Israel bombardea el paso egipcio de Rafah, la última esperanza para huir de Gaza
Miles de personas, entre ellas varios palestinos con nacionalidad española, esperan en la frontera de la franja con la región egipcia del Sinaí un acuerdo diplomático para la evacuación al menos de los extranjeros atrapados bajo las bombas israelíes. El bloqueo continúa y las instalaciones fueron bombardeadas el lunes ante los rumores de una apertura.
Jairo Vargas Martín
Madrid-Actualizado a
La última vez que Tamer Hamdam pudo hablar con su familia fue la pasada madrugada. "Gracias a Dios todos están bien y vuelven a estar juntos. Han logrado llegar a Rafah –ciudad fronteriza con Egipto– pero siguen en peligro", advierte al otro lado del teléfono. Este joven palestino, nacido en Gaza, pero de nacionalidad española, asiste con impotencia y pánico desde València a la situación de sus padres, sus dos hermanos, sus dos hermanas y sus sobrinos de corta edad. Todos son palestinos con DNI español que llevan días pidiendo al Gobierno de España una evacuación segura ante los bombardeos indiscriminados de Israel.
La evacuación es, por el momento, imposible, tanto para palestinos como para extranjeros, al igual que la entrada de ayuda humanitaria urgente en Gaza desde Egipto. El paso fronterizo de Rafah, que conecta el sur de la franja con la península egipcia del Sinaí, permanece cerrado y también bajo los bombardeos israelíes después de una semana de guerra en la que Israel ha devastado por completo el enclave palestino. El último balance del Ministerio de Sanidad de Gaza eleva a casi 2.800 los muertos –más de mil son niños–y a casi 10.000 los heridos.
Rafah es la última esperanza de salir del infierno para los atrapados en Gaza, pero los rumores sobre un posible acuerdo diplomático que permita la apertura limitada de esta frontera no terminan de confirmarse. Israel respondió a esos rumores de apertura con contundencia la tarde del lunes, cuando bombardeó las instalaciones.
Es la cuarta vez desde que estalló la guerra que la aviación israelí ataca esa frontera, el único paso desde Gaza que no controla. Desde que el Ejército hebreo (IDF) diera el viernes el ultimátum a los gazatíes para abandonar el norte de la Franja, cientos de miles de personas tratan de desplazarse hacia el sur de la franja en medio de los bombardeos, por carreteras dañadas y plagadas de escombros que bloquean el paso. Rafah ya acoge a cientos de miles de desplazados que temen también una inminente entrada de tropas israelíes en el norte de la franja.
Más de un millón de desplazados
Según datos de Naciones Unidas más de un millón de personas –casi la mitad de la población de la franja de Gaza– han sido obligadas a desplazarse. Alrededor de 600.000 han recalado en la zona de Khan Yunis y Rafah, al sur de la franja. Casi 400.000 personas se refugian en instalaciones de Naciones Unidas, que también sufren los bombardeos israelíes.
También ha habido explosiones en medio de las caravanas de desplazados que aumentan el terror al que la población civil está sometida. No hay ningún lugar de Gaza a salvo de la aviación y la artillería israelí tras el terrible ataque a gran escala de Hamás del pasado 7 de octubre, que ha causado más de 1.400 fallecidos en Israel, la gran mayoría, civiles.
La familia Hamdam logró llegar el domingo por la mañana a la ciudad de Rafah con la esperanza de que la evacuación fuera posible. "No es fácil porque apenas hay vehículos disponibles y es muy caro por el riesgo y por la falta de combustible", explica Tamer desde València. "Falla la conexión y no hay electricidad. Es muy difícil contactar con mi familia", añade.
La última vez que Público pudo contactar con su hermana, Islam Hamdam, una médica de 32 años que regresó a Gaza hace años, fue el pasado sábado. No había noticias de una posible evacuación y, según explica su hermano, el Ministerio de Asuntos Exteriores español sigue sin informarles de un posible plan de salida. Tampoco ha dado más detalles a la prensa, ni sobre un operativo en ciernes ni sobre el número de españoles bajo las bombas israelíes.
El Ministerio del Interior de la Autoridad Palestina informó este lunes de la muerte de al menos cinco personas tras un ataque aéreo israelí sobre la ciudad de Rafah que golpeó sin previo aviso un edificio residencial. "Es un genocidio por parte del Estado sionista, y continúa produciéndose", lamenta Tamer, pendiente las 24 horas de las noticias de su familia. "La situación es inhumana. Desde hace días no hay combustible ni electricidad ni agua. Mi sobrino pequeño, de pocos meses, ha enfermado y tiene fiebre porque no había agua potable para sus biberones", ilustra.
La mitad de los desplazados –la mitad de la población de Gaza– son niños, según Naciones Unidas. "Ya tenemos testimonios de que los niños están tomando agua salada del mar [ante el bloqueo total impuesto por Israel]. Las necesidades que se requieren en este momento para los niños y las niñas de Gaza y sus familias son, primero de todo, agua, asistencia médica, comida y también apoyo psicosocial. UNICEF tiene preparado material de agua, asistencia médica y comida para ver si se abren corredores humanitarios y podemos entregar todo ese material", aseguró este lunes la representante adjunta de UNICEF en Palestina, Laura Bill. Pero el paso de Rafah sigue bloqueado por Israel.
"Estamos vivos de milagro"
Otro palestino residente en la franja, que prefiere mantener el anonimato, asegura a Público que pudo llegar el domingo a Rafah desde la ciudad de Gaza. "Estamos vivos de milagro. El viaje ha sido terrible, casi todo estaba destruido. No hay agua, no hay pan, no hay electricidad", explica desde su precario refugio en una de las escuelas de la UNRWA, la misión de la ONU para los refugiados palestinos.
"Somos civiles, no tenemos la culpa de nada", dice un gazatí desplazado a Rafah
"Ojalá termine esto rápido de una vez. Somos civiles, no tenemos la culpa de nada. Estamos pasando hambre, hay muchas personas heridas que no pueden caminar
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, principal valedor de Israel, llegó este lunes de nuevo a Tel Aviv tras una gira por Oriente Medio ante la posible escalada del conflicto bélico en toda la región. Se ha reunido con autoridades de Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Arabia Saudí y Egipto. Este lunes ha abordado la posible apertura del paso de Rafah con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pero sigue sin haber acuerdo.
Negativa israelí a la apertura de Rafah
El propio Blinken anunció la noche del domingo en El Cairo que se había logrado un acuerdo con la implicación de la ONU, Egipto y otros actores para abrir este lunes el paso de Rafah a la entrada de ayuda humanitaria, pero la respuesta Israelí ha sido un bombardeo de las instalaciones tras desmentir públicamente cualquier acuerdo.
Sameh Shukri, ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, ha denunciado este lunes que "Israel está impidiendo que la ayuda entre en Gaza" al no permitir la apertura del paso de Rafah en el lado de Gaza. El ministro egipcio calificó esa inacción de "muy grave" y endureció el tono para asegurar que "la situación actual no puede seguir así, las prácticas (de Israel) han superado todos los principios de la ley humanitaria internacional".
El supuesto acuerdo solo permitiría la evacuación de los extranjeros atrapados en Gaza, donde se encuentra tanto ciudadanos de EEYY como europeos. Pero para Egipto, la apertura del paso de Rafah es sobre todo un problema que regaría de refugiados la península del Sinaí, una región desestabilizada hace años por milicias islamistas.
De hecho, a pesar de las negociaciones para la apertura parcial de este paso, diferentes medios árabes y organizaciones humanitarias han informado de la construcción de un muro de bloques de hormigón para reforzar la seguridad del paso de Rafah.
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