Von der Leyen abandona la bandera del clima y agita la de la seguridad para volver a liderar la Comisión
La alemana lidera la carrera para repetir en el cargo más codiciado de la UE y no descarta pactos con la ultraderecha.
María G. Zornoza
Bruselas-
Queda abierta la carrera hacia el puesto más cotizado de la UE: la presidencia de la Comisión Europea. La actual líder, Ursula von der Leyen, figura en todas las quinielas como la gran favorita para repetir en el piso 13º del Berlaymont. La alemana pasó el filtro de la Eurocámara en 2019 por la mínima de nueve votos y haciendo guiños a los progresistas. Su Pacto Verde Europeo fue su gran apuesta. Con un hemiciclo que se anticipa mucho más escorado a la derecha tras las elecciones de junio, la democristiana mueve fichas para seducir a los ultraconservadores y enseña una primera carta: avanzar en la UE de la Seguridad y la Defensa será uno de sus grandes propósitos.
Más de 400 millones de ciudadanos están llamados a acudir a las urnas entre el 6 y el 9 de junio para elegir a sus representantes en el Parlamento Europeo. La mayoría de los sondeos estiman que el buen momento de forma que atraviesan las fuerzas de extrema derecha en muchos Estados miembros, como Italia, Finlandia, Países Bajos, Alemania o Francia, se trasladará también a la composición del nuevo hemiciclo. Por primera vez en la historia de la Eurocámara, la gran coalición de centro, abanderada por el Partido Popular Europeo y los Socialdemócratas (S&D), está en peligro. Uno de los grandes interrogantes es si los populares soltarán la mano de S&D, Liberales y Verdes para coger la de los Conservadores y Reformistas (ECR), familia en la que se circunscribe Vox.
"Para mí es importante trabajar con pro-europeos, pro-OTAN y pro-Ucrania. Con los que defiendan claramente los valores democráticos (...) Aquellos que defiendan la democracia contra los euroescépticos y que defiendan nuestros valores contra los amigos de Putin son con los que quiero trabajar", ha asegurado Von der Leyen este miércoles en la Eurocámara en la presentación de su candidatura junto a Manfred Weber, líder del PPE en el Parlamento Europeo. "¿Los que atacan el Estado de Derecho? Imposible. ¿Los amigos de Putin? Imposible", ha continuado ante la insistencia de los periodistas sobre si estaría dispuesta a apoyarse en los votos de los ultraconservadores.
En el grupo de ERC se agrupan Abascal y la ultraderecha de Italia, de Polonia y de Francia
Además de los de Abascal, en el grupo de ECR se encuentran los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, el partido Ley y Justicia (PiS), que erosionó de forma brutal la separación de poderes con su reforma del poder judicial cuando estuvo en el poder y aprobó una de las leyes de aborto más restrictivas de la UE, o el francés xenófobo Reconquista. Además, el Fidesz de Víktor Orbán, sin grupo desde su expulsión del EPP, está en negociaciones con Meloni para explorar la posibilidad de converger juntos. Es el mismo Orbán que es el líder más próximo a Vladimir Putin del seno europeo y que ha paralizado las ayudas a Ucrania en no pocas ocasiones.
Von der Leyen sabe que, si en 2019 fue difícil aunar los votos para convencer al grueso de la Eurocámara, esta vez puede serlo más. Y en este contexto está desarrollando un ejercicio de funambulismo que, por momentos, se antoja imposible incluso para una equilibrista como ella. Primero debe ser nominada por el Consejo Europeo, es decir, por los líderes. En este terreno ha ido seduciendo con buenos gestos a Pedro Sánchez, que ostenta el Ejecutivo socialdemócrata más importante –con permiso de Olaf Scholz que en Alemania gobierna en coalición–. De hecho, el presidente español la ha bendecido en alguna ocasión. Y tampoco es casualidad que hace unos días viajase a París para tantear a Emmanuel Macron, su padrino en 2019 y la capital en manos liberales más importante.
Von der Leyen evita descartar si pactará con la extrema derecha para poder ser reelegida
Si finalmente es propuesta por el Consejo, la ratificación de Von der Leyen tendrá que ser validada por los eurodiputados. Y aquí es donde la que fuera ministra de Defensa con Angela Merkel evita descartar si pactará con la extrema derecha. El argumento de defensa deslizado por su grupo es que está por ver qué delegaciones nacionales conforman el grupo de los Conservadores. Además, Weber ha desvelado cuál será la clave de los populares durante la campaña: proyectarse como el partido de la estabilidad y de la gestión de crisis. Y como el partido "de Ucrania", "del mundo rural" y "el que confeccionó el Pacto Verde". Durante su primer mes en el cargo, Von der Leyen afrontó la última recta del Brexit; durante los primeros 100 días, la pandemia del coronavirus; en el ecuador, la invasión rusa a Ucrania y en esta recta final, la guerra en Gaza. La alemana jugará la carta de que la UE ha salido más fuerte y cohesionada de estas crisis bajo su batuta.
En 2019, Von der Leyen fijó la lucha contra el cambio climático en lo más alto de su prioridad política. Cortejaba así al ala progresista. En sus primeros tres meses presentó la Ley de Clima Europea, a la que se refirió como un acontecimiento similar a Europa como la llegada del hombre a la luna. Sin embargo, si vuelve a asumir las riendas de la Comisión Europea, su brújula estratégica pondrá el foco en reforzar la UE de la Seguridad y la Defensa. De hecho, una de sus grandes apuestas pasa por crear la figura de un comisario de Defensa, puesto que nunca ha existido, que lideraría la gestión de la producción de armas y la industria bélica.
Otros candidatos en la terna
Von der Leyen confirmó el lunes desde Berlín y arropada por la CDU su intención de "volver a presentarse" a la elección para renovar mandato. Sin embargo, antaño no hizo campaña. De hecho, su nombre era más bien un desconocido en Bruselas hasta que Emmanuel Macron lo puso sobre la mesa en unas negociaciones maratonianas para designar a los nuevos liderazgos europeos. Este movimiento supuso una puñalada para el bautizado como Spitzenkandidaten, el único proceso que vincula las urnas con la designación de la Presidencia de la Comisión Europea. Por el mismo, el candidato del partido más votado en los comicios europeos debería ser el líder del Ejecutivo comunitario. Pero el Consejo Europeo lo ignoró por completo.
Cuando restan poco más de tres meses para las elecciones, algunas familias europarlamentarias han elegido a un candidato. La carta de los Socialdemócratas es el luxemburgués Nicolas Schmit, actual comisario de Empleo y uno de los perfiles más bajos, lo que demuestra la poca fe de la organización de la rosa en el proceso o en las oportunidades de pelear por este cargo. Por su parte, los elegidos de Los Verdes son Terry Reintke y Bas Eickhout.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.