El hombre que se suicidó tras presuntamente matar a sus dos hijas de dos y cuatro años en Almería este lunes usó un pesticida para envenenarlas, según el informe preliminar de la autopsia. El acusado se hallaba en un cortijo entre los municipios de Gérgal y Alboloduy, donde residía con las niñas durante su horario de visitas, cuando las asesinó suministrándoles esta sustancia.

La madre de las pequeñas, separada del padre de las mismas, fue quien halló los cuerpos en el cortijo al ir a buscarlas, puesto que se había pasado desde hacía varias horas el tiempo de visita del progenitor. Las niñas habrían muerto, según indica la autopsia, unas 11 horas antes de que su madre diera con los cuerpos. Cuando la comisión judicial y los servicios de emergencia sanitarios acudieron a la vivienda, el padre se encontraba con vida, pero falleció al poco tiempo.

Según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el régimen de visitas acordado en sentencia de marzo de 2023 por la autoridad judicial establecía que el padre podía estar con sus hijas los sábados y domingos de cada semana, entre las 12.00 y las 18.00 horas. 

Un caso de violencia vicaria

El asesino estaba citado a juicio para el próximo 10 de abril y la Fiscalía solicitaba para él una pena de 12 meses de prisión por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia contra la mujer. En el momento de sucederse los hechos, el hombre de 35 años tenía una orden de alejamiento por maltrato para evitar el contacto con la madre de las niñas.

Según se recoge en el escrito de calificación provisional, fechado en diciembre de 2022, el hombre habría agredido en una noche de mayo de 2022 a su expareja en el interior del domicilio familiar en Gérgal. 

Durante una discusión y con "ánimo de menoscabar su integridad física", la "cogió" del brazo izquierdo y "le retorció la mano", lo que causó lesiones por las que la mujer "precisó asistencia médica" y tardó en curar "cinco días", según han informado fuentes de la Fiscalía Superior de Andalucía. 

La Fiscalía también solicitaba que se le privara del derecho a la tenencia y porte de armas durante un periodo de dos años y se le prohibiera acercarse a la madre de sus hijas a una distancia de menos de 500 metros. No obstante, no se impuso orden de alejamiento respecto a las menores.