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El Congreso aprueba la ley del 'solo sí es sí' y pone el consentimiento en el centro: "La libertad sexual va a ser por fin un derecho"

Tras meses de intensos debates y de numerosas enmiendas, la norma tiene el visto bueno de la mayoría del Pleno del Congreso. Solo el PP y Vox han votado en contra de la norma que hace que el consentimiento sea clave clave para juzgar los delitos sexuales y garantiza una atención integral a las víctimas.

La ministra de Igualdad, Irene Montero (i), abraza a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, en una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 26 de mayo de 2022, en Madrid
La ministra de Igualdad, Irene Montero, abraza a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, en una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 26 de mayo de 2022, en Madrid.

El Congreso ha dado el visto bueno a la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida como la ley del solo sí es sí, que ahora continuará su trámite en el Senado. Es una de las normas más importantes de la legislatura y del Ministerio de Igualdad. Y es clave para acabar con sentencias tan polémicas como la de La Manada de Pamplona, que cuestionó —como hicieron muchas otras— el comportamiento de la víctima de la violación grupal.

Así, tras meses de intensos debates y de numerosas enmiendas, la norma llegó al Pleno y consiguió el visto bueno de la mayoría con 201 votos a favor, 140 en contra (PP y Vox) y 3 abstenciones. "Hoy es un día muy importante para las mujeres de nuestro país, la libertad sexual va a ser por fin un derecho, y vamos a cambiar la violencia por la libertad y el miedo por el deseo. Hoy decimos a una: hermana yo sí te creo", ha celebrado la ministra Irene Montero desde la Cámara Baja.

La norma se aprueba en medio de una nueva oleada de violaciones grupales. Al menos cuatro agresiones múltiples han tenido lugar durante las últimas tres semanas. No existe, sin embargo, un registro de estadísticas sobre agresiones sexuales grupales, por lo tanto, es complicado saber a ciencia cierta hasta dónde llegan estos casos. Aunque está claro que la ley del solo sí es sí ayudará a todas las víctimas.

Montero: "Es uno de los derechos más importantes que dejamos a nuestras hijas"

"El movimiento feminista vuelve a hacer historia; se lo debíamos a cada una de las víctimas, nos lo debíamos a nosotras mismas y, probablemente, sea uno de los derechos más importantes que podamos dejar a nuestras hijas en el presente y en el futuro; solo sí es sí, que viva la lucha de las mujeres", insistió la ministra Montero, que también criticó "ruido reaccionario" de la extrema derecha, de los agresores y de la "justicia patriarcal". "Ustedes hacen mucho ruido, pero les demostramos que las feministas somos más", afirmó.

La ley que nace del 'hermana, yo sí te creo'

La norma nace de lemas como el hermana, yo sí te creo o no es abuso, es violación que se gritaron por toda España cuando la víctima de La Manada tuvo que sufrir un largo calvario judicial. El caso marcó un antes y un después tras la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra y confirmada por Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) que revocó después el Tribunal Supremo, cuando reconoció que la agresión sexual a una joven en la noche del 7 de julio de 2016 en Pamplona fue una violación y no un caso de abusos sexuales.

Además, una de las enmiendas aprobadas e incorporadas a la ley este jueves también es clave para estas agresiones ya que los agresores de dos de las últimas cuatro violaciones eran menores. Así, se ha aprobado que los jóvenes que cometan delitos sexuales tendrán la obligación de realizar programas formativos sobre educación sexual y de igualdad de género.

El consentimiento en el centro

Pero el cambio más importante es que la ley pone el consentimiento en el centro, lo que supone un marco nuevo legal integral para la atención de las víctimas violencia sexual, algo parecido a lo que supuso la ley contra la violencia de género en 2004 y que amplía los supuestos de violencias hacia las mujeres a lo que pide el Convenio de Estambul.

La norma acaba con el concepto penal de abuso sexual, por lo que el único tipo que existirá será el de violación

Esto supone que cualquier relación que no sea expresamente consentida podrá considerarse como una agresión sexual. Es decir, ya no se mirará la resistencia que opuso la víctima a dicha violencia, ni la intimidación que causaron en ella los agresores. Asimismo, acaba con el concepto penal de abuso sexual, que desaparecerá del Código Penal, y que hasta ahora se aplicaba en aquellos casos que la víctima no podía o no estaba en condiciones de oponerse a la agresión. Por ejemplo, si la mujer era víctima de sumisión química.

Así, la ley afirma que "sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona". Por tanto, el único tipo penal que existirá será el de violencia sexual (violación), que obligará a modificar el Código Penal en una horquilla más amplia de penas.

Ilícitos los anuncios de prostitución

Durante su tramitación en el Congreso, a la norma se han incorporado nuevas medidas como considerar ilícita la publicidad que contribuya a promover la prostitución o reconocer el derecho a la residencia y al trabajo a las víctimas de violencia sexual en situación irregular, en el marco de las autorizaciones excepcionales recogidas en la ley de extranjería.

También el derecho a recibir ayudas a las madres de los menores asesinados por sus parejas o exparejas, como víctimas de la violencia vicaria, y blinda la financiación de las medidas incluidas en el Pacto de Estado contra la violencia de género, al establecerse que el Gobierno deberá aprobar las partidas presupuestarias necesarias.

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