Rusia exige a EEUU que aclare su papel en el sabotaje del Nord Stream, cuya autoría apunta a Ucrania
Los servicios secretos holandeses advirtieron a la CIA de que Ucrania pretendía volar el gasoducto. Ahora, Rusia pide una investigación sobre la eventual implicación de EEUU en el sabotaje, que cortó el flujo de gas ruso a Europa por el Báltico.
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El cerco se cierra en torno a Ucrania al aparecer más indicios sobre su presunta autoría del sabotaje de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 que trasegaban gas ruso hacia Europa. También hay datos que apuntan a la implicación directa o indirecta de Estados Unidos, país que ya había amenazado con destruir ese conducto, en pugna con su estrategia energética en Europa.
Las investigaciones periodísticas que están detrás de esta cascada de revelaciones plasman un cambio de actitud en la prensa occidental, que empieza a mostrar cierto hartazgo de la propaganda oficialista sobre la guerra de Ucrania, al llegar a cuestionar incluso la hasta ahora intocable reputación del Gobierno del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 disponían de cuatro tuberías destinadas a bombear más de cien mil millones de metros cúbicos de gas natural anuales a Alemania. El sistema de gasoductos estaba controlado por el Kremlin y había sido tendido por la empresa estatal rusa Gazprom.
Las investigaciones periodísticas plasman un cambio de actitud en la prensa occidental
La invasión de Ucrania por Rusia puso la mirilla sobre ese sistema de suministro de hidrocarburos, construido por Moscú con el respaldo de Alemania y otros países europeos que obtenían así gas natural en condiciones muy ventajosas, aunque potenciaba su dependencia energética de Rusia.
El presidente estadounidense, Joe Biden, llegó a amenazar poco antes de que la guerra estallara el 24 de febrero de 2022 con acabar a cualquier precio con ese sistema de transporte de gas. En una rueda de prensa en la Casa Blanca con el canciller alemán, Olaf Scholz, celebrada el 8 de febrero, días antes de la invasión, Biden fue contundente.
"La idea de que Nord Stream 2 va a seguir adelante con una invasión de los rusos... Eso no va a ocurrir", afirmó Biden. Cuando un periodista le preguntó sobre cómo pararía uno de los mayores proyectos de intercambio energético con Rusia, en el que además participaba Alemania, el presidente no pestañeó: "Lo haremos, se lo prometo, podremos hacerlo".
En septiembre de 2022 se cumplió el vaticinio. Cuatro explosiones en el lecho del mar Báltico dañaron tres de los cuatro ramales del doble gasoducto. El Nord Stream 1 había sido clausurado poco antes y el Nord Stream 2 no había empezado aún a funcionar. Con las obras terminadas, la crisis de Ucrania impidió su inauguración.
El fin del Nord Stream beneficiaba a EEUU
Las explosiones, que vertieron el gas acumulado en las tuberías al mar, enterraron una futura reanudación del suministro ruso cuando concluyera la guerra y dieron un vuelco al abastecimiento del gas en la región. Sí, fueron EEUU y sus compañías de producción y exportación de gas licuado los beneficiados del oportuno incidente.
Rusia señaló a Kiev y Washington como autores de la voladura, pero una campaña lanzada por medios de prensa europeos y respaldada por instancias gubernamentales marcó al Kremlin como perpetrador de una operación de falsa bandera para cortar el suministro de manera radical y ahogar a los compradores europeos, entre ellos Alemania.
Hay en marcha investigaciones en Alemania, Dinamarca y Suecia
Se puso en marcha una serie de investigaciones por parte de Alemania, Dinamarca y Suecia. Este último país anunció este miércoles que aún tardará en dar a conocer el resultado de esas indagaciones, posiblemente en otoño. No obstante, el fiscal a cargo, Mats Ljungqvist, adelantó que la composición de los explosivos y otros datos refuerzan la hipótesis de que el autor fue un ente "estatal".
Ucrania, la mano ejecutora
Desde hace días, diversos medios de prensa occidentales, desde The Washington Post, The Wall Street Journal y la CNN en Estados Unidos, hasta la cadena pública holandesa NOS, el diario alemán Die Zeit o la cadena de radio germana ARD, han revelado informaciones que apuntan a la responsabilidad ucraniana del ataque.
Así, se ha conocido que la CIA tuvo conocimiento de la preparación del sabotaje tres meses antes de que se produjera, con un elaborado plan ucraniano para realizarlo. Aunque, según algunas de esas informaciones, la inteligencia estadounidense habría tratado de impedir el atentado y los servicios secretos ucranianos no parecieron darse por enterados.
Medios apuntan a la responsabilidad ucraniana del ataque
Fue el servicio de espionaje holandés el que reveló a la CIA la existencia de ese plan y que al frente del mismo se encontraba el comandante en jefe del ejército ucraniano, Valerii Zaluzhnii. Este máximo dirigente militar, un héroe para los ucranianos, asumió el mando del sabotaje "para que el presidente Zelenski no conociera la operación", indicó The Washington Post.
También se supo que la filtración de documentos secretos del Departamento de Defensa de EEUU, realizada entre febrero y marzo pasados por el militar estadounidense Jack Teixeira, ofreció también información pormenorizada sobre el sabotaje.
Las investigaciones periodísticas, que muestran ese notable cambio de actitud ante la estrategia proucraniana y antirrusa de los Gobiernos occidentales, siguen cavando en el lodo de este asunto, que, de corroborarse las sospechas, no dejaría bien al Gobierno de Zelenski y a los estados que lo sostienen con armas y dinero.
¿Colaboró también Polonia?
Según otros datos aportados por The Wall Street Journal, hay indicios de que el equipo saboteador que destruyó los gasoductos tuvo apoyo en Polonia y habría recalado a bordo de un velero en un puerto de este país tras llevar a cabo sus propósitos. Varsovia atribuye todas estas investigaciones a la propaganda rusa.
Pero eso no es todo. Según publicó el pasado fin de semana el diario belga De Tijs, poco después del sabotaje, agentes estadounidenses suministraron datos a la agencia de inteligencia militar de Bélgica que certificaban la intervención de Ucrania en la operación.
Los rusos exigen una investigación "transparente"
La reacción rusa no se ha hecho esperar. La Embajada rusa en Estados Unidos ha reclamado esta semana una investigación internacional "transparente y objetiva" para saber qué sucedió y quién intervino en la operación de sabotaje de los gasoductos Nord Stream 1 y 2.
Esa investigación debería realizarse "bajo los auspicios del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para aclarar el papel de Estados Unidos en el sabotaje de los oleoductos", indicó este martes el ministro consejero de dicha embajada en Washington, Andrei Ledenev, en el canal de Telegram de esa legación diplomática.
Rusia podría tomar represalias si se confirma el sabotaje
La clarificación es si cabe más necesaria, añadió Ledenev, pues Estados Unidos "es un beneficiario directo de la remodelación del mercado energético europeo" resultante de la destrucción de los gasoductos y de la necesidad de importar gas de otras fuentes, en este caso de las exportadoras de gas licuado estadounidenses.
No fue tan amable el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev. El que fuera presidente ruso en el paréntesis en que Vladímir Putin dejó la jefatura del Estado entre 2008 y 2012, quien ha señalado esta semana que Moscú podría pensar en realizar un acto similar al cometido contra sus infraestructuras.
"Si partimos de las evidencias que demuestran la complicidad de los países occidentales en el sabotaje al Nord Stream, no hay ningún impedimento, incluso moral, para abstenernos de destruir los cables submarinos de nuestros enemigos", explicó Medvédev en Telegram.
Y es que otras revelaciones señalan directamente a EEUU como autor material o intelectual del atentado contra los conductos de gas.
EEUU está detrás de toda la trama, según Hersh
Una investigación realizada por el veterano periodista estadounidense y ganador del premio Pulitzer Seymour Hersh reveló que fueron submarinistas enviados por EEUU los autores de la voladura de los ramales del Nord Stream.
Esos buzos habrían colocado las cargas explosivas que provocaron el incidente varios meses antes, en junio de 2022, durante unas maniobras de la OTAN en esa zona del Báltico. Después, habría sido un comando noruego el encargado de detonar las cargas submarinas.
La revelación clave de Hersh, desmentida por EEUU, es que Joe Biden dio luz verde a la operación, que fue coordinada por el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, uno de los halcones de la Casa Blanca en la crisis ucraniana y con experiencia en el país eslavo ya en 2014.
Según el premio Pulitzer Seymour Hersh, submarinistas enviados por EEUU volaron el gasoducto
Aquel año fue la revolución de Maidan en Kiev, que acabó con el Gobierno del presidente ucraniano prorruso, Victor Yanukóvich. Rusia acusó entonces a Washington de estar detrás de la caída de Yanukóvich y calificó aquellos hechos como un golpe de estado.
Sullivan era en 2014 asesor del entonces vicepresidente de EEUU, Joe Biden, y trabajó codo con codo en esa crisis ucraniana con la entonces asistente de la Secretaría de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Victoria Nuland, actualmente subsecretaria de Estado. A ambos políticos se les considera artífices de los sucesos que llevaron a la caída de Yanukóvich.
En respuesta a esos acontecimientos de principios de 2014, Rusia se anexionó ilegalmente la península de Crimea y se desató, ese mismo año, la guerra del Donbás, prólogo de la actual contienda de Ucrania.
Nuland, por cierto, fue también muy clara cuando se produjo en septiembre pasado el ataque al gasoducto ruso: "Como a toda la administración presidencial, me agrada mucho saber que el Nord Stream 2 se ha convertido en un montón de chatarra en el fondo del mar".
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