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Importaciones México necesita convencer a Trump de que los aranceles a las importaciones les perjudicarán

Las amenazas del presidente americano, de grabar las importaciones de México si éste país no detiene los inmigrantes que cruzan la frontera común, ha puesto en evidencia la dependencia vital de la economía mexicana de su vecino del norte.

Los camiones se ven en una intersección del puente cerca de la frontera del World Trade Bridge, en Laredo, México. Reuters

Anna Portella

Hay componentes de los vehículos que se venden en Estados Unidos que cruzan hasta ocho veces la frontera con México antes de salir a el mercado. Esto da una idea de qué tan integradas están las economías de ambos países y de por qué la última amenaza de Donald Trump tiene a una delegación del gobierno de México en Washington desde el pasado viernes.

El jueves pasado, Trump anunció que aplicaría aranceles a todas las importaciones de bienes procedentes de México, si éste país no detenía la llegada de inmigrantes indocumentados, mayormente centroamericanos, a la frontera que ambos países comparten.

Comenzando por una tarifa del 5% a partir del 10 de junio y aumentándola en esa cantidad cada mes hasta llegar al 25%, en octubre, la Cámara de Comercio de Estados Unidos calculó que la medida puede costar hasta 86.000 millones de dólares a los consumidores americanos. Pero a México, los aranceles amenazan con hacer saltar su economía por los aires.

La agencia Fitch, informó que en 2018, 8 de cada 10 bienes que México exportó se destinaron a Estados Unidos. En total, la venta de productos al vecino norte representó el 28% del PIB de México.

"Es alarmante que Trump nos amenace por la enorme dependencia que tenemos del mercado americano", asegura Luis Enrique Fernando

"Es alarmante que Trump nos amenace por la enorme dependencia que tenemos del mercado americano. Cualquier movimiento de Estados Unidos — arancelario o no — nos afecta. Estamos muy preocupados", explica a Público el director de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), Luis Enrique Fernando.

Por esto, este miércoles una comitiva de altos funcionarios de México, encabezada por su secretario de Relaciones Exteriores, intentará convencer a su homólogo, Mike Pompeo, de que poner aranceles en el bloque comercial que forman Canadá, Estados Unidos y México es un tiro en el pie. Pero, ante los datos, lo que probablemente no comente es que lo es para unos más que para otros.

Un mercado globalizado que no deja sedimentos

Estados Unidos es el principal socio comercial de México y, desde que empezó la guerra comercial con China, en enero de este año, México también lo es de Estados Unidos. Pero se trata de una relación tradicionalmente asimétrica, que tras 25 años de vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), creador del espacio de libre cambio en la región, permanece intacta.

"El mensaje de la época era que el comercio internacional iba a generar desarrollo y una convergencia salarial entre las tres economías. Pero esta hipótesis no se ha cumplido y la economía mexicana dista mucho de acercarse a la americana o canadiense", explica el economista de el Colegio de México, Julen Berasaluce.

"Los fabricantes vienen, ensamblan los productos y los exportan sin arancel a Estados Unidos", explica José Antonio Romero

El papel de México en el bloque comercial que forma con sus dos socios del norte es lo que algunos bautizaron como un sistema de exportación de importaciones: "Los fabricantes vienen, ensamblan los productos y los exportan sin arancel a Estados Unidos. Aprovechan la mano de obra barata mexicana, pero las exportaciones tienen poco contenido nacional", explica otro experto en Economía de el Colegio de México, José Antonio Romero.

Las compañías mexicanas aportan poco más que la manufactura en el valor añadido de los productos que fabrican. Primero, porque éstas suelen ser compañías extranjeras transnacionales, generalmente, con presencia en ambos lados de la frontera. Y segundo, porque incluso los insumos que utilizan para ensamblar los productos son importados.

Esto es especialmente evidente en el principal sector exportador del país, el automovilístico: "A través del TLCAN, las compañías japonesas o alemanas, como Volkswagen, traen sus partes y componentes para ensamblar vehículos en sus plantas de México. Con ello, consiguen que el producto tenga origen en América del Norte y puedan exportarlos a Estados Unidos sin aranceles", explica el director de la ANIERM.

"A través del TLCAN, las compañías japonesas o alemanas traen sus partes y componentes para ensamblar vehículos en sus plantas de México", dice el director de la ANIERM

Por esto, en las cadenas de valor que han creado estas compañías a lo largo de la región, por cada dólar que México exporta a Estados Unidos, 40 centavos son inputs estadounidenses, afirmaba estos días el exembajador mexicano en Washington, Arturo Sarukhan.

El profesor Romero lleva años defendiendo que el Estado mexicano debe diseñar una política industrial siguiendo el modelo de los países asiáticos, como China, "que pidió al capital extranjero que se asociara con sus empresas nacionales para que aprendieran de ellos. México, en cambio, nunca impuso ninguna restricción", explica.

En el libro que firma junto con el profesor Berasaluce, "Corea y México, dos estrategias de crecimiento con resultados dispares", da a entender que la globalización pasó por México sin que el país sacara un provecho productivo a largo plazo. Pero ahora que la Casa Blanca quiere cerrar fronteras tanto a personas como a mercancías, puede que ya sea tarde.

El proteccionismo pilló a México sin plan B

"Si Trump no gana en 2020 no creo que la tendencia proteccionista de Estados Unidos cambie; es un cambio de paradigma", afirma el profesor Romero. Para él, la amenaza de aplicar un arancel a las importaciones de México es un ganar-ganar para Estados Unidos: "si México cede y le frena la llegada de inmigrantes, bien; si no, con los aranceles, Trump espera que las compañías americanas deslocalizadas a México regresen y creen de nuevo los puestos de trabajo que se llevaron al otro lado de la frontera, donde pagan menos salarios", afirma.

De hecho, una de las novedades del nuevo tratado de libre cambio, bautizado como T-MEC, es en sentido proteccionista y responde a las exigencias de Estados Unidos y Canadá de que México aumentara su salario mínimo. En 2018, un empleado del sector automovilístico canadiense cobraba 15 dólares la hora; en México, tres veces menos.

En el nuevo tratado, se prevé que un 40% de los automóviles que lleven el sello de Norteamérica sean fabricados en zonas donde los salarios sean de, como mínimo 16 dólares la hora

En el nuevo tratado, se prevé que un 40% de los automóviles que lleven el sello de Norteamérica sean fabricados en zonas donde los salarios sean de, como mínimo 16 dólares la hora y un 75% del producto deberá ser de contenido regional, respecto del 62,5% actual.

A largo plazo, ésta cláusula puede ser parte de la solución al dolor de cabeza que los potenciales aranceles de hasta el 25% causan a México, porque con salarios mínimos de un dígito en dólares y casi un 25% de economía informal, no tiene un mercado interno fuerte que pueda asumir la pérdida de consumidores estadounidenses. Pero a corto plazo, la amenaza de Trump consiguió movilizar al secretario de Relaciones Exteriores, a la de Economía y al de Agricultura y Desarrollo Rural a Washington en menos de 24 horas.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ya ha dicho reiteradas veces que no quiere confrontaciones con Estados Unidos y que apuesta por el diálogo. Trump, respondió que México lleva 25 años hablando y que ya es hora de que salte a la acción. Son socios comerciales con relaciones asimétricas.

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