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Ascienden a tres los muertos por la represión de las protestas en Myanmar

Otras seis personas resultados heridas durante las protestas surgidas a raíz del golpe de Estado.

Imagen de una de las manifestaciones en Myanmar tras el golpe de Estado.
Imagen de una de las manifestaciones en Myanmar tras el golpe de Estado. REUTERS

Al menos dos personas murieron este sábado por disparos de la Policía en Mandalay, la segunda ciudad de Myanmar, la antigua Birmania, durante una protesta contra la junta militar que tomó el poder en un golpe de Estado el pasado 1 de febrero, con lo que ya asciende a dos el número de víctimas mortales por la represión desde la asonada.

Según indicaron a Efe testigos, el primer fallecido fue alcanzado en la cabeza, y su cuerpo yacía en el suelo, inerte. El segundo recibió un disparo en el estómago. Se trata de un joven que acudió en apoyo de trabajadores de astilleros en huelga por unirse al movimiento de protesta y a los que las autoridades querían forzar a trabajar.

Otras seis personas resultados también heridas en los incidentes. Los testigos relataron a Efe que la Policía reprimió la protesta utilizando munición real y balas de goma, bombas de gas lacrimógeno y también lanzó con tirachinas proyectiles metálicos fabricados con tornillos.

Miles de personas salen a la calle

Miles de birmanos tomaron las calles de las principales ciudades del país en protesta por el golpe de Estado un día después de confirmarse la primera muerte.

El punto más conflictivo del país fue la ciudad de Mandalay, la segunda más poblada, donde la Policía disparó con balas de goma contra la multitud que acudió en apoyo de trabajadores de astilleros en huelga por unirse al movimiento de protesta y a los que las autoridades querían forzar a trabajar, según relataron a Efe testigos presenciales.

El país amaneció todavía conmocionado por la muerte de Mya Thwe Thwe Khine, una joven de 20 años participante en el movimiento de desobediencia civil que murió de un disparo de munición real de la Policía, según los informes de varios grupos defensores de los derechos humanos.

Los manifestantes homenajearon a la víctima con flores en varios puntos de Rangún y pintaron un mensaje en una de las arterias principales pidiendo democracia y la liberación de los líderes políticos para desafiar la toma de poder de los militares.

La imagen de la joven, que murió en la noche del jueves al viernes tras pasar diez días en estado crítico por el disparo recibido, se ha convertido en un símbolo del movimiento del desobediencia civil.

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