Los hospitales de Gaza se quedan sin agua y combustible con más de 12.000 heridos
Al menos 500 personas han muerto en un bombardeo israelí contra un hospital. Continúa el bloqueo a la ayuda humanitaria a la Franja y los ataques en zonas del sur a las que Israel obligó a desplazarse a cientos de miles de palestinos. Unicef ve riesgo de epidemias por la falta de agua potable.
Jairo Vargas Martín
Madrid-Actualizado a
Más de diez días después, el asedio israelí sobre la Franja de Gaza ha convertido el enclave palestino en un montón de escombros bajo los que se acumulan un número indeterminado de cadáveres y también heridos. Con sus propias manos, muchos gazatíes tratan de recuperar cuerpos y supervivientes de unos 1.200 desaparecidos bajo los restos de casas y edificios bombardeados, entre ellos 500 niños, según advertía el martes el Ministerio de Sanidad de Gaza en un comunicado.
Los fallecidos en la zona ya alcanzan los 3.000 y los heridos superan los 12.500, con los hospitales desbordados y bajo mínimos, sin combustible para generar electricidad, sin agua corriente, sin material sanitario. La situación se encamina rápidamente hacia la catástrofe humanitaria.
El colapso del endeble sistema sanitario de Gaza ya no es un riesgo, sino un hecho constatado, y la cifra de muertos y heridos aumenta a cada instante de forma dramática con nuevos bombardeos que golpean incluso a los centros hospitalarios. Al menos 500 personas murieron la tarde del martes en un ataque aéreo israelí sobre el Hospital Al Ahli, uno de los centros sanitarios del centro de Gaza, ha informado el Ministerio de Sanidad palestino en un comunicado publicado poco después del bombardeo. El número de víctimas aumentará con total seguridad durante la noche.
No hay precedentes con tantas víctimas –gran parte de ellas, niños– en ninguna de las operaciones que Israel ha lanzado contra el grupo islamista Hamás en los últimos 15 años. Tampoco había precedentes de un ataque tan mortífero y de tal escala contra Israel por parte de las milicias palestinas como el del pasado 7 de octubre. Los muertos en Israel superan los 1.400 y hay al menos 199 rehenes en manos de Hamás y la Yihad Islámica entre civiles y soldados hebreos.
24 horas de combustible
Según la UNRWA, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos, las reservas de combustible en todos los hospitales de Gaza durará 24 horas, una semana después de que Israel cortara la entrada de cualquier suministro en la zona. "Si los generadores de emergencia dejan de funcionar se pondría en grave peligro la vida de miles de pacientes", advierte la UNRWA. No solo habrá víctimas entre los heridos en los bombardeos, sino entre pacientes crónicos y con enfermedades graves que requieren atención constante.
En el único centro oncológico de la Franja de Gaza, el Hospital de la Amistad Turco-Palestina, ya no funcionan la mayor parte de los servicios por la falta de carburante. Sobhi Skik, director general del centro, alertaba en un comunicado este martes de que lo único que sigue funcionando dejará de hacerlo en 48 horas si no reciben combustible. "Todos los pacientes oncológicos de la Franja de Gaza se quedarán sin servicios", asevera.
La situación es idéntica o peor en otros hospitales, tanto del norte de la Franja como en el centro y el sur, a donde se han desplazado más de 600.000 personas tras el ultimátum de Israel para evacuar el norte del enclave. No solo han tenido que huir los civiles, sino también las organizaciones humanitarias desplegadas allí.
No solo han tenido que huir los civiles, sino también las organizaciones humanitarias desplegadas allí
En el hospital de Al Shifa, principal hospital quirúrgico de Gaza, los miembros palestinos de Médicos Sin Fronteras (MSF) que decidieron permanecer en sus puestos pese a la amenaza de ataque israelíes hablan de total escasez de analgésicos. "Muchos pacientes están gravemente heridos y no pueden aliviar su dolor", apunta la ONG. Gran parte del personal ha abandonado los hospitales para huir con su familia hacia el sur y ponerse a salvo.
Sin medicamentos
Añaden que las existencias de medicamentos se agotan incluso en las farmacias privadas. "Con los centros de atención primaria cerrados o no operativos, los pacientes crónicos sufrirán y pronto empezarán a tener complicaciones que pueden poner en riesgo sus vidas", advierten.
El Ministerio de Sanidad de Gaza ha hecho un llamamiento urgente a los dueños de gasolineras de la Franja, a "cualquiera que tenga un litro de diésel" con el que puedan "salvar las vidas de los heridos y los enfermos" hospitalizados.
Ni siquiera es seguro acudir a los hospitales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha documentado al menos 48 ataques contra la asistencia sanitaria en Gaza desde el pasado sábado. Hay 12 trabajadores sanitarios muertos en pleno servicio, 20 heridos y daños en 19 instalaciones sanitarias y 20 ambulancias.
Deshidratación y epidemias
El inhumano cerco de Israel también ha dejado ya sin agua potable, siquiera limpia, a gran parte de la Franja de Gaza. El lunes, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertaba de que había casos de niños bebiendo agua salada de mar después del corte en las tuberías por parte de Israel. No hay combustible para que funcionen las desaladoras y la última operativa cerraba este martes. Se teme que comiencen a brotar epidemias por las enfermedades transmitidas por el agua y, sobre todo, la deshidratación generalizada.
"La población civil lleva más de una semana sin poder salir, sin agua, sin electricidad, sin comida", ha advertido la representante adjunta de UNICEF Palestina, Laura Bill. "Dado que se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU vuelva a reunirse, se debe acordar un alto el fuego para salvar las vidas de los niños y las niñas. Sin el fin de los combates, sus vidas están en juego", ha acotado.
UNICEF: "La población civil lleva más de una semana sin poder salir, sin agua, sin electricidad, sin comida"
Tras las críticas internacionales que acusan a Israel de cometer crímenes de guerra con su bloqueo, el Estado judío ha permitido hasta ahora que se suministre menos del 4% del agua que consumía la población de Gaza antes del inicio de la guerra, según Naciones Unidas.
Nadie está mínimamente a salvo en la Franja de Gaza. Es una frase repetida cada día por numerosas organizaciones internacionales. Ni siquiera en las escuelas de la UNRWA que sirven de precario refugio a cientos de miles de personas desplazadas. Este martes, un bombardeo israelí contra uno de estos colegios en el campamento de refugiados de Al-Maghazi, en el centro de la Franja, ha causado al menos seis muertos y decenas de heridos. Más de una docena de trabajadores de la ONU en Gaza han muerto bajo las bombas de Israel.
En la zona sur del enclave, a donde Israel ha empujado a casi un millón de gazatíes, los ataques aéreos israelíes se han intensificado durante las últimas 24 horas, según la Oficina de Prensa del Gobierno de Gaza. Los ataques se han sucedido en las zonas de Jan Yunis y Rafah, en la frontera con Egipto, con al menos 80 palestinos muertos y decenas de heridos.
La posible apertura del paso de Rafah hacia Egipto sigue encallada a pesar de los esfuerzos diplomáticos de EEUU y el Gobierno egipcio. Israel ha bombardeado estas instalaciones al menos en cuatro ocasiones, poniendo en riesgo a miles de desplazados palestinos que aguardan una posible evacuación. Tampoco hay luz verde para la entrada de toneladas de ayuda humanitaria que ya esperan desde hace días en la frontera.
Tampoco hay luz verde para la entrada de toneladas de ayuda humanitaria acumuladas en la frontera
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas sigue insistiendo en su petición para que se permita el acceso humanitario al enclave, donde "la situación es terrible". Decenas de camiones con material de primera necesidad aguardan en la ciudad egipcia de Al Arish, pero solo hay incertidumbre y bombardeos israelíes al otro lado de la frontera.
El director de la oficina de la OMS para el Mediterráneo Oriental, Ahmed al Mandhari, ha confirmado que la ayuda humanitaria de la ONU lleva más de 72 horas lista en Egipto a la espera de ser distribuida a la Franja de Gaza. "Hemos pedido reiteradamente el acceso de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza a través del paso fronterizo de Rafah, la única vía que puede aliviar en parte el drama que Israel ha instalado en este territorio donde viven más de dos millones de personas.
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