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GOLPE DE ESTADO Un nuevo informe arrojará más pruebas sobre la limpieza de las elecciones de Bolivia

El Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR) de Estados Unidos presentará un nuevo estudio el próximo lunes en el que desmontará las acusaciones de pucherazo contra Evo Morales.

El expresidente de Bolivia Evo Morales. REUTERS/Agustin Marcarian
El expresidente de Bolivia Evo Morales. REUTERS/Agustin Marcarian

Un nuevo informe se sumará al ya presentado la semana pasada por investigadores del MIT en el que contradicen las acusaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) de que hubo manipulación dolosa por parte de Evo Morales en las elecciones de Bolivia del pasado 11 de noviembre. El próximo lunes, el CEPR, un think tank de Estados Unidos, presentará ese nuevo estudio en el que sus autores ratifican que muchas de las irregularidades detectadas en el informe de la OEA existen, pero que su existencia "no demuestra un fraude".

El CEPR es el mismo instituto que encargó el informe de los investigadores del MIT, Jack Williams y John Curiel, quienes ponían en duda las acusaciones de la OEA. Su análisis causó un gran revuelo la semana pasada, llevando incluso al Gobierno de México a pedir un tercer informe independiente a la OEA, que comparara los resultados de ambos, a lo que la organización panamericana se ha negado.

Las acusaciones arrojadas por la OEA han tenido un gran impacto en Bolivia, ya que dieron pie a la sublevación de parte del Ejército contra el expresidente Evo Morales, que huyó en México, y ahora se encuentra en Argentina. El informe de la OEA denunciaba una "manipulación dolosa" de las elecciones, sustentada en varias pruebas: encontraron actas quemadas, casos en que dos documentos de recuento de votos habían sido rellenados por la misma persona, y la existencia de dos servidores informáticos ocultos para la transmisión de los resultados en los que el organismo de vigilancia –el Tribunal Superior Electoral– no tenía control.

Un estudio del CEPR ratifica que muchas de las irregularidades detectadas en el informe de la OEA existen, pero que su existencia "no demuestra un fraude"

Mientras que el estudio de Williams y Curiel se centraba en el análisis estadístico de las tendencias de voto antes y después de un parón en el sistema de recuento rápido durante el día, el nuevo informe del CEPR analizará una por una el resto de las acusaciones. Tras hacerlo, los investigadores concluyen que las irregularidades no demuestran el fraude, que se contradicen entre sí, y que las acusaciones de la OEA se sustentan sobre varias evidencias inconexas que no constituyen el relato coherente de un fraude intencionado, según relata a Público Guillaume Long, exjefe de la diplomacia de Ecuador bajo el gobierno de Rafael Correa, y uno de los autores del informe.

"El relato de la OEA carece de fundamento. La organización no ha presentado evidencias de un fraude y por ende el comportamiento de la OEA es muy grave y ha jugado un rol fundamental en el golpe de Estado que tuvo lugar en Bolivia", defiende Long, a la vez que denuncia que el análisis de la OEA es "malintencionado" y está "politizado".

Una de las fallas más llamativas a juicio de Long es la utilización por parte de la OEA del hecho de que los peritos encontraran pruebas caligráficas de que en al menos 226 pueblos la misma persona había rellenado dos o más actas. "Eso no es indicativo de fraude de por sí", defiende. El experto cree que esto puede deberse simplemente a que, en pueblos pequeños, que es donde se han encontrado estas irregularidades, algunas personas con mejor caligrafía o con menos miedo a rellenar papeles oficiales del Gobierno se mostraran voluntarias para traspasar los resultados a la hoja oficial. Long además se queja de que la OEA ha seleccionado las poblaciones en las que le fue bien a Morales, y no al contrario, para realizar el peritaje caligráfico. "Si miras el pueblo justo al lado, los que no tienen problemas de actas, son los mismos resultados", prosigue. "No tiene sentido alguno".

Sobre el servidor oculto, el informe de la OEA habla de un esquema tecnológico paralelo y no controlado que se creó de manera deliberada

En cuanto a las sospechas sobre las actas quemadas arrojadas por la OEA, Long las atribuye a que hubo saqueos e incendios en centros de votación cuando se dio a entender que podría haber fraude al paralizarse el recuento durante la noche electoral, tal y como informan diarios como el Clarín de Argentina. 

Y sobre el servidor oculto, el informe de la OEA habla de un esquema tecnológico paralelo y no controlado que se creó de manera deliberada y que "facilitó" un entorno que permitía la manipulación de datos, suplantación de actas o cualquier maniobra, facilitado por la volatilidad de la evidencia digital. Pero para Long, esto solo demuestra que ese servidor existía, "pero no se demuestra el cambio de datos" para beneficio de Morales.

Más voces contra el fraude

Este nuevo estudio reafirmaría las conclusiones del realizado por Jack R Williams y John Curiel, dos investigadores del MIT. En él, los técnicos se centraron en analizar otro de los puntos más polémicos de esas elecciones: el parón en el conteo provisional rápido cuando este se situaba en el 83,85% de lo escrutado. Antes de detenerse, el recuento mostraba una ventaja para Morales de un 7,9% sobre el candidato Carlos Mesa. Cuando se reanudó el conteo, Morales ya lideraba por más de un 10%, suficiente para proclamarse como presidente de Bolivia sin necesidad de una segunda vuelta.

La OEA ve en ese salto un cambio de tendencia "altamente improbable", mientras que los investigadores del MIT, Williams y Curiel, concluían que la diferencia entre el antes y después del parón no era "estadísticamente significativa". Es "altamente probable que el expresidente superase el margen de diez puntos porcentuales", explicaban.

Los investigadores del MIT concluyen que la diferencia entre el antes y después del parón en el conteo  provisional durante las elecciones no era "estadísticamente significativa"

Según Guillaume Long, esto se explica porque había una gran cantidad de distritos electorales en zonas rurales o en la periferia de las ciudades, más favorables a Morales, y cuyo escrutinio podría haber entrado durante la pausa en el recuento. El investigador denuncia que "la OEA tiene la capacidad y el conocimiento técnico para hacer esa regla de tres"  que relacione el aumento con la entrada de votos de esas zonas. "Nos hace sospechar", concluye.

"La OEA pudo haber contextualizado esta interrupción, con una serie de cosas que sucedieron y no necesariamente tendría que sembrar la sospecha sobre la interrupción como una herramienta para realizar fraude", denuncia Long.

La organización panamericana descartó realizar un tercer estudio independiente como le pidió el Gobierno de México y acusó a Williams y Curiel de escribir un artículo que "distorsiona deliberadamente" su informe, que contiene "contiene múltiples falsedades, inexactitudes y omisiones" y que "no es honesto, ni basado en hechos ni exhaustivo".

Evo Morales, fuera de las próximas elecciones

Mientras tanto, Evo Morales, que ha escapado a Argentina, sigue defendiendo que su elección fue legal y ha tachado de "golpista" a la OEA, que según Long tiene detrás a la "derecha dura" de Latinoamérica y a la administración de Donald Trump.

De momento, Morales, no podrá presentarse a las próximas elecciones del 3 de mayo. Su candidatura ha sido desestimada por el Tribunal Supremo Electoral al no cumplir con el requisito de haber residido en la región por la que se presentaba, Cochabamba, en los últimos dos años.

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