público de los tocamientos que realizó a la empleada. "Levanté la manta [...] Intenté tocar lo que estaba en la ropa interior. Cuando se despertó, me fui", relató, para terminar reconociendo que tras confesar la agresión a un cura, volvió a intentar manosear a la misma mujer.

El partido Gabriela, comprometido con los derechos de las mujeres, ha exigido a Duterte su dimisión y ha calificado las declaraciones del dirigente de "repulsivas" por reconocer un intento de violación. 

"Una penetración con el pene no es la única constitutiva de violación. Si es con un dedo o un objeto, igualmente es una violación", declaró Joms Salvador, secretario general de Gabriela.

Fuentes cercanas al presidente han asegurado a los medios locales que se trataba de unas declaraciones exageradas. "Inventó una anécdota para llamar la atención sobre las agresiones sexuales que él y sus camaradas sufrieron en el instituto", declaró Salvador Panelo, portavoz del Gobierno.

Esta no es la primera vez que Duterte se ve envuelto en la polémica por comentarios misóginos. El pasado mes de junio intentó besar en los labios a una mujer en un acto en Corea del Sur con trabajadores expatriados, lo que provocó que se encendiera la llama del feminismo en el país asiático.

En otra ocasión, el dirigente —caracterizado por sus salidas de tono y por su autoritarismo violento— hizo un llamamiento para que el Ejército filipino disparase "en la vagina" a las mujeres integrantes del NEP, una guerrilla comunista que se encuentra en el punto de mira del Gobierno. "Decidle a los soldados: hay una nueva orden. No te mataremos. Te dispararemos en la vagina", espetó Duterte.

Ya en su carrera electoral fue protagonista por alardear de haber violado a una mujer y hacer bromas con ello en un acto de campaña: "Era tan guapa... ¡El alcalde debió haber sido el primero (en violarla)!".

Odio a la Iglesia

Esta vez las palabras machistas de Duterte estaban inscritas en una conversación en contra de la Iglesia, a la que calificó como "la institución más hipócrita". Y es que, el presidente filipino tiene un conflicto abierto con la religión católica —mayoritaria en el país—, en tanto que en alguna ocasión llegó a pedir que se matara a los obispos católicos por "inútiles y bastardos".

La confesión altanera del líder filipino no es llamativa si se tiene en cuenta que llegó al poder difundiendo un mensaje de violencia contra la delincuencia. Incluso, llegó a reconocer que durante su etapa como alcalde de Davao mató a tres personas personalmente.

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