Este artículo se publicó hace 2 años.
Los profesores húngaros se rebelan frente Orban por tener unos los salarios más bajos de la OCDE
El Gobierno ultraderechista ha limitado el derecho a la huelga de los docentes al decretar una serie de servicios mínimos.
Marcelo Nagy (EFE)
Budapest-Actualizado a
El año escolar en Hungría comenzó este mes en medio de protestas de los docentes por los bajos salarios y por las limitaciones al derecho a la huelga del sector educativo que han acudido a la "desobediencia civil".
Desde el inicio de las clases, el 1 de septiembre, los profesores en los institutos o escuelas suspenden las clases por varias horas o por días completos, para denunciar su mala situación. "Hay una crisis muy grave en la educación", explica a Efe Tamás Totyik, del Sindicato de los Pedagogos (PSZ) y destaca la falta de financiación como el principal problema.
Escasa financiación
El Gobierno ultranacionalista, del controvertido primer ministro, Viktor Orbán, ha recortado el gasto en educación pública del 5,8% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2010 al 3,8% en 2021.
Así, los salarios de los profesores húngaros están entre los más bajos de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), mientras que el tiempo de trabajo dedicado a la educación es el más alto. Mientras que actualmente hay 146.000 profesores a jornada completa, faltan más de 16.000 docentes en el sistema, aseguró el sindicalista.
Los sueldos más bajos de la UE
Los docentes de primaria y secundaria llevan años exigiendo mejoras laborales y aumentos del sueldo, que en caso de un profesor recién incorporado, apenas supera los 420 euros netos al mes. Los maestros más veteranos, tras décadas de ejercicio, no llegan a los 1.000 euros mensuales y a finales de agosto las negociaciones entre los sindicatos y el Gobierno sobre los sueldos se estancaron.
El ministro de Gobernación, Gergely Gulyás, condicionó en junio el aumento de los sueldos a la llegada de los fondos de recuperación de la Unión Europea (UE), que están pendientes por la deriva del Estado de Derecho en el país. Eso sí, el Gobierno recientemente anunció que aumenta el sueldo de los policías hasta un 44%, y los soldados también cuentan con salarios más altos a partir de septiembre.
El Gobierno recientemente anunció que aumenta el sueldo de los policías hasta un 44%
"Los sueldos de los profesores son los más bajos de la UE y las escuelas enfrentan difíciles problemas, ya que todo está muy centralizado", cuenta un docente de un instituto en el centro de Budapest que prefiere mantener el anonimato. "Por ejemplo, para comprar tiza hay que realizar largos procesos administrativos", asegura a Efe.
En 2016, el Gobierno creó los denominados "centros de distritos escolares", dirigidos por personas nombradas por el Gobierno, que supervisan todo lo relacionado con la educación. A pesar de ello, muchos profesores aseguran que no quieren abandonar la enseñanza, ya que "la vocación es más fuerte".
Otros, como Fruzsina Lakatos, profesora del instituto "Jedlik Ányos" de Budapest, aseguran que ven que muchos profesores de más de 50 años ya no tienen ni esperanza de que cambien las cosas y hacen su trabajo sin protestar. "Si desde mañana todos dijéramos que no vamos a trabajar y lo hiciéramos durante semanas, tal vez se podría lograr algún cambio" dice Lakatos.
Limitaciones del derecho a la huelga
El margen de maniobra de los docentes no es muy amplio, después de que el Gobierno limitara en mayo las posibilidades de huelga al determinar una serie de "servicios mínimos". Estos incluyen varias disposiciones como, entre otras, la prohibición de que se cancelen clases a los alumnos de bachillerato.
"Es una ley que hace imposible la huelga", asegura el Sindicato Democrático de Pedagogos. La semana pasada, más de 5.000 estudiantes de secundaria se manifestaron en apoyo de los docentes, mientras que los diferentes sindicatos han anunciado para los próximos meses más huelgas y más desobediencia civil.
La semana pasada, más de 5.000 estudiantes de secundaria se manifestaron en apoyo de los docentes
El Gobierno, en lugar de ofrecer soluciones a los reclamos de los docentes, les acusa de fomentar la indisciplina de los alumnos. "La falta de respeto a las normas escritas animará con gran probabilidad a los estudiantes a considerar qué normas escolares seguir o no", aseguró Zoltán Maruzsa, secretario de Estado para Educación Pública.
Los resultados de los estudiantes en Hungría en la última encuesta PISA, de 2018, mejoraron levemente, aunque se mantiene la clara tendencia de baja desde 2009, el último año antes de que llegara Orbán al poder.
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